El municipio sigue con indisimulable entusiasmo la construcción de bicisendas por toda la ciudad, como si fuese ésa la principal falencia que padecemos los suarenses.
Pero lo más grave no es la inoportunidad de la obra sino que se hace de manera desordenada, sin información previa, sin avisos, sin indicaciones y los conductores no saben qué hacer.
Esta semana comenzaron a colocar los clásicos bloquecitos de cemento amarillo (el cemento no se come, ¿recuerdan?) en la avenida Libertador General San Martín, entre República de Chile y Olavarría, en el Cristo.
Pero como se produjo ningún mensaje que advirtiese sobre esta obra, nadie sabe cómo actuar y se producen situaciones como las de la imagen: Una camioneta estacionada al lado de los bloquecitos, reduciendo aún más el ancho de la arteria.
Nadie sabe si se podrá estacionar, si estará prohibido o cuáles serán las condiciones y entonces suceden estas cosas, que no son graves pero que se suman a tanto desorden, a tanta anarquía en la ciudad.
Es que tenemos un gobierno ausente, muy preocupado en aprender alemán cuando ni siquiera sabe hacer palotes.