Último intento contra el dólar sin control: preparan nuevo súper cepo a importaciones
Cumbre ayer entre Martín Guzmán, Miguel Pesce y el debutante Daniel Scioli. Fue mientras el dólar blue trepaba a $224 y crecía la desconfianza sobre la deuda en pesos. La consigna fue: cerrar más la pérdida de dólares. El Banco Central no retiene. DNU de Presupuesto viene con novedades.
Daniel Scioli comenzó su paso por el Gabinete de Alberto Fernández en una de las jornadas más complicados que recuerde el mercado. Martín Guzmán y Miguel Pesce pasaron todo el día analizando la situación de caja del Banco Central. La entidad puso ayer US$60 millones que le demandó el mercado, pero de nuevo la demanda por importaciones y pagos por la energía que se importa fueron abrumadores. Lejos se está ya de analizar el problema de la falta de dólares en sintonía con el cumplimiento o no del compromiso que se firmó con el FMI para recuperar reservas. A pesar del ingreso récord de divisas, los dólares ya no alcanzan para las necesidades de la vida diaria del país; para ser claros, no alcanzan ni para lo esencial (importar insumos para fábricas) ni para lo superfluo (pagarle a la productora internacional de Coldplay).
Ahora la emergencia va a mas allá de esos detalles: ante la incertidumbre política que genera el Gobierno de Alberto Fernández y los embates del cristinismo en todos sus colores, el Gobierno debe frenar ya la sangría de dólares. No tiene demasiado tiempo y de ahí que analice otra vez un agravamiento del acceso al mercado de divisas. Junio corre en contra porque, además de toda la corrida que se vio ayer en el mercado, la inflación de mayo de un nada tranquilizador 5,1% y puede estar nuevamente superada este mes con el impulso de la devaluación y las subas de tarifas que impactan los bolsillos. El ánimo de la calle no ayudará.
Tras llamadas y chequeos, Guzmán y Pesce se reunieron con Daniel Scioli, que estará encargado desde hoy de convencer a PyMEs (y también a los miles de piqueteros oficialistas que tienen representación en algunos de los funcionarios que hereda en la estructura de su ministerio de Desarrollo Productivo) que habrá asistencia para pasar la crisis. Tarea titánica para el exembajador en Brasil. De todas formas, ese no fue el tema central de las conversaciones del día. Scioli también deberá hacerse cargo de moderar el impacto que podría tener, si se confirma, el endurecimiento del cepo a importaciones sobre el nivel de actividad económica. Los riesgos de mas parálisis son altos en un mes donde, además, consultoras privadas ya están midiendo una caída de 7% en el consumo.
El día no era el más propicio para hablar en calma. Mientras los tres funcionarios analizaban medidas, el dólar blue trepaba a $224, el Riesgo País a 2.125 puntos y los dólares financieros, como el CCL. llegaron a rozar los $240. Además, otro impacto hacía temblar al Gobierno: la incontenible caída de confianza en la deuda en pesos y las sospechas de operaciones de fuego amigo que precipitaron las ventas masivas de esos bonos. Guzmán ayer salió al mercado a renovar deuda en un test que resultó esencial para mirar el nivel de tasa que le pide al mercado al Gobierno para prestarle, pero no por el monto de la operación. Guzmán logró colocar $21.000 millones pero debió pagar 3 puntos más de tasa. A fin de mes deberá hacer otra operación similar pero necesitará renovar $500,000 millones. No hay pronósticos sobre ese resultado.
Mientras tanto, Guzmán prepara otra novedad. En el ministerio de Economía aseguran que antes de este fin de semana largo se conocerá el DNU con el que Alberto Fernández reordenará el Presupuesto 2022, que en realidad es una reconducción del presupuesto anterior ya que el de este año no pudo ser votado. Ese decreto tendrá una readecuación de partidas. tal como se comprometió con el FMI y una novedad: se actualizarán las proyecciones macroeconómicas. El interrogante allí será saber que nivel de inflación proyecta para este año el ministerio de Economía en reemplazo del pronóstico de 33% que fijaba el proyecto de ley 2022 que nunca se aprobó.