En un contexto atravesado por la preocupación ante el incesante aumento en los precios y costo de vida, llegó la hora de los tiras y aflojes entre los intendentes del Conurbano y los trabajadores municipales con el objetivo de acordar o renegociar paritarias.
Con un pronóstico de inflación anual por encima del 60%, en todos los gremios las previsiones que se hacían a principio de año quedaron desfasadas.
De 26 intendentes del Gran Buenos Aires, entrada la primera semana de mayo son solo cuatro los que pudieron anunciar aumentos iguales o superiores al 60% proyectado. Más otros dos que, con particularidades, también llegan a esa cifra.
En ese contexto se dio un caso particular. En Morón, el distrito que gobierna el frentetodista Lucas Ghi se acordó un aumento cercano al 80%, que llega al 85% para las categorías más bajas, y que incluye el reconocimiento de lo perdido en 2021 que, según cálculos del Municipio, estuvo entre el 6% y el 10%.
Otros tres intendentes anunciaron subas del 65%. Lo hicieron los kirchneristas Mayra Mendoza (Quilmes) y Alejo Chornobroff (Avellaneda), aunque incluyendo sumas fijas en el cálculo, es decir que el porcentaje sería algo más bajo para los sueldos más elevados.
El mismo número acordó Fernando Moreira, el reemplazante en San Martín del ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, que además incluyó una cláusula de revisión en agosto.