Los efectivos de la Policía Bonaerense no podrán disponer de sus licencias anuales en el municipio de La Matanza tras una reunión mantenida entre el jefe comunal, Fernando Espinoza, y el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.
El anticipo de Andrés “El Cuervo” Larroque, ministro de Desarrollo Social de la Provincia, quien había dicho que la situación social podía ponerse “peor” en el Conurbano por la falta de respuestas del Gobierno nacional sobre un aumento del dinero que se dispone para la asistencia de los sectores más desprotegidos, parece haber sido contemplado en La Matanza.
Este distrito es el más significante del peronismo. Por la diferencia electoral, al ser el lugar donde más gente vota por localidad en todo el país, cualquier desequilibrio social se ve, para el peronismo, como un desastre político e institucional.
Si no estuviera todo visto desde el prisma de la interna del Frente de Todos y el histórico destrato que se dispensan el ministro de Berni y el intendente Espinoza, la disposición oficial podría considerarse un misil institucional, aunque el documento oficial sobre la nueva reasignación de los recursos humanos salió de una oficina municipal.
Esta disposición sólo se aplicará en el más poblado y problemático municipio del país y “corazón” de la Provincia de Buenos Aires, tal cual sostiene el spot institucional matancero. Todo esto tuvo como previa la reunión entre los funcionarios provinciales y municipales del viernes, en la que también quedó ratificado un jefe departamental pedido por Espinoza.
Desde varios sectores de la política bonaerense, consideraron que esta decisión está motivada en la posible explosión del Conurbano que había alertado Larroque.
A la par, surgieron informaciones no confirmadas, y desmentidas por las autoridades provinciales, de que varios patrulleros que revisten habitualmente en el circuito de las comisarías matanceras debían pasar directamente al Comando Patrullas.
Tanto dirigentes oficialistas como opositores sostienen que “hay algunos elementos de la política que quieren que La Matanza explote, por eso se sobregiran en este tipo de situaciones”. Sin embargo, la situación no está exenta de desmadrarse en algún momento por cualquier tipo de situación particular.
Todo lo que surja desde La Matanza, lamentablemente, está sujeto a revisión permanente y cotejo de diferentes fuentes extraoficiales para llegar a una conclusión. Oficialmente nunca hay una respuesta precisa que libre de prejuicios o dudas. Además, las internas están a carne viva entre La Cámpora, Espinoza, algunos aliados de la vicegobernadora Verónica Maggario que no lo quieren y el Movimiento Evita, que ya le declaró la guerra.