La columna de Osvaldo Bazan: "No todo se compra, Alberto"

El móvil policial custodiaba la cuadra, ahí cerca de la Rotonda del Avión, en Guaymallén. Miguel no podía ir a su trabajo en el local de la avenida España, en el centro de Mendoza, que estaba cerrado. Su sobrina de 12 años estaba internada en el Hospital Infantil Notti. No podía visitarla. No podía asistir a su hermana.

Daniela, de Sarandí, provincia de Buenos Aires, se preocupó cuando no consiguió que su hija de 16 años se levantase de la cama. Era julio del ’20. Intentó convencerla de que se vista, de que se levante. La respuesta fue “acá en la cama y contra la pared es la única manera en que me siento bien”. Entonces Daniela consiguió que pudiera verse con alguna amiga de su hija, con la excusa de pasear a las mascotas. Mientras su hija se hundía en la depresión, su padre de 84 años se iba enfermando pero intentaba por todos los medios que no lo internaran. Las historias de asilamiento aterraban. Finalmente, el 9 de septiembre del ’20, como oxigenaba poco, se cumplió la peor pesadilla. Murió solo. Lo velaron sólo dos horas y a cajón cerrado.

Jesica Noel y su novio, en julio del ’20, gestionaron el IFE para mantener a flote el gimnasio que habían abierto, con seis empleados en la costanera de Posadas, Misiones. Tenían que pagar alquiler, luz, sueldos, cargas sociales. No se los dieron. Prácticamente lo regalaron, perdieron los ahorros y los sueños de toda una vida. Jesica, ya sin novio, se va en los próximos días a vivir a España. ¡Suerte, Jesica!

Carolina Marafioti es estilista de Nancy Dupláa, Julieta Ortega, Andrea Rincón y Fabiola Yánez. Hija del productor discográfico Mochín Marafioti, como asesora de Fabiola en la noche del 14 de julio de 2020 estuvo en la en la Residencia de Olivos, algo expresamente prohibido, por uno de los asistentes a la fiesta. Carolina, con el abogado Alejandro Rúa, (defensor de Cristina Fernández de Kirchner y Amado Boudou), consiguió con 200.000 extinguir la acción penal que pesaba sobre ella. Menos de los 277.940 pesos que le salió al país llevar a Carolina a Israel y hospedarla en el hotel Dan Panorama Jerusalem para que le ayudara a la primera dama con su look. Al momento de contratarla para ese trabajo, la estilista no poseía registros laborales.

El 14 de julio hubo otros cumpleaños, menos glamorosos.

La ahijada de Andrés del barrio de Boedo, en CABA, cumplía años y Andrés sólo consiguió para regalarle lo que tenía en su casa, unas cervezas caseras porque no se podía comprar nada. Se subió a la moto casi como un contrabandista esperando no ser descubierto. Llegó a Palermo, sorpresivamente tocó el timbre y se lloraron todo.

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Adryana de Lomas de Zamora se sentía mal por no poder acompañar a sus alumnos de química en el aula, por vivir sola sin ver a sus amigos. En el 2021 todo empeoró, mamá y papá sin covid pero llenos de tristeza y preocupación, murieron.

La madre de Joselo, en Formosa, se estaba haciendo diálisis, pero de urgencia la trasladaron a otro sanatorio. No la vieron nunca más. Falleció absolutamente sola una semana después. Joselo la vio unos instantes en la morgue porque le lloró al enfermero que lo dejase pasar.

La madre de Patricia, en Flores, Capital Federal, estaba cuidada por dos personas. Vivían cerca, pero tanto ella como su hermano eran considerados grupo de riesgo y no podían visitarla. Su mamá creía que estaba secuestrada. Apenas la dejaban salir al balcón, hacían consultas por videollamadas. Su estado empeoró rápidamente, al sentirse abandonada.

Sofía Pacchi fue modelo, realizó producciones fotográficas para la revista Hombres, participó de varios sketchs del programa filokirchnerista “Duro de Domar”, fue asistente de Fabiola Yáñez y fue contratada para “cumplir funciones” en el área de la Secretaría General de la Presidencia de Julio Vitobello. Fue pareja del empresario taiwanés Chien Chia Hong, de rápido crecimiento en el mundo de los negocios en los últimos años. Durante todo 2020 entró 65 veces a la residencia de Olivos. Festejó allí el 2 de abril el cumpleaños del presidente y el 14 de julio, el de Fabiola. En julio del ‘21 su sueldo era de más de 85.000 pesos. Hoy ya no trabaja y cuando se defendió en la Justicia dijo que cómo podía suponer que estaba violando una orden cuando era convocada por el emisor de esa orden, en la sede oficial de su residencia.

Paola, en Pilar, que trabajaba en tres casas de familia y un comedor, se quedó de golpe desocupada, viendo como su amiga de 54 años se moría en la puerta de su casa, abandonada; escuchando a su tía de 92 años llorar porque estaba solita y no podía cobrar su jubilación y con su padre angustiado todo el día.

