La quita de subsidios a la luz comienza a impactar en las distintas distribuidoras. Desde junio, las distribuidoras deberán pagar el precio estacional de la energía (PEST, que es la denominación técnica de la luz en si misma) un 26% más que hasta ahora. Y cada provincia deberá decidir cómo lo trasladará a sus clientes.
Es porque las empresas no van a absorber el aumento de la electricidad, y le trasladaran la suba al usuario. Se estima que cerca de la mitad de una boleta de luz es el costo de la electricidad en si misma. Al subir ese componente, el aumento refleja esa variación.
En la provincia de Buenos Aires, el gobierno bonaerense ajustará la tarifa de luz en un 14%. El aumento se sentirá en las facturas de julio y está algo por debajo del incremento que tendrán Edenor y Edesur, que será del 16,5%.
Todavía falta una serie de pasos administrativos para concretar ese incremento, pero fuentes oficiales del gobierno bonaerense le indicaron que la suba será del 14% a DIB, una asociación de diarios bonaerenses.
El Directorio del Organismo de Control de la Energía Eléctrica de la provincia de Buenos Aires (OCEBA) se reúne todos los miércoles. Desde allí ya se decidió una suba del 14% para que las distribuidoras eléctricas bonaerenses paguen un precio más alto por la electricidad que consumen sus clientes.
OCEBA elaboró un cuadro tarifario, que debe ser aprobado por su directorio. Luego, le traspasará ese trabajo al ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos provincial. Desde allí saldrá la orden definitiva para establecer un nuevo cuadro tarifario.
La suba del 14% correrá para todas las distribuidoras radicadas en la provincia de Buenos Aires, salvo Edenor y Edesur, que están reguladas por el Enre, que depende del Estado nacional.
La provincia puede avanzar con subas sin necesidad de una audiencia pública.
En 2021, las distribuidoras bonaerenses subieron sus tarifas en un 7%. Ahora, al aumento del 22% de marzo, se aplicará una segunda una que será de un 14%, con un pico de casi 15% para un puñado de usuarios.
Se aplicará desde junio, con impacto en las boletas de julio. El aumento acumulado entre las dos tandas alcanza al 36%. Estaría siendo la mitad de lo que calculan los economistas como inflación de este año (la sitúan por arriba del 70%).
Desde comienzos de mes, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) cumplió una orden de la Secretaría de Energía y publicó los nuevos cuadros tarifarios que rigen desde junio, con un incremento final de 16,5% en promedio para la mayoría de los usuarios residenciales.
Pero el Enre solo tiene jurisdicción sobre las distribuidoras eléctricas del conurbano y la ciudad de Buenos Aires, Edenor y Edesur. En el resto del país, los entes provinciales son los encargados de trasladar a los usuarios residenciales los incrementos decididos por la Secretaría de Energía.
Durante la administración de Mauricio Macri, se propuso que el control de Edenor y Edesur pase a un ente bipartito entre la ciudad de Buenos Aires y el gobierno de la provincia. Pero el actual oficialismo desestimó esa decisión y devolvió al Enre las facultades para controlar a Edenor y Edesur.
