Sociedad 04/06/2022 14:08hs

La historia de amor de las dos ex Leonas que se alejaron de todo e hicieron un tratamiento de fertilidad para ser madres

Silvina D´Elia y Rosario Luchetti se mudaron a Mendoza y tuvieron a Tomás. Charo fue la gestante y se sometió a un tratamiento que incluyó la donación de espermatozoides y el óvulo extraído a Piti.

Silvina D´Elía y Rosario Luchetti jugadoras del seleccionado de hockey sobre césped, fueron madres hace dos meses. Foto: Ignacio Blanco.
Silvina D´Elía y Rosario Luchetti jugadoras del seleccionado de hockey sobre césped, fueron madres hace dos meses. Foto: Ignacio Blanco.
La historia de amor de las dos ex Leonas que se alejaron de todo e hicieron un tratamiento de fertilidad para ser madres La historia de amor de las dos ex Leonas que se alejaron de todo e hicieron un tratamiento de fertilidad para ser madres La historia de amor de las dos ex Leonas que se alejaron de todo e hicieron un tratamiento de fertilidad para ser madres

La vida siempre tiene algo más para regalar. Y después de la gloria, el oro y el reconocimiento del hincha argentino, a Rosario Charo Luchetti (37) y Silvina Piti D´Elia (36), el futuro les tenía algo mejor: una vida juntas y un hijo que las llena de felicidad.

Charo y Piti, como todos las llaman, son dos referentes de Las Leonas que eligieron Mendoza para construir una casa y formar una familia. Hoy disfrutan de paseos en las cálidas siestas mendocinas y las impresionantes vistas a la cordillera nevada, mientras planean proyectos ligados al hockey sobre césped.

Cuando se conocieron en 2003 como parte de Las Leoncitas, compartían los entrenamientos, los viajes, las competencias, y consiguieron una seguidilla de triunfos. Como integrantes del seleccionado nacional, lograron la Copa del Mundo en 2010, en Rosario, y la medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012.

Ahora, aunque no han perdido la esencia del juego y la competencia, sus vidas giran en torno a Tomás, el bebé que nació el 7 de marzo y apenas tiene dos meses.

Hace ocho años que están en pareja. De una amistad como compañeras de juego, surgió el amor. La idea de tener un bebé la tenían desde 2018, pero la convocatoria de su histórico entrenador Carlos Chapa Retegui, para sumarlas al equipo que iba a los juegos en Tokio, cambió los planes.

“Ya habíamos decidido hacer el tratamiento y teníamos todo aprobado con la obra social. El mismo día que nos confirman que podíamos arrancar el tratamiento, nos llama el Chapa para ver la posibilidad de volver a jugar en el seleccionado. Lo pensamos, y en ese momento decidimos priorizar la carrera deportiva, aunque después los Juegos Olímpicos se postergaron y finalmente, tampoco los jugamos”, cuenta D´Elia, en un encuentro con Clarín.

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Pandemia de por medio, se mudaron a Mendoza y volvió la idea de tener hijos. El embarazo lo llevó Charo como madre gestante. Ella es quien ahora le da de mamar y quien pasa mayor tiempo con el bebé.

El resto del cuidado de Tomás, como cambiar pañales y hacerlos dormir, tratan de repartirlo por igual. Confiesan a coro que lo más difícil es “no poder dormir de corrido” porque el bebé demanda mucha atención.

En ese aprendizaje diario que es la maternidad, Charo dice: “Nadie te enseña, todos te hablan desde su experiencia pero cada uno lo vive a su manera y hay cosas que se aprenden cuando te tocan”.

Ahora la prioridad es el bebé. Piti cuenta que Charo está más en la casa con Tomás y ella sale a trabajar todas las tardes como coordinadora de divisiones inferiores del Club Marista, donde comenzó su carrera.

Toda esta nueva vida junto al bebé, estuvo planeada. “Eran muy fuertes las ganas de ser mamá. El embarazo y el parto fueron maravillosos”, dice Charo, quien surgió del Belgrano Athlétic Club y jugó entre el 2005 y 2021 en Las Leonas.

Para quedar embarazada, Luchetti se sometió a un tratamiento que incluyó la donación de espermatozoides y el óvulo extraído a D´Elia, a través de una fertilización in vitro. “Me sacaron como 15 óvulos, de los cuales finalmente quedaron 3 embriones, dos están congelados y uno es Tomi”, contó Piti. la deportista nacida en Mendoza, que jugó como defensora entre 2003 y 2011 en Las Leonas.

Si agrandan la familia, es posible que intercambien roles y que D´Elia sea la mamá gestante. Es el plan inicial, pero el tiempo dirá.

El nombre del bebé lo tenían pensado de antes y no hubo discusión en la pareja. Lo más complicado fue decidir cuál de los dos apellidos llevaría en primer término el hijo de ambas. Como si se tratara del arranque de un partido, la solución vino por sorteo. Al final, la moneda cayó para el lado de Piti , lo inscribieron como D'Elía Luchetti.

