Cáncer de próstata: 5 razones para hacerse controles
No provoca síntomas en etapas tempranas, por lo que sin antecedentes aconsejan una consulta urológica a partir de los 50 años.
El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en hombres en Argentina. Se detectan más de 11.600 casos al año (incluso por encima del de colon y el de pulmón) y es el tercer tipo que mayor cantidad de muertes ocasiona en varones (más de 3700 muertes anuales).
Al ser una patología sin síntomas específicos en etapas tempranas, muchas veces se diagnostica en estadios avanzados. Dado que la edad es el principal factor de riesgo, se indica iniciar el control urológico a partir de los 50 años o una década antes quienes tienen antecedentes familiares de este tipo de tumores.
En vísperas del Día Mundial del Cáncer de próstata -que se conmemora el sábado 11 de junio-, especialistas y asociaciones de pacientes recuerdan la importancia de la detección temprana, herramienta clave en la decisión de indicar o no tratamiento para impedir o retrasar el avance del tumor, o simplemente realizar seguimiento.
En cualquiera de los dos casos, el objetivo es evitar que los hombres lleguen a la consulta en etapas avanzadas de la enfermedad, cuando ya manifiesta síntomas y el pronóstico es más complejo.
Uno de cada 8
"Argentina tiene cifras semejantes a las de países desarrollados occidentales, como los de Norteamérica y Europa. Aproximadamente uno de cada 7 u 8 hombres va a tener cáncer de próstata a lo largo de su vida", indica el oncólogo clínico Juan Sade, jefe de la Unidad Genitourinaria del Instituto Alexander Fleming.
Un dato importante es que la mayoría de los hombres diagnosticados con cáncer de próstata no morirá por esta causa. Mientras el riesgo de padecer la enfermedad en el tiempo de vida alcanza a uno de cada ocho, sólo un 3% fallecerá por este tumor.
No obstante, la alta incidencia de casos hace que, en números absolutos, la cifra de muertes sea elevada (en Argentina mueren unos 10 hombres al día por esta causa).
Cómo se origina el cáncer de próstata
El tumor se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer sin control. Suele avanzar muy lentamente, por lo que a menudo no presenta síntomas tempranos y por eso se indica un control urológico que pueda detectarlo en forma precoz.
Diferente de la hiperplasia prostática benigna
Hay otras condiciones que pueden afectar la próstata y que sí pueden provocar manifestaciones clínicas que impactan en la calidad de vida.
"Todos los hombres sufrimos agrandamiento prostático benigno a lo largo de los años; y muchos de nosotros tenemos síntomas asociados a ese agrandamiento, que se llama hiperplasia prostática benigna", explica.
La hiperplasia prostática benigna es una afección asociada al envejecimiento que comienza alrededor de los 40 años y que se caracteriza principalmente por cambios estructurales a nivel de la próstata que provocan, entre otros síntomas, mayor necesidad de levantarse a la noche a orinar, dificultad para empezar a hacer pis y aumento de la frecuencia.
Si bien no se relaciona con el cáncer de próstata, son dos enfermedades que pueden coexistir.
Cómo se detecta el cáncer de próstata
"A menos que el paciente haga estudios de detección precoz, no va a detectar síntomas, por lo que podría llegar tarde al diagnóstico”, insiste Sade.
Desde la Fundación ACIAPO, Atención Comunitaria Integral al Paciente Oncológico, que viene trabajando en la concientización sobre la necesidad de detectar a tiempo este cáncer, remarcan que la mejor estrategia es tener un urólogo de cabecera que indique los controles necesarios (entre los que se incluyen tacto rectal y un análisis en sangre del Antígeno Prostático Específico, PSA, por sus siglas en inglés).
Como medida general, los hombres mayores de 50 años deben comenzar y tener al menos un chequeo y definir con su médico cuánto más deben seguir haciendo estos controles, indica Gustavo Villoldo, subjefe del Servicio de Urología del Instituto Alexander Fleming.
5 razones para la consulta
1. Edad
Tener más de 50 años incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. El paso del tiempo es el principal factor de riesgo. Por eso, teniendo un urólogo de cabecera, uno puede conversar en cada consulta sobre qué estudio es el más conveniente realizar en cada oportunidad, ateniendo las particularidades de cada caso.
2. Antecedentes familiares
Tener o haber tenido un familiar de primer grado con cáncer de próstata (padre o hermano) duplica el riesgo de desarrollar la enfermedad.
"No es algo que deba generar alarma, pero sí la conciencia suficiente para no postergar una consulta médica. De hecho, la indicación habitual de ir al urólogo desde los 50 años se anticipa a los 45 o 40 ante la existencia de antecedentes", subrayan desde ACIAPO.
Tener en cuenta esos dos factores de riesgo permiten realizar una consulta que posibilite la detección temprana. En ese sentido, Marta Artigas, Fundadora y Presidente de ACIAPO, subraya que "no hay que esperar a tener síntomas urológicos para realizar una consulta médica".
Y añade: "La mejor medicina es la que se anticipa y llega antes de que la enfermedad avance. Por eso, siempre insistimos en la importancia de ir al médico. Las mujeres tenemos incorporada la necesidad de realizarnos una mamografía al año, pero el hombre aún no va al urólogo, ni siquiera ante la presencia de síntomas".
Sade, en tanto, destaca que cuando el tumor llega a etapas avanzadas, se puede manifestar, por ejemplo, "con sangre en la orina, una obstrucción urinaria o dolor en los huesos, pero esto ya es cuando ha invadido la vejiga o ha hecho metástasis en los huesos".
Por eso, otras señales a tener en cuenta son:
3. Alteraciones al orinar
Las ganas frecuentes de orinar (sobre todo por la noche), la dificultad para hacerlo, el flujo débil, entre otros, son síntomas urológicos que llegan con los años y los hombres asumen -erróneamente- que son inevitables y que responden únicamente al paso del tiempo.
Fernando Romanelli, Coordinador de Programas de ACIAPO, subraya que “los médicos siempre insisten en que todas las alteraciones al orinar, incluyendo el dolor, ardor o sangrado, tienen que llamar la atención, porque pueden estar reflejando la existencia de una enfermedad urológica, que tal vez no sea cáncer, y ojalá que no, pero -en cualquier caso- la persona deberá pedir un turno con un urólogo, sin dejar pasar más tiempo”.
4.Otras manifestaciones urológicas
La presencia de sangre en el semen y/o el dolor al eyacular ya son un signo y un síntoma que tienen que orientar al médico en que algo está sucediendo en el sistema urinario, por lo que seguramente indicará estudios para explicar su causa.
5. Dolores
Dolor persistente en la espalda, cadera o la pelvis, seguramente no sean síntomas que lo hagan pensar a uno en enfermedades prostáticas, pero, si se mantienen en el tiempo, es pertinente ver a un médico para identificar el origen de esos dolores y descartar cualquier problema mayor, porque lo cierto es que podrían ser signos de una enfermedad prostática.
Diagnóstico y ¿tratamiento?
A grandes rasgos, las diferentes opciones de tratamiento son la vigilancia activa (seguimiento de la evolución sin indicar un tratamiento específico), la cirugía, radioterapia, crioterapia, terapia hormonal, quimioterapia e inmunoterapia.
Tras el diagnóstico, el médico -en diálogo con el paciente- determinará los mejores pasos a seguir a partir del estadio de la enfermedad, su evolución, la edad y estado general del paciente.