Consultado sobre el tema, el productor suarense comentó que, a su criterio, el descontento general de la población se debe al incremento diario de la inflación y la falta del gobierno de crear un plan económico acorde. “No tenemos un plan económico. El único plan económico que hoy aparentemente tenemos es la emisión para tratar de tapar necesidades básicas, fundamentalmente con ayudas y subsidios para de alguna forma contener a mucha gente”, aseveró.
“Este es el único ingreso que tenemos. Para esto es fundamental una alta emisión, y esa alta emisión crea inflación. Si bien ya veníamos con inflación en Argentina, siempre la hubo, este año y el año pasado se acrecentó muchísimo y eso hizo que los salarios se hayan pulverizado”.
Respecto a los salarios, que han quedado muy por debajo del índice inflacionario, Roth agregó que “realmente el asalariado está muy mal, porque lo que le incrementan como salario no llega a cubrir en gran medida a la inflación, entonces cuando el empleado o el trabajador va a hacer las compras, a cambiar las gomas del auto, a comprar en el supermercado o a pagar los impuestos, cada vez le alcanza para menos y eso hace que hoy realmente ahorrar, mantenerse, pagar un crédito para arreglar la casa, o pintar o mantenerla en condiciones sea casi imposible; además hay que mandar los chicos al colegio y todo está más difícil y eso se ve en el humor de la calle”.
Del otro lado
Por lo general la queja viene de los de más abajo, de los trabajadores. Pero del otro lado del mostrador están las empresas encargadas de generar recursos para poder pagar a los trabajadores, y la crisis les llega a todos. “El empresariado tampoco está bien”, aseveró Roth, “cada vez más con una alta carga impositiva y eso hace que sea bastante difícil. Lo estamos viendo en todos los sectores: en el caso del sector agropecuario la foto tampoco es muy distinta”.
Sobre el sector agropecuario, ámbito donde Roth tiene vasta experiencia, el productor indicó que el ciudadano común tiene una idea errónea sobre la situación que atraviesa el sector. “Si bien la gente en su mayoría piensa que al sector agropecuario le va bien, hoy en realidad la cosecha que estamos cosechando se hizo con unos costos de insumos en dólares muy inferiores y con precios de los commodities (productos de comercialización) en alza, esto hace que tenga un excedente financiero. Pero para encarar la campaña que se avecina, para la nueva siembra los costos subieron muchísimo, y cuando digo muchísimo subieron más del 150% en dólares. Estoy hablando de los fertilizantes, de los agroquímicos y si bien el precio del commodity ha subido, no ha sido en la medida que han subido los costos”, explicó Roth, y agregó: “Es decir, la soja ha subido con el dólar oficial un 40%; el trigo ha subido 150%, pero los insumos subieron mucho más. Eso hace que para la próxima campaña que se avecina, seguramente el productor va a usar menos tecnología. Porque si realmente utiliza la cantidad de fertilizante que tiene que utilizar, es muy riesgoso y el rendimiento que necesita para salir hecho está por encima de la media de la zona”.
“Entonces seguramente va a resignar tecnología, la menor utilización va a ser en fertilizantes y eso va a traer seguramente una consecuencia de un menor rendimiento, y por lo tanto una menor producción a nivel local, provincial y lógicamente nacional”, añadió.
Una economía ficticia
Según el entrevistado, el mercado se está moviendo con la compra de maquinaria por parte de los productores, apuntaladas por créditos favorables. “Es decir, créditos que está tomando el sector agropecuario a través de bancos oficiales y privados, donde la tasa de interés está muy por debajo de la proyección de la inflación”, explicó. “Entonces hace que los productores inviertan y compren el 95% o más de la venta de maquinaria a través de crédito bancario, que sustentan también de alguna forma que la industria siga trabajando”.
Roth también calculó que dichos créditos se pagan con déficit, entonces cuando se realice una equiparación o sinceramiento entre la tasa de interés con la tasa inflación el mercado de maquinaria y el movimiento seguramente se va a parar. “También tuvimos en nuestra zona una buena cosecha, eso hace que el agro sea el motor de la economía, el que está generando dólares genuinos y en cierta forma está permitiendo la exportación de productos”.
“En definitiva, está dando capacidad de exportación a través de la balanza comercial, pero con esta carga impositiva y con este aumento de los costos, cualquier problema climático que suceda en el medio o cualquier tendencia a la baja de los commodities en los próximos años, cuando en algún momento esta guerra entre Ucrania y Rusia termine, seguramente los comoditties van a tender a bajar. Entonces la ecuación va a ser muy distinta y esta ficción se va a terminar”.
“Por otro lado, el productor está cobrando con un dólar a $ 114, que es un dólar totalmente ficticio”, aclaró. “Y está comprando a dólar oficial, pero con insumos que han crecido muchísimo en dólares. Cuando se haga un sinceramiento será muy perjudicial para el sector”.
