La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ofreció el viernes pasado una charla sobre el Estado, política y realizó un análisis de la situación económica del gobierno actual rodeada de funcionarios locales como su cuñada, Alicia Kirchner, gobernadora de Santa Cruz.
Más allá del reto a la locutora del acto por el uso de la palabra "excelentísima", Cristina Kirchner se desplazó en un vuelo pagado por todos los argentinos para participar de un acto de política partidaria en el que le mandó metamensajes al Presidente de la Nación en la interminable interna en la que todos los argentinos estamos presos.
Según datos oficiales obtenidos con la colaboración de @AvionesenEzeiza, Cristina regresó en el Lear Jeat 60, Tango 10 que nos costó 22 mil dólares su traslado de regreso.
Por lo tanto, el costo, al dólar blue actual, de su traslado y regreso al Calafate fue de $11.968.000 más costos de tripulación, hotelería, comidas y demás gastos.
Un despropósito que, luego del discurso expresado por la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, debería ser revisado para evitar un mayor desequilibrio fiscal.