Este lunes cerca de las 8 de la mañana una mujer llegó con su hijo de dos años en brazos y envuelto en una frazada a la guardia del Hospital Centenario en la ciudad de Gualeguