Dura historia de abusos y soborno: “Laura”, por fin, ve luz al final del túnel
Es el caso de una chica ultrajada por su padrastro y cuyo silencio quiso "comprar" su madre. La Justicia confirmó la condena a su progenitora y revocó la absolución del hombre, que seguramente terminará preso.
Victimizada, revictimizada y recontravictimizada. A los 23 años, después del calvario que vivió como niña y adolescente, "Laura" puede decir que ve la luz al fondo del túnel.
La Justicia, con los tiempos de demora que el Colegio de Abogados se encargó de marcar como preocupantes, le dio la razón, a más de 10 años de iniciar su lucha por demostrar la verdad.
"Laura", que ya no vive en Bahía y procura superar trastornos del sueño y de la conducta, autolesiones, pensamientos suicidas y adicciones a las drogas, recibió a puro llanto y agradecimiento la noticia que más esperaba: el Tribunal de Casación provincial acaba de condenar a su padrastro, quien la abusó sexualmente cuando tenía entre 9 y 10 años en una vivienda de nuestra ciudad.
Su "felicidad" no es total, porque el acusado, M.L.H., todavía permanece en libertad, a la espera que esa resolución quede firme y el tribunal de origen (Criminal Nº 3 de Bahía) le imponga la pena, que seguramente será de cárcel efectiva, porque le imputaron 20 hechos de abuso sexual gravemente ultrajante.
Esa novedad la conoció pocos meses después de que a su madre también le confirmaran la sentencia, a 3 años de prisión en suspenso, por encubrir los actos delictivos.
Quedó probado que la mujer le ofreció 50 mil pesos a su hija, a modo de soborno, para que retirara la denuncia contra su pareja.
"Laura", respaldada por la abogada Viviana Lozano, debió batallar contra todo el sistema y frente al "peor delito", que no fue el sexual, sino el "abandono" de su madre y las amenazas de su hermano. Solo el tiempo dirá si la justicia fue reparadora.
La joven es la misma que la mañana del jueves 14 de junio de 2018 estalló en una crisis emocional en una sala de audiencias de Estomba 34, cuando escuchó que los jueces del Criminal Nº 3 condenaban a 6 años a su padrastro, sin considerar que el sistema judicial le iba a jugar una nueva gambeta.
Tras esa sentencia, en abril de 2019 Casación revocó el fallo y absolvió al padrastro (hoy tiene 53 años), pero la Corte provincial, en julio de 2020, aceptó un recurso extremo de la fiscalía y ordenó una nueva resolución, que ahora otra sala de Casación convierte en condenatoria.
Los jueces Ricardo Borinsky, Víctor Violini y Fernando Mancini consideraron que el testimonio de "Laura" es "creíble" y está sostenido por otros medios probatorios.
"Palmaditas"
El acusado entraba en la habitación de la niña mientras dormía y la manoseaba por debajo de su ropa interior. Fueron al menos 20 veces, entre los 9 y los 10 años de edad de la menor y siempre en la vivienda que compartían, en la zona de Bella Vista.
"Laura" declaró que primero no sabía de qué se trataba pero después comenzó a sentirse incómoda y luego de un año pudo contárselo a su mamá, pero la mujer le restó importancia. "Es una palmadita en la cola para despertarte y que tomes el medicamento", decía la madre.
"Laura" llegó a dormir con un cuchillo debajo de su almohada.
La situación eclosionó cuando, en medio de fuertes cambios de conducta, se peleó a los golpes con otra chica en la escuela y la asistente social visitó a su madre, quien casi a modo de anécdota contó eso que a ella tanto la atormentaba.
La madre que quiso sobornar a su hija ahora tiene que “pagar”
La auxiliar docente formalizó la denuncia y así empezó el espinoso camino judicial.
Casación sumó, a la declaración de "Laura", un informe socioambiental, la pericia psicológica que marcó "angustia, malestar interior e intensa tensión" -con hostilidad hacia su entorno familiar- y los testimonios de varios amigos de la chica, quienes coincidieron en el relato sobre lo que contaba, las autoagresiones, los cambios de conducta y hasta el intento de suicidio.
Por otra parte, destacaron que el tribunal bahiense valoró sus dichos en la inmediación del juicio, "no solo por lo que la testigo/víctima dice, sino también por cómo lo dice y su disposición para decirlo".
Borinsky, quien votó en primera instancia, consideró viable imponerle a M.L.H. la pena de 15 años de prisión, pero sus dos colegas, en mayoría, coincidieron en la culpabiliad pero opinaron que la pena la deben fijar los jueces bahienses y en ese trámite está ahora el caso.
Cincuenta mil razones
Además de la condena a su padrastro abusador, "Laura" recibió hace pocos meses la noticia de la confirmación de la sentencia a su madre.
A la mujer, A.D.P., le impusieron 3 años de prisión de ejecución condicional (no irá a la cárcel salvo que incumpla alguna regla de conducta) por el delito de encubrimiento calificado.
La Justicia también acreditó en este caso -con tantas marchas y contramarchas como con el delito sexual-, que la mujer intentó sobornar a su hija con 50 mil pesos para que retirara la denuncia.
Fue luego de insultarla cuando prestó declaración en sede de la fiscalía. La llamó y le mandó un mensaje por WhatsApp en el que le ofrecía el dinero a cambio del silencio.
La madre también había sido absuelta en una etapa del juicio, por parte de la jueza Correccional Susana González La Riva, quien consideraba que al no ser aceptado el soborno no se configuraba el delito.
Sin embargo, la Cámara Penal, en fallo dividido, revocó esa decisión y ordenó una nueva resolución, que terminó finalmente con la condena por parte del juez Gabriel Rojas.
Los camaristas explicaron que del encubrimiento están exentos de responsabilidad quienes obren en favor de un cónyuge, pariente con vínculo que no excediere del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad o de un amigo íntimo o persona a la que se le debe especial gratitud, pero que entre estos supuestos no figura "el concubinato".
El ilícito se concreta cuando hay un hecho delictivo previo, la intervención de una persona que no participó del mismo y la realización de conductas delictivas.
"Todos esos extremos se dan en este caso", opinaron los jueces sobre el proceder de la madre.
La misma Cámara Penal confirmó la pena a 3 años de ejecución condicional.
La carta que publicó
Antes del fallo. En 2018, antes de la primera condena a su padrastro, "Laura" hizo pública en las redes sociales una carta sobre su calvario.
Callar. Después de contarlo a su madre dijo que comenzó "un rally de psicólogos" para que alguien explicara por qué diría una cosa así. "Querían explicar, más bien, por qué lo contaba, por qué no me callaba, por qué arruinar esta nueva hermosa familia", declaró.
"Rebautizar". "Por fin está teniendo lugar el juicio para rebautizar esas palmaditas: 'abuso sexual gravemente ultrajante reiterado y agravado'. El jueves 14 de junio se va a conocer el veredicto y, esperamos, la sentencia. Mi mamá me ofreció $50.000 para evitar llegar a esta instancia. Y mi hermano tiene una perimetral por amenazarme y hostigarme".
Rival. La doctora en psicología Claudia Amigo explicó que cuando una mujer queda dependiendo de situaciones abusivas y no puede desarrollar su función maternal termina, tarde o temprano, viendo a la hija como una rival.