El Antojo, un famoso bodegón que hace una de las milanesas más codiciadas de todo Buenos Aires, tiene grandes problemas para conseguir a sus trabajadores. Es que, según los dichos del propietario, los postulantes no están dispuestos a trabajar durante los fines de semana, lo que le trae inconvenientes para tomar gente.
Cristian Franco empezó en el local como empleado y ahora es dueño del local, pero contó la realidad que atraviesan: “Era mozo y en 2002 cuando hubo corralito, el dueño abandonó todo”, relató.
“Tuve la posibilidad de arrancar, y arrancamos pidiendo gaseosas al vecino. Ahora ya tenemos tres locales acá y dos en Paraguay”, añadió el propietario; y consideró: “Estamos caminando de a poco”, en declaraciones radiales.
Franco recordó cuando llegó de joven, hace 20 años, desde Paraguay, para poder trabajar: “Cuando vine no tenía dónde dormir, comencé como bachero, lavando platos, después ayudante en el mostrador y después mozo”, relató. “Son procesos que ahora no se hacen”, señaló el propietario.
“Ahora cambió un montón”, sostuvo el dueño del flamante bodegón, que ya es todo un clásico. Entonces, fue que Franco explicó qué es lo que le sucede a su local gastronómico: “No se consigue gente para trabajar en gastronomía; no sabría decir por qué”, reconoció.
“Me preguntan si tengo gente y estamos muy escasos”, añadió Franco. “Después de la pandemia los sábados y domingo no quieren trabajar”, indicó sobre la preferencia de sus potenciales empleados, que parece haberse modificado con los meses de restricciones por el coronavirus.
“Nosotros tenemos empleados en nuestra sucursal, pero para abrir otro local no tenemos gente”, reconoció Franco, acerca de la posibilidad de sumar una nueva sucursal, pero está imposibilitado por “falta mano de obra”. Además, el dueño confesó: “Nosotros pagamos muy bien. A mi milanesero lo cuido como a Messi, le digo ‘Milanessi’”, bromeó.