El equipo de Cancillería de Argentina protagonizó un nuevo papelón en las últimas horas cuando recibieron al flamante embajador de Suiza en Buenos Aires, Hans-Ruedi Bortis, quien compartió la entrega de la copia de sus cartas credenciales con la directora de Ceremonial, María Jimena Rivero.
Según consigna La Nación, cuando llegó para cumplir con el requisito formal para poder cumplir funciones en el país, Bortis notó que algo no encajaba: en el lugar habían colocado la bandera de Dinamarca, y no la de su país.
"El embajador se sorprendió primero, luego se lo tomó con mucho humor y el problema se solucionó enseguida", indicaron fuentes diplomáticas al hablar del insólito papelón. Algunos minimizaron lo ocurrido y lo atribuyeron a las similitudes (cruces y los colores rojo y blanco) que comparten ambas banderas.
No es el primer episodio polémico del Gobierno con Suiza. El antecesor de Bortis, Heinrich Schellenberg, debió salir al cruce de la entonces ministra de Seguridad, Sabina Frederic, quien en respuesta a los problemas de inseguridad (incluido el narcotráfico) aseguró que “Suiza es más tranquilo, pero aburrido”. Un video del tenista Roger Federer junto al actor Robert De Niro hablando de lo “aburrido” de los paisajes paradisíacos del país europeo fue la diplomática respuesta en aquel momento.
El embajador Bortis minimizó lo ocurrido y encabezó días atrás la fiesta nacional suiza en el Palacio San Miguel. También elogió la actividad de “Acciones Positivas”, un concurso que distingue a personas, asociaciones, fundaciones y empresas vinculadas con su país en Argentina que generaron un impacto positivo en su comunidad. Y también se dio un rato para felicitar a Federer por su cumpleaños número 41.