La Cámara de Diputados aprobó con 155 votos a favor, 56 en contra y 19 abstenciones, la ley que regula la producción industrial de la planta de cannabis, que ya tenía media sanción del Senado.
La norma crea la Agencia Regulatoria de la Industria del Ca?n?amo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), que tendra? como funcio?n -entre otras- regular la importacio?n, exportacio?n, cultivo, produccio?n industrial, fabricacio?n, comercializacio?n y adquisicio?n de semillas, de la planta de cannabis y de sus productos derivados con fines medicinales o industriales.
Después de obtener dictamen favorable de las comisiones en noviembre del año pasado, la iniciativa había quedado congelada y luego se renovaron las bancas, con lo que hubo que volver a formar las comisiones. Las negociaciones entre oficialismo y oposición, con una cámara emparejada, demoraron hasta entrado el otoño la discusión en las comisiones.
La iniciativa contaba con el apoyo de provincias gobernadas por partidos opositores, como Jujuy y Corrientes, que ya tienen en marcha emprendimientos productivos cannábicos, especialmente el estado gobernado por el radical Gerardo Morales. Allí la empresa estatal Cannava ya cultiva plantas y produce aceites que se expenden en farmacias locales y en el hospital público de la ciudad de Perico.
Entre quienes rechazaron la norma, el principal argumento giró en torno al peligro de que esta ley se convierta en un preámbulo para la legalización de las drogas. “Para mí está claro que lo que se busca es la legalización. No voy a comprar gato por liebre, y esta es una bruta liebre”, dijo Graciela Camaño.
“Sería abrirle la puerta a un proceso de legalización y multiplicación del consumo. Este tipo de apertura significó en Uruguay un aumento del consumo del 8% al 20%”, reseñó el diputado rionegrino Luis Di Giacomo.
El gobierno de Alberto Fernández aspira a que el país tome el lugar de líder regional en el negocio del cannabis industrial. Kulfas repite que las capacidades agropecuarias y científico-tecnológicas de una nación con tradición en la industria agrícola y prestigio en sus investigadores del Conicet o el INTA aportan confianza para el sector a nivel mundial. Estima que para 2025 podrían crearse 10 mil puestos de trabajo.
Fuente: Infobae