Grave retraso cambiario
Javier Roth mencionó el gran atraso cambiario que sufre el país, el cuál es cada vez mayor. “El dólar oficial subió en el interanual un 28% con una inflación del 65% o 70%, o sea que en realidad el dólar no subió ni el 50% en la inflación”, declaró. “Vamos a tener un dólar totalmente retrasado, sueldos retrasados, tarifas totalmente retrasadas de luz y gas que no condicen con la realidad. Hoy vamos estamos importando gas y vamos a importar gasoil con una suba tremenda en dólares después del conflicto bélico. Sin embargo, eso no se ve reflejado en el mercado local”.
“La carga impositiva no da para más, la emisión monetaria es altísima… con este cóctel de medidas es muy difícil que todo pueda terminar bien”, aseguró. “Es una es una olla a presión que en algún momento no sé quién va a tener que empezar a abrirla y empezar a destaparla, empezar a acomodarlo porque sinceramente es una economía ficticia la que estamos viviendo en cuanto a si te comparas con países limítrofes”.
“Esto se acumula y en algún momento la economía se ajusta sola”, marcó Roth. “Cuando no queden más dólares, cuando no se pueda emitir más, cuando no se puedan mantener más estas tarifas, seguramente se va a ajustar por sí solo y Dios dirá qué pase luego”.
El productor agropecuario y proveedor de servicios para el sector, indicó que quienes peor la pasan en este momento son los trabajadores, pero aseguró que con medidas concretas, adecuadas y sostenibles en el tiempo el país tiene todas las condiciones para ser una potencia porque producimos lo que el mundo necesita. “Vivimos en una economía ficticia y al trabajador le va mal, pero este país tiene todas las condiciones para ser potencia”, sentenció.
“Están pateando la pelota para adelante”
Roth fue consultado sobre si piensa que este Gobierno está estirando la situación para que te explote al que venga después, el productor aseguró que esa es la sensación que tiene. ”No tenemos un programa económico, si por lo menos tuviéramos un programa económico que genere actividad y genere superávit para hacer frente a los vencimientos que tenemos, alguna forma que la economía se ponga en marcha y hacer un plan sí, pero lo que hoy se ve y creo que en todos los sectores pasa lo mismo, es que lo único que está haciendo el Gobierno de esta forma es tratar de patear la pelota para adelante. Todavía falta mucho para las próximas elecciones, hay que ver si se llega y cómo se llega”.
Trabajar en conjunto: una utopía
“De esto se sale con un plan integral de todas las fuerzas políticas, cosa bastante utópica en nuestro país”, expresó Roth. “Un gran acuerdo político con toda la gente adentro: con el trabajador, con el sector empresarial, con la industria, con el campo y que sea un programa a largo plazo. Cada Gobierno hace parches y sin financiamiento exterior, sin inversiones, esto es muy complicado”.
“Ojalá que algún día sea un plan económico serio, con un gran acuerdo político. Nadie se salva solo”, ratificó. “Que Argentina recupere confianza en el mundo, que tengamos acceso crediticio y que vengan inversiones. Hoy en un país globalizado salir con lo nuestro es muy difícil, un país que no tenemos prácticamente industria, que 80% de la exportación proviene del sector agropecuario que exporta en materia prima con muy poca elaboración. Es decir, no genera mano de obra, entonces en realidad estamos en un sector primario como es el agropecuario exportando la materia prima primaria prácticamente como sale desde la cosechadora”.
“Para que eso se industrialice y se pueda vender como aceite, como harina, como balanceado, elaborado como fideos, eso también requiere inversiones, requiere buscar mercado y ser competitivos. Esa es la tarea que tenemos por delante”.
Un país exportador
“Hoy el mundo demanda alimentos. Este conflicto hizo que los commodities suban en valor, cada vez sube más la población y hay que alimentarla. Cada vez en el mundo, fundamentalmente en China y Asia, la gente come un poco mejor, con más proteína y eso para nosotros es buenísimo porque exportamos soja. Entonces estamos en un mundo que requieren nuestros alimentos, que cada vez demanda más nuestra producción” reflexionó.
Y agregó: “Eso es beneficioso y si lo sabemos ocupar y realmente el Gobierno de turno lo sabe desarrollar, y provocamos que cada vez haya más crédito para riego, que cada vez se produzca más, producción de productos que el mundo cada vez necesita más, como soja, carnes, leche, trigo; eso es buenísimo, por eso, con políticas acordes y claras, que se sostengan en el tiempo y en productor sepa siempre en qué condiciones va a producir, nuestro país tiene un buen futuro, pero para eso hay que trabajar y ser efectivos y sensatos”.
