Esteban Bullrich le pidió a la ANMAT que apruebe una droga para la ELA: “No tenemos tiempo para esperar”
El creador de la Fundación Esteban Bullrich solicitó la aprobación de un medicamento necesario para contrarrestar la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Esteban Bullrich, ex ministro de Educación de la Nación y ex senador de Juntos por el Cambio, enviará una carta a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) solicitando que se revean los procesos y “los tiempos de aprobación” de un medicamento para la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
El hombre que dejó la política para centrarse en su enfermedad abrió una fundación para ayudar a las personas que sufren el mismo tipo de alteración en el sistema nervioso. Según desarrolló Esteban Bullrich, el medicamento AMX 0035 se aprobó en Canadá este lunes 13 de junio y aseguró que mandará el pedido al ANMAT para que pueda ser recetado en el país.
“Como enfermo de ELA, estaré mandando una carta pidiendo a la ANMAT que por favor revea sus procesos y tiempos de aprobación y que no solo apruebe medicaciones de los países denominados lista uno (Estados Unidos, Unión Europea y Japón)”, especificó Esteban Bullrich a través de sus redes sociales, en un hilo que tomó relevancia por la demora de la FDA en su decisión establecer la aprobación de la droga para septiembre de 2022.
“Los enfermos de ELA no tenemos tiempo para esperar tanta burocracia. Los laboratorios argentinos tienen todo listo para poder producir esta medicación acá y ayudarnos a tener más tiempo para nuestros seres queridos”, destacó el ex senador nacional que fue aplaudido por todo el Senado, en su despedida de la política a causa de su enfermedad.
Por último, Esteban Bullrich pidió que “hagan que esta noticia la vivamos con la alegría que merecemos y no con la decepción de sentir que no va a llegar tan rápido a nuestro país”.
“Si pudiéramos medir la energía que perdemos por la grieta, hacemos 100 Vaca Muertas”, mencionó en una entrevista el hombre que le dio un cachetazo a los políticos y sus discusiones “irrelevantes” para la sociedad.