El presbítero Sergio Capoccetti, de Coronda, Santa Fe, participó, días pasados, de actos oficiales en Escuela N° 242 Manuel Belgrano por el Día de la Bandera y el fallecimiento del prócer argentino.
En la ocasión, utilizó la figura, el pensamiento y las acciones del ex militar para realizar una lectura de la realidad argentina, y compararlas con las acciones de políticos y dirigentes actuales.
Consideró que, si el prócer viviera hoy, "nos diría que cuidemos la Constitución, que no la ensuciemos”.
“Después nos hablaría de una coherencia de fe, porque fue un hombre de fe. Después nos hablaría que, si tenemos que ajustarnos económicamente, lo hagamos todos, como él hizo, dejando sus sueldos, sus premios, para el bien de la patria”, agregó.
Bolsos, hoteles, aborto y derechos humanos
El presbítero continuó sus críticas considerando que el ex General argentino pediría “que no nos perduremos en el poder, que vayan presos los que tiran bolsos o se construyen hoteles. Esto es duro pero es lo que la Patria necesita: hombres que no nos engañen, que un día dicen “juro por estos santos evangelios” y al otro día dicen “viva el aborto”. O “juro por esta Constitución”, y al otro día le arranco páginas para que me quede cómodo y me aplaudan. O estoy 12 años defendiendo la vida y los derechos humanos y después tiro a la basura todos los derechos humanos porque, si no hay vida, no hay derechos humanos”.
Otras frases del hombre de fe
“Sé que para ustedes que tienen gobierno ahora les puede parecer duro, pero sepan que también es duro cuando un cura habla y dicen que se acuerden de los pedófilos. Sé que no apoyan eso; ni yo apoyo a los pedófilos, pero es una miseria tener gobernantes que nos engañan así”.
“Necesitamos que nos ayuden a tener una ciudad justa, ya que tenemos un Estado nacional injusto”.
“Nos engañaron; y cuando uno engaña lo hace con la mentira. Nunca habrá paz en un país donde la mentira es el fundamento de un gobierno. Ya lo vimos en décadas ganadas, perdidas y cualquier clase de décadas: con mentiras no se va a ningún lado, solamente a la pobreza, a la miseria, como la que estamos viviendo ahora: miserias morales, económicas y de dirigencia”.
“Dios quiera que nuestra patria viva en paz, pero no una paz por opresión o porque la manda un medio de comunicación, sino por la verdadera paz que se fundamenta en la justicia”.
“Atacaron las instituciones, la familia, la escuela, a la policía, a los docentes, y todo eso por la mentira que se siembra. Todos se hacen cómplices de esas mentiras, todos los que quieren vivir en la mentira”.
“Hay que jugarse por la verdad; no nos mientan más. Cuando terminan el juramento dicen “Dios y la Patria me lo demanden”. Hoy, Dios y la Patria están demandando justicia de verdad, y verdad de verdad”.
“Es muy triste esta historia de la Patria cuando atacan a todas las instituciones para que una plaza llena, o dos, o diez, gobiernen un país”.
“Una plaza llena de pañuelos no puede gobernar, solamente la verdad puede gobernar, y hoy estamos viviendo un tiempo de mentiras”.