"Tomy es un nene muy alegre, lindo, tierno y está empezando a hacer sus primeros sonidos. Estamos felices", cuenta Piti, enamorada de su bebé.

La familia se completa con Saroo, el perro que Charo encontró en la calle cuando fue a jugar un torneo al Buenos Aires Cricket & Rugby Club. Fue un impulso, y se lo llevó a su casa. Y de ahí a vivir en Mendoza.

Las campeonas aseguran que el día ideal para compartir en familia es el viernes: "Es el único día que no entreno y me puedo quedar en casa con Charo y Tomi. Desayunamos y salimos a pasear con el perro, disfrutamos del calorcito de la siesta y al atardecer, prendemos la parrilla para comer algo rico", describe D´Elia.

La nostalgia por Las Leonas y una vieja rivalidad

Las dos hablan de Las Leonas como una etapa cumplida y cerrada. Y reconocen que miran los partidos con nostalgia, pero convencidas de la decisión que tomaron de dejar la Selección y tenerlo a Tomás.

Luchetti, confiesa: “Mi carrera en el seleccionado está terminada. No me imagino viajando y dejando a Tomi mucho tiempo, menos siendo tan chico. Creo que en eso el deporte tiene que evolucionar y generar las condiciones para que una deportista pueda viajar con su hijo”.

Ninguna piensa volver a jugar en la Selección. “Son etapas cumplidas. Está la nostalgia por todo lo que conseguí con el equipo y lo que le di por más de 15 años. Pero hay que dejarle el camino a las generaciones nuevas. Prefiero trabajar tranquila como entrenadora”, dice DÉlia sobre su presente.

Siguen en contacto con otras Leonas, amigas de muchos años que sienten como parte de su familia. Están informadas y pendientes de cómo está el equipo, siempre acompañando pero ahora como hinchas. 

De la nueva formación de Las Leonas, Piti opina: "Creo que el cambio de entrenador le ha hecho muy bien al equipo (NdeR: Fernando Ferrara reemplazó a Retegui), se ve algo muy lindo, con muchas caras nuevas entre las jugadoras, aunque son chicas que tienen mucha experiencia en el juego”.

"Creemos que las Leonas harán un buen mundial (arranca el 1 de julio en España - Países Bajos)", reafirman.

Las dos son fanáticas de la Selección, también la de fútbol. “Sentarnos a ver los partidos del mundial, es un planazo”, dice Charo.

Admiten que siguen siendo competitivas: “Hasta cuando hablamos para ver quién dice la última palabra”, cuenta Piti. Y Charo recuerda lo divertido que era jugar en contra de su novia: “Había una linda rivalidad”.

De la cantidad de logros que obtuvieron con las Leonas lo que más han disfrutado fue la final del Mundial 2010, en la ciudad de Rosario. Fue un torneo perfecto, donde ganaron siete partidos consecutivos para lograr el título de manera invictas contra Sudáfrica, Corea, España, China, Inglaterra, Alemania y Holanda.

Cuáles son los nuevos proyectos, lejos del Cenard

El futuro cercano las llevará a algún nuevo destino ligado al deporte que tanto aman. Piensan en Europa, como una posibilidad. Aunque no están seguras si como jugadoras o entrenadoras. “Nos gusta movernos, cambiar de lugar”, dice Charo.

"Nos gusta vivir el momento, eso nos dejó el seleccionado, cada momento hay que vivirlo y sentirlo, Ahora estamos en Mendoza felices, pero no planeamos cómo será la vida de acá a 10 años", sostiene Piti. Sin embargo, menciona que un proyecto pendiente es estar algunas temporadas afuera como jugadores y entrenadoras: "No podemos demorarlo mucho más porque el cuerpo no es lo mismo a los 26 que a los 36".

Piti volvió a jugar en la primera de Marista y Charo acaba de sumarse a los entrenamientos de ese club mendocino. Es posible que en la próxima temporada terminen jugando para el mismo equipo.

"Jugar juntas es algo que disfrutamos un montón, ahí se termina la competencia, es un placer", cuenta Charo.

Y sobre el proyecto de la familia, también hay planes. “Nos gustaría que Tomás tenga un hermanita o hermanito. Ser hijo único sería aburrido”, sostienen las mamás leonas.

Tomás ya recibió de regalo dos camisetas; una del club Marista y otra de Boca, porque las mamás son fanáticas del xeneize.

Aún nadie le regaló un palo de hockey, aunque no tardará en llegar: "No por qué seamos leonas Tomi tendrá que jugar al hockey. Queremos que elija el deporte que más le guste", dice Piti.

Su único deseo es que su hijo juegue a un deporte en equipo porque, destaca, "te da un montón de herramientas para la vida" y aprendes que "uno no está por encima de otro sino en función del equipo". Transmitirle el espíritu de pertenencia y entrega al equipo que ha sido fundamental en el éxito de Las Leonas.


 

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