La investigación de la muerte de Daiana Abregú en un calabozo de la Comisaría de Laprida en las últimas horas arrojó nuevas novedades: el Ministerio de Seguridad bonaerense dispuso que dos de las más importantes autoridades de la dependencia policial fueran removidas de sus puestos y trasladadas a Bahía Blanca.
Se trata del comisario Cristian Barrios y el Comisario Inspector Marcelo Amaya, según pudo corroborar el portal olavarriense Infoeme con el abogado Sergio Roldán, quien representa a la familia de la fallecida de 26 años.
“Me lo acaba de confirmar la superintendencia, que estos dos efectivos están desplazados con nuevo destino, cosa que nos parece un avance positivo. Dentro de lo malo, de la desgracia que representa la situación, vemos a esto como un avance muy positivo”, sostuvo el letrado al medio colega.
Además de la remoción de parte de la cúpula policial local con los comisarios de mayor rango, también quedó desafectada la policía que estaba al cuidado de Abregú cuando ocurrió el hecho y otros tres efectivos.
La uniformada que se desempeñaba como “imaginaria – forma en la que se suele llamar a los efectivos que cuidan a un aprehendido – dejará de cumplir funciones hasta que se esclarezca lo sucedido.
Cabe destacar que el fiscal de Azul Ignacio Calonje lleva adelante la causa por “averiguación de causales de muerte”.
Daiana había sido detenida durante la madrugada por una “contravención”, en el marco de una pelea con otras personas en la vía pública.
Según trascendió, la joven tenía un hijo de 9 años y estaba a punto de mudarse a La Plata.
Cerca de las 15:30 del pasado domingo 5 de junio, los guardias hallaron el cuerpo de la mujer colgado de una campera y atada a una reja de un metro de altura. Casi tres horas después, a las 18, se les comunicó a sus familiares que estaba muerta.
El estudio forense determinó que Abregú falleció producto de un paro cardíaco por asfixia mecánica y que no presentaba signos de otra lesión externa.
La versión policial desde el primer momento apuntó que la víctima habría ingresado a la comisaría con un fuerte estado de alteración nerviosa.
Sin embargo, la familia de Daiana no cree en lo expuesto por la fuerza de seguridad y cuestiona el accionar de los efectivos presentes a quienes acusan de responsables de su muerte por acción u omisión.
En primer lugar, reprochan por qué si la aprehendida presentaba una crisis nerviosa fue alojada en una comisaría y no en el servicio de Salud Mental local. Además, cuestionan que haya sido dejada sola en el calabozo sin una supervisión permanente.
De acuerdo con el testimonio de la mamá de Abregú, su hija había sido detenida en varias oportunidades, durante las cuales había sido golpeada dentro de la dependencia.
En este contexto signado por la duda, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) intervino en el caso y denunció que la dependencia en la que encontraron muerta a Daiana no estaba habilitada para alojar detenidos.
Aún conmovida por el caso, la comunidad de Laprida fue testigo de una nueva y masiva marcha que tuvo lugar ayer en la localidad donde cientos de vecinos hicieron visible su repudio y pedido de justicia ante la causa.
Con carteles y algunas consignas de “Nadie se suicida en una comisaria”, tanto familiares y allegados de la joven madre se pronunciaron para que las autoridades judiciales avancen en la investigación del lamentable suceso y “que no quede en la nada”.