A Patricia, tres días después de la noche de la foto, le avisaron desde el geriátrico de la calle Bahía Blanca de Capital que su mamá había fallecido. Desde Villa Ballester, donde vive, debía cruzar la General Paz, que divide la ciudad de la provincia. Para hacerlo tuvo que poner en el permiso que era para asistir a su madre, que ya estaba muerta, pero no había un ítem para eso. No pudieron ingresar al cementerio. Todavía no puede dejar sus cenizas en ningún lado ni sacar la ropa de la habitación. El dolor no se lo permite.

En Merlo, el marido de Susana festejaba su cumpleaños número 70 con sus hijos y sus nietos. Por zoom. Su hijo más chico empezaba su trágico periplo por cáncer de pulmón. Susana y su marido no pudieron acompañarlo como hubieran querido. En el siguiente cumpleaños ya no estuvo.

Alejandra y su esposo, mendocinos, estaban de paseo por Córdoba y allí los atrapó la cuarentena. Quedaron varados. Fallecieron sus suegros en Mendoza. Su marido pudo volver a la ciudad y ver por una ventana a su mamá antes de que la llevaran. Un mes después, en una ceremonia con poquitas personas, la funeraria les entregó las cenizas.

Florencia Fernández Peruilh fue la representante de la provincia de La Pampa en el certamen Miss Latina Argentina, el 21 de junio de 2015 en El Calafate. Es abogada, modelo y amiga de Fabiola Yáñez, por eso también estuvo en la fiesta del 14 en Olivos. Su defensa está en manos del abogado Fernando Burlando.

Otro pampeano, ese mismo 14 de julio, tenía otros problemas. El periodista Diego Cabot necesitaba ver a su madre que estaba sola en Santa Rosa, La Pampa. A través de la web consiguió un permiso. La policía lo esperó en el límite provincial. Le pidieron todo tipo de papeles, lo bajaron de su camioneta, le sacaron fotos. De allí hizo los 80 kilómetros hasta llegar a la capital provincial, en la entrada lo esperaba otro patrullero que lo escoltó con las luces encendidas, como a un delincuente y lo metieron en un hotel -que, obviamente, tuvo que pagar él- durante 15 días. En la puerta de su habitación le dejaban lavandina y cif. ¡Quince días! Recién después pudo ver a su madre y sólo por dos semanas porque le dieron un permiso para permanecer allí sólo hasta las 20 horas del 24 de agosto. Si se quedaba una hora más, era un delincuente.

 
A la misma hora que Diego Cabot era detenido en su carrera de obstáculos hacia Santa Rosa, otra pampeana tenía menos problemas. Era la hermana de Florencia, Rocío Fernández Periulh, quien en la famosa foto aparece sosteniendo una niña. Es amiga de la pareja del presidente y trabaja como agente inmobiliaria. Florencia disfrutó de la torta Chocorazón que en julio del 2020 costó 12.500 pesos y que la casa que la fabricó, Mercado de Pétalos, borró de su Instagram.

Matías en Mar del Plata se enteró que su papá estaba internado en La Plata. Viajó algunas veces a visitarlo antes de que muriera. Nunca pudo verlo. Una vez lo detuvieron en el retén a la salida de la ciudad, le cuestionaron los datos de la app. y lo pusieron en cuarentena. Su padre no tuvo covid.

Cuando en agosto del ’21 estalló el escándalo, el diario La Nación quiso saber qué explicación daban de lo que había ocurrido, la respuesta del entorno presidencial fue “Alberto está muy caliente con el asunto. Están viendo si la foto es trucha. Lo están analizando”.

Mariano, por su trabajo, tenía un permiso oficial para entrar y salir de Capital Federal por el Puente Saavedra. Todos los días debía soportar la amenaza de la policía bonaerense de que le iban a sacar el auto porque “no les convencía el permiso”.

Santiago Basavilbaso no parece haber tenido, por la sonrisa que muestra en la foto, ningún problema para moverse por la ciudad en la noche del 14 de julio de 2020. Es amigo de Fabiola Yánez, no se sabe demasiado de él, excepto que ofreció 150 mil pesos para quedar sobreseído.

Alfredo Spátola es médico cardiólogo, intensivista, jefe y coordinador de una clínica en Luján. En julio del ’20, como antes y después, con su esposa Liliana, médica de guardia, en el conurbano bonaerense trabajaban a destajo. Liliana se contagió y tras 32 días de internación en Cuidados Críticos, falleció el 13 de diciembre del ’20, a las 19.30.

Emanuel López es modelo, después de una mediocre carrera en Rosario se fue a vivir a México en donde trabajó en publicidad. Su pico máximo de excelencia es haber sido extra en el clip “Amore mío” de Thalía. Es amigo de la primera dama desde que eran muy jóvenes y consiguió en esta administración ser contratado por la Sub Secretaría de Gestión Institucional como asesor de su amiga, con un sueldo que era en 2020 de 87.591 pesos. Sí, mientras los argentinos se fundían Emanuel no sólo conseguía trabajo, sino que era invitado a saltarse el DNU por quien lo firmó y pudo hacerlo incluso acompañado de su pareja Fernando Consagra, también modelo y actor. Ambos ofrecen una compensación económica para zafar del escándalo.

