“Te da rabia”. Con esa frase, Néstor Hirigoity, un contratista rural de la localidad bonaerense de Coronel Suárez, resumió el estado de ánimo que tiene luego que le rompieron dos silobolsas con unas 300 toneladas de trigo.
En algún momento del miércoles a la tardecita o bien avanzada la noche, al contratista, que trabaja en la región con esquemas de producción a porcentajes con dueños de campo, le ingresaron en un lote muy cercano al pueblo y le vandalizaron esos bolsones. Con estas roturas, según un relevamiento que se lleva adelante desde abril de 2020 ya asciende a 262 la cantidad de bolsones siniestrados.
En el caso de Hirigoity no es la primera vez que sufre un hecho así. En septiembre del año pasado, le habían vandalizado también dos silobolsas con trigo.
“No sospecho de nadie, no tengo problemas con la gente que uno pueda haber despedido. Puede ser alguien resentido con el sistema, con esto de los bolsones”, indicó.
En el lugar, según contó, se había estado trabajando hasta antes del hecho para hacer tareas de preparación de cara a la próxima siembra de cebada. “Esto fue anoche o a la tardecita”, describió.
Tras lo ocurrido, realizó la correspondiente denuncia policial. Las patrullas rurales recorren las zonas justamente de los campos, pero en esta situación, al tratarse de un lugar muy próximo al pueblo, el monitoreo es de la policía del distrito. Además de la denuncia policial, Hirigoity puso en tema de lo ocurrido a la Sociedad Rural local, de la cual ha tenido una activa participación en la institución.
Críticas
“Acá lo que no se hace es combatir a los vándalos que están en estas cosas; es difícil encontrarlos”, señaló.
Vale recordar que el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, en plena ola de ataques en 2020 presentó un proyecto de ley que permitía castigar con hasta cinco años de cárcel esta clase de hechos de vandalismo, entre otros. Sin embargo, no hubo avances con esa iniciativa del diputado nacional.
Para los productores, dejar bolsones en los campos para la logística de la cosecha es algo habitual y práctico.
Como el cereal quedó esparcido por el suelo, el productor organizó un operativo para recuperarlo y llevarlo a una planta de acopio.
“Tenemos que cargar entre 8 y 9 camiones, estamos organizando el cargamento con una extractora que contratamos. No es lo mismo cargar con el silobolsa cuando está impecable que roto”, precisó.
Insistió en que el móvil de lo ocurrido en el establecimiento “no fue un robo”, sino para “hacer daño”. Indicó: “Es gente inadaptada”.
En la zona, que es de campos con extensiones chicas, en otro momento también había hechos de carneadas, pero, indicó, ahora no se vive esa situación. (LN)
Cuando el año pasado había sufrido la rotura de los dos silobolsas con trigo, en ese momento Hirigoity también tenía un fuerte malestar por el ataque a los bolsones.
“Es una forma cobarde que tienen de defender no sé qué cosa. Es un palo más en la rueda. Nosotros estamos acostumbrados a trabajar y lo seguiremos haciendo”, señaló en esa oportunidad. “Te da rabia”, indicó tras el nuevo hecho.