En el gremio Mayoritario de Pami , la Unión de trabajadores del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados se viven situaciones salidas de una película de gangsters.
Su secretario general Osvaldo Barreñada estuvo negociando días atrás con la conducción política camporista del PAMI un «aporte solidario» de los trabajadores hacia los gremios paritarios que perjudicaría a los gremios no paritarios y a los trabajadores que consideran ese aporte como un verdadero robo. El monto es del 2% sobre el bruto, un porcentaje que cuadriplicaría al que ya rige para los estatales desde comienzos de año.
Eso no es todo. Al referente sindical lo denuncian por sus modos antidemocráticos y lo acusan de perseguir a los opositores a su conducción. Uno de los casos es el de Leandro Vallejos quien asegura que le armaron una causa cuando era secretario nacional: «Me echaron del sindicato por una denuncia de amenazas que fue archivada en dos ocasiones con cuatro testigos que ninguno corroboró lo que decía la denunciante». Más aún, según el relato de Vallejos, «uno de los testigos aseguró que la causa estaba armada por un delegado del gremio para ensuciarme” ,”desde el comienzo la idea fue expulsarme del sindicato , pero para eso primero tuvieron que ensuciarme inventado que era un violento”.
El año pasado, a fines de febrero, a Vallejos le cortaron su línea telefónica del celular y desde otro movil pudieron acceder a sus conversaciones y redes durante 24 horas. La justicia investiga si se trató de espionaje sindical interno .Al día de la fecha ya hay un imputado por ese hecho se trata de Adrian Grillo quien responde a la conducción del sindicato Barreñada, Federico Luqui y Walter Leites quienes ya prestaron declaración en la causa.
La otra causa judicial que aún está abierta es la del Belgrano Cargas en la que el sindicalista todopoderoso del PAMI está procesado por negociaciones incompatibles en ejercicio de la función pública junto con uno de sus hombres de extrema confianza Alberto Darnay también empleado del Pami y miembro del sindicato. Consultado por este medio, en el entorno del sindicalista aseguran que la causa de Belgrano Cargas fue armada y que los aprietes no existieron: «La justicia lo demostrará».
El sindicalista Tucumano tiene incidencia en Buenos Aires pero su base de poder político real está en Tucumán , donde tiene gente suya en las áreas más importantes de la Ugl como Gerencia Administrativa Contable, Gerencia Juridicas y Gerencia Médicas .Una enorme caja política, en una ugl que tiene casi 190 mil afiliados.
En el PAMI no son pocos los que aseguran que las autoridades miran para otro lado ante los atropellos de un grupo de sindicalistas, y un sindicato que se ocupa de amedrentar y perseguir trabajadores en vez de defenderlos.