María Laura Abregú, mamá de Daiana Soledad, la joven de 26 años que murió en una comisaría de Laprida, habló hoy con La Brújula 24. “La verdad es que no sé cómo estoy”, testimonió inicialmente en diálogo con “Nunca es tarde”.
Los resultados preliminares de la segunda autopsia del cuerpo de Daiana confirmó que la joven no se suicidó, tal como sostenía la versión policial. Inicialmente quedaron bajo investigación cinco policías que estuvieron de guardia durante el día de la muerte. Además, el comisario y el jefe de la Policía comunal fueron apartados y pasaron a cumplir funciones en otra comisaría.
Abregú era madre de un varón de nueve y jugaba al fútbol en la Primera del Club Atlético Lilán, el equipo de su pueblo.
El domingo 5 de junio fue demorada por una contravención, cerca de las siete de la mañana. Fue llevada a la Estación de Policía Comunal de Laprida, una localidad bonaerense de 11 mil habitantes, ubicada a 500 kilómetros de Capital Federal. Horas más tarde, fue encontrada muerta en una de las celdas.
“Mi hija no tenía motivo para suicidarse. Ella tiene un nene de 9 años, estaba terminando el secundario para irse a La Plata, donde tengo familiares y amigos, y estudiar Enfermería. Salió con amigos para una despedida y a comer un asado y terminó en la comisaría. A mí me dijeron que fue por hacer disturbios”, precisó María Laura Abregú. “Con el nene de ella la estábamos esperando. Él me preguntaba a cada rato ‘a qué hora va a venir mi mamá’. Yo le dije que siguiera esperando que dentro de un ratito iba a llegar”, acotó.
Consultada sobre qué cree que sucedió dentro de la dependencia policial, la mujer explicó: “Yo sabía que les pegaban ahí adentro. Acá es un pueblo chico y todo se sabe. Después que pasó esto todo el mundo salió a decir lo de la bolsa con agua (un método de tortura) y hasta comentaron que en el calabozo había agua en ese momento”.