El drama de la expareja de Sergio Denis: reveló que no tiene dinero y que vive en una pensión, alejada de sus hijos de 7 y 9

Verónica Monti se refirió la situación económica que atraviesa mientras continúa en la búsqueda laboral para poder alquilar un inmueble y volver a vivir con los niños que hoy están al cuidado de su abuela
Verónica Monti, expareja de Sergio Deni
Verónica Monti, expareja de Sergio Deni

“He tenido momentos complicados, pero son mi razón de levantarme cada día, de estar bien, de pelearla. Salvador y Franca realmente son todo para mí”.

Verónica Monti se emociona al hablar de sus hijos, de nueve y siete años. Lo hace también con tristeza, ya que si bien los ve a diario y comparte varias horas del día con ellos, vive en una pensión en la que no aceptan menores. Debió mudarse allí porque no tiene recursos económicos para poder alquilar un departamento e instalarse con sus hijos, quienes actualmente están al cuidado de su abuela materna.

Sin un trabajo fijo, la expareja de Sergio Denis aseguró que “sobrevive” y que no consigue un trabajo que le permita tener ingresos fijos. “Yo siento que hoy no vivo, sobrevivo. Me estoy dedicando pura y exclusivamente a ser mamá. Estuve laburando un tiempo en un bar, fue una experiencia más. Creo que hay una edad para todo. Camarera a los 43 no es algo que... -se interrumpe y continúa- Además, pagan tan poco que realmente es imposible. Lo puede hacer una chica chica, no una mamá sola con dos chicos, porque no podés pagar nada”, dice en diálogo con Juan Etchegoyen en Mitre Live. Por su parte, agrega que no trabaja más en el local porque no le redituaba el sueldo: cobraba 30 mil pesos por nueve horas de trabajo. “No hago nada”, asegura quien continúa en la búsqueda laboral.

“Los chicos crecen por minuto. Los míos están en una edad en donde la zapatilla de marzo ya no les sirve. Todo es carísimo. Hay un desfasaje de precios, el supermercado, la ropa. Quien se está haciendo cargo hoy de los chicos es mi mamá al cien por ciento. Es una mujer grande que me ha ayudado siempre, ha cumplido el rol paterno”, agrega Monti y aclara que si bien no duerme bajo el mismo techo que sus hijos, los va a buscar todas las mañanas para llevarlos al colegio, también los recoge luego y los ayuda a hacer sus tareas escolares.

“Yo ya venía mal y la pandemia a mí, como a tantos otros de clase media, nos terminó de hundir, de hacer pelota. Me está costando muchísimo remontar la situación económica, conseguir un laburo que me permita costear los gastos de dos chicos chiquitos. Extremadamente difícil. Mis hijos son todos para mí, pero me está costando mucho vivir en este país hoy. El día a día es un remar constante. Sin parar. Estás siempre hasta el cuello, con la plata justa. Es difícil”, continúa.

De igual forma, se describe como una persona “extremadamente sensible”, y que sufre por sus hijos. “Por la ausencia de su padre, por no poder darle un montón de cosas que me gustaría, aunque no les falta nada. Ellos son mi motor, me hacen no parar, pre pandemia, en pandemia y post pandemia”, vuelve a referirse a sus hijos y a que todo lo hace por ellos.

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“Me he caído y levantado muchas veces en mi vida. Me han cacheteado muchas veces, tengo esa capacidad de reciclaje y de volver a empezar, aunque obviamente cansa. Estoy mal, pero con lo justo y necesario, sino se vuelve algo patológico. Los chicos son todo y doy todo por ellos”, agrega sobre Franca y Salvador, a quienes cambió de colegio por su situación económica: pasaron de una institución privada a una pública.

“¿Cuál fue tu peor momento desde lo anímico?”, preguntó el periodista. Y Verónica Monti se sinceró: “No vivir con ellos. Eso me liquidó. Ellos se quedaron con mamá. Los veía todos los días igual. Yo estaba viviendo en una pensión. No despertarme y acostarme con ellos me liquidaba. Lloraba todas las noches, aunque los veía. Es imposible. A veces pienso cómo hice”, recuerda quien sigue viviendo en una pensión. “Por algún motivo que desconozco las pensiones no te dejan estar con niños. No es un hábitat bueno porque es todo compartido. Estoy acá. No todo el día porque los llevo al colegio, los busco, hago la tarea, pero no me levanto ni me acuesto con ellos porque no tengo plata para costear un alquiler. No consigo un laburo que lo permita. Ser mamá sola es muy complicado”, concluye Verónica Monti sobre su presente.

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