Bruno enloquecía organizando por meet clases a las que pocos alumnos se conectaban, renegaba con la página que se colgaba y se le dificultaba sacar los permisos de circulación para llevarle comida y remedios a su madre, al otro lado de la General Paz.

Analía Patricia es docente jubilada y abogada en San Martín, provincia de Buenos Aires. Su papá se quedó solito en el hogar y su corazón, se apagó. Su mamá no pudo despedirse de su compañero de 63 años. Por el dolor de la pérdida, sumado al encierro y la situación económica en que se encontraba por no poder salir a trabajar, un infarto se llevó al hermano de Analía, a los 49 años. Y además, el DNU también hizo que Analía no pudiese verse con su compañero de vida, a quien sólo pudo reencontrar cuando él estaba ya debajo de una lápida fría.

Silvia viajaba en un remís trucho con 5 desconocidos. Salieron a las 3 de la madrugada desde las afueras de Madryn como delincuentes, como fugitivos. 48 horas para recorrer media Argentina y llegar a Buenos Aires a acompañar a su hermana que tuvo un ACV.

Federico Abraham es peluquero y atendía a Zaira y Wanda Nara, a Guillermina Valdés, a Micaela Tinelli y a Fabiola Yáñez. Como amigo de Fabiola fue invitado a la fiesta que no debía ocurrir. Y estuvo. Sonriente. Federico alguna vez declaró: “El deseo de las mujeres de ser rubias proviene de sus orígenes europeos”.

Por el CV de los participantes, la reunión de Olivos parece haber sido un parnaso de tilinguería.

Ese mismo 14 de julio, mientras el peluquero de las rubias sonreía en Olivos, el kinesiólogo y cantante de ópera Antonio, de 55 años, agonizaba solo en un hospital de Resistencia, Chaco. No lo podía acompañar su madre -de quien era único sustento- ni su íntima amiga María Josefina. Murió solo, porque la gente no podía salir de sus casas. Lo determinó un DNU que firmó uno que estaba rodeado de modelos y estilistas en una fiesta que pagamos todos, menos ellos.

Stefanía Domínguez es nieta de Jorge Nelson “El Macho” Domínguez, conocido como “peronista de ley” que se fue a vivir a la Patagonia en la década del ’60. Hija de conocida familia de Puerto Madryn, Stefanía tuvo segundos de fama cuando en 2015 se la vinculó sentimentalmente a Juan Román Riquelme. Amiga de la primera dama desde que estudiaban juntas teatro en 2014 con Carlos Evaristo, su sonrisa también saludó a los argentinos desde un costado de la foto.

 Rodrigo, de 37 años, se suicidó en Rosario. Sin poder trabajar por el DNU, hundido por las cuotas de un crédito, decidió su final en una epidemia de la que los medios no hablaron para no suscitar el efecto contagio y porque no sabemos cómo tratar algo así. Hoy lo dice Stella, su pariente, pero no puede seguir contando porque se le llenan los ojos de lágrimas.

No todo es dinero, Alberto.

Aunque nunca lo entenderás, como tantas otras cosas que tienen que ver con el honor o la simple vergüenza.

No podés arreglar la tragedia en las almas que provocaste con unos pesos.

Estos tipos, que en general machacaron toda la vida con solidaridad y lucha, pueblo trabajador y conquistas sociales, son todos truchos.

Todo mentira.

Mentira el cocoriteo de Orlando Barone, que cree que porque trabajó en un programa que terminó, tiene derecho a sacarle al Estado 15 millones de pesos, ayudado por el abogado Leandro Recalde que se lleva 3 millones, que le servirá para compartir un asado peronista con su hermano Mariano, con su padre Héctor, todos peronistas estadohabientes de la nuestra, millonarios del IVA de los fideos.

Mentira el desgañitarse solidario de Nacha Guevara y su exilio peronista de un gobierno peronista.

Los dirigentes peronistas pobres se cuentan con los dedos de una oreja.

Ahí donde ven una necesidad, la compran con dinero.

Que nunca es propio, claro.

Porque la de ellos siempre está.

¿O alguien cree que la plata que ofrece Fabiola es de lo que le quedó por “Entretelones” con Darío Lopilato, el Chiqui Abecasis y Fabián Gianola? ¿O por su participación como “vayaina” en “Incorrectas”, el programa de Moria en América TV?

No se le conocen muchos otros trabajos.

El gobierno no tiene la culpa de la peste, pero es absoluto responsable de cómo se la enfrentó.

Alberto firmó un DNU que llevó a la quiebra, la desesperación y la muerte a cientos de miles de argentinos. No lo cumplió.

Negó que no lo hubiera cumplido hasta que las pruebas fueron evidentes.

Le echó la culpa a su compañera.

Y ahora quiere arreglar el desastre con unos pesos que nadie cree que sean propios.

Es una de las peores personas que hayamos conocido.

Casi la mitad del país lo eligió como presidente.