Silvio Miguel Ángel Lezcano, alias “Tito”, está detenido acusado de encubrimiento del crimen de Juan Matías Pereyra. Sin embargo, las pruebas que se han reunido en su contra lo sitúan como el autor del asesinato consumado en un campo próximo a Cabildo por la ruta provincial 51.
No sólo el ticket de la carga de combustible en la estación ORBE y las cámaras donde se observa el momento de ingreso y egreso a ese comercio con Lezcano a bordo del auto junto con Pereyra son elementos de cargo. Las declaraciones de dos testigos claves a las que tuvo acceso exclusivo La Brújula 24 lo comprometen y, por los horarios que esas personas aportan, lo sitúan como posible responsable del homicidio.
Voceros del caso dijeron que, en principio, Lezcano iba a declarar ante el Fiscal Jorge Viego pero cuando los abogados defensores vieron la prueba acumulada, le dijeron que no hable.
Luis Alejandro Vilo, uno de los testigos, declaró que conoce a Tito desde hace un tiempo, del barrio.
El sábado, entre las 22 y 23 horas, él caminaba hacia un negocio y se lo cruza a Tito, que circulaba en un auto de color gris, que no sería otro que el robado del escenario del asesinato.
Según Vilo, Lezcano le comentó que se había separado y que tenía unas cosas para vender, como por ejemplo un caloventor. Media hora más tarde, Tito le llevó el caloventor negro (un aparato de similares característica le robaron a la víctima).
“Lo probamos y andaba bien. Le pregunté el precio y me dijo 5.000 pesos. Le entregué 3.000 y le dije que el domingo le daría el resto, y me comentó que también tenía un televisor para vender. Por mensseger envió fotos de las cosas que vendía, entre las que había un minicompresor para auto”, indicó Vilo en su declaración ante los investigadores.
El testigo escuchó el lunes que Lezcano había matado a un hombre, que andaba en un auto gris y que habían robado electrodomésticos de la casa de la víctima, por lo que inmediatamente se presentó en la DDI con el caloventor y para dar cuenta de lo que Tito le había manifestado porque no quería tener problemas con la justicia.
Otro testimonio comprometedor para el acusado lo ofreció un hombre de apellido Paredes Gallardo.
Esta persona se presenta en una dependencia policial luego de enterarse por su padrastro del crimen y afirma que su amigo Lezcano, estaba preso por un homicidio.
Cuenta que el sábado, Tito lo llama por Watshapp y lo invita a tomar una cerveza. El testigo le contestó que sí. Cuando él iba caminando ve pasar un vehículo color gris con vidrios polarizados y reconoce como conductor a Lezcano. El auto frenó. Le preguntó si había comprado un auto y le dijo que no, que era de un primo.
“Hicimos cosas de amigos esa noche, dimos una vuelta en el auto y después se fue. Esa noche dormí en la casa de mi novia, así que no lo vi más. Le pregunté a la mañana siguiente por Watshapp cómo andaba y le dije que preparara unos mates, que yo acompañaba a mi novia a la parada del colectivo y pasaba por su casa. Cuando esperábamos el cole con mi novia lo vi parado al tito en el auto, cerca del puente que lleva al mercado y le dije que estaban esperando el colectivo. ‘Los llevo’, y nos llevó al shopping”, indicó Paredes Gallardo.
“Tomando mate me ofreció un televisor que era del primo, que se quedara tranquilo que no era robado. Le dijo que tenía 6 lucas y le preguntó si tenía los papeles, el cable y el control remoto. ‘Después te lo consigo’, me dijo. Me llevó a mi casa con el TV. A la noche del domingo nos volvimos a ver, comimos una hamburguesa en el carrito y nos tomamos una birrita. Me fui a dormir temprano porque al día siguiente me iba a trabajar temprano a Monte Hermoso”, finalizó el declarante.