Opinión 12/05/2022 13:16hs

¿Cómo es posible que un par de zapatillas cueste lo mismo que un mes de alquiler?

Lo que sucede en la Argentina no pasa en ninguna parte del mundo. Causas y consecuencias de estas distorsiones que sufre la economía.

¿Cómo es posible que un par de zapatillas cueste lo mismo que un mes de alquiler? ¿Cómo es posible que un par de zapatillas cueste lo mismo que un mes de alquiler?

Marcela es una médica de 31 años. Vino de Buenos Aires para hacer su residencia en la región y decidió. en agosto del año pasado, instalarse en una ciudad de nuestra zona. Paga por un lindo departamento céntrico de dos ambientes con cochera 32.000 pesos por mes. Todo en blanco, como marca la ley.

Desde hace ya más de 10 años que tiene como uno de sus hobbies correr por distintos lugares, siempre al aire libre. Se autodefine como runner saliendo día por medio a moverse por las bardas y el río, y fines de semana largos, cuando puede, encara para la región de la cordillera, todo un sueño para alguien que viene de la selva de cemento.

Esta semana Marcela buceó en la web buscando comprar unas zapatillas de una reconocida marca alemana. Los precios para la calidad que estaba demandando estaban entre los 30.000 y 50.000 pesos. Las que eligió las pagó 32.000 pesos; un valor similar al que abona por el departamento que alquila. Una relación de precios que le llamó la atención.

La primera reacción fue: “¡Qué caras están las zapatillas!”. Pero los argumentos que se dan para este atípico escenario van mucho más allá del valor del producto adquirido por Marcela. Es lo que se denomina distorsión de precios relativos, algo que constantemente escuchamos cuando los especialistas hablan de la necesidad de encauzar las variables macroeconómicas del país.

El valor relativo es la relación que existe entre un bien “X” (en este caso un par de zapatillas) y un bien “Y” (el alquiler del departamento). Nos indica cuantas unidades del determinado bien en valor “Y” representa una unidad del bien “X”.

En términos generales, en cualquier parte del globo el valor de un par de zapatillas como las que estamos mencionando representa un promedio de 1/5 (20%) del valor de un alquiler.

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Tal como se observa en el gráfico adjunto en la Argentina esa relación es 1/1 (100%); es decir que valen lo mismo. Pero en países de la región este indicador se ubica en torno a 1/4 (25%), el valor de cuatro pares de zapatillas equivale a rentar un departamento; y en desarrollados del norte esa relación está cerca de 1/5 (20%), cinco pares por alquiler. Siempre hablando del mismo par de calzado y de una propiedad de las características detalladas en localidades no céntricas de los países mencionados.

Esta distorsión de precios que se observa termina impactando negativamente en todo lo que es el comercio externo del país (importaciones y exportaciones) y también en el mercado local. Sin dejar de mencionar que muchos, en este contexto, hacen pingues negocios que en ninguna otra parte del globo lo podrían hacer.

 
¿Por qué Argentina tiene estas distorsiones de precios relativos?
 
Sigamos con el ejemplo de las zapatillas y el alquiler. Hasta hace no poco tiempo la relación de precios que existía entre estas dos variables era similar a la de la región. Pero distintas intervenciones por parte del Estado terminaron por generar importantes distorsiones en el mercado.

-Las zapatillas de la reconocida marca alemana hoy se venden en el país a, aproximadamente, unos 277 dólares. El valor es superior al que lo encontramos en gran parte del mundo. Esto se da porque al ser un producto que llega del exterior, los importadores toman los dólares baratos del Banco Central (120 pesos) y le recargan una tasa de riesgo importante ya que no saben cuál será el valor de reposición del producto en un par de meses cuando tengan que volver a importar. La incertidumbre económica, la termina de pagar el consumidor a través de un sobreprecio.

-Alquiler. La Ley que ahora se está revisando generó un serio daño al mercado inmobiliario. Marcela que había alquilado en agosto pasado un departamento en Cipolletti, vio congelado su precio hasta ahora en un contexto de inflación que, en estos últimos ocho meses, superó holgadamente el 40%. Es decir, hoy lo que está pagando por el alquiler es un valor bajo.

Una renta media en cualquier parte del mundo para un departamento como el mencionado está entre el 4% y 5% anual del valor de la propiedad. La unidad mencionada esta valuada hoy en unos 16 millones de pesos. Es decir que la renta mensual debería ser en torno a los 55.000 pesos, lejos del valor que abona Marcela.

En definitiva, vemos que, con salarios pulverizados como los que hoy existen en el mercado, la intervención del Estado determinó que el consumidor termine pagando “caras” sus zapatillas pero que abone “bajos” alquileres, siempre hablando en términos relativos. Algo que en todo el mundo es totalmente al revés.

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