Un trágico episodio conmueve a Estados Unidos. Un bebé de 18 meses murió el martes en el área de Midlothian, ubicada en Chesterfield, Virginia, tras ser abandonado en un auto durante, al menos, tres horas. Según informaron las autoridades locales, el padre del niño se quitó la vida poco después.
La policía del condado aclaró en un comunicado de prensa que el martes recibió una denuncia telefónica a las 11.45 de la mañana (hora local) de que un bebé de unos 18 meses se encontraba solo en un auto.
El coronel Christopher Hensley señaló que tras la denuncia la policía logró comunicarse con la madre y familiares, quienes explicaron que el niño no estaba en su guardería y que podría encontrarse en peligro. Las autoridades también se enteraron que el padre del bebé estaba en su casa haciendo declaraciones suicidas.
A raíz de ello, los agentes acudieron a la casa del hombre, donde hallaron “un vehículo en el camino de entrada con una puerta abierta y un asiento para niños vacío”.
Allí encontraron al niño sin vida y a su padre, de 37 años, también muerto por una aparente herida de bala autoinfligida en el bosque detrás de la casa.
En tanto, la investigación reveló que el padre dejó al niño accidentalmente en el auto y, cuando lo halló muerto, regresó a su domicilio con el cadáver y luego se disparó.
“Es simplemente una tragedia en muchos niveles. Nuestros corazones están con la familia y los amigos que deben lidiar con esto”, completó Hensley.
Las autoridades todavía no pudieron determinar si el niño murió a causa del calor, pero la investigación apunta a una muerte accidental.
En Midlothian, las temperaturas rondaban los 21°, detalló la cadena WRIC-TV y podían superar los 38° si uno permanecía sentado bajo el sol. Según la Administración Nacional de Seguridad Vial estadounidense, un niño puede sufrir un golpe de calor con 40° y morir al traspasar la barrera de los 41°.
De acuerdo con el Consejo de Seguridad Nacional, ya se reportaron al menos siete muertes infantiles por insolación en Estados Unidos durante 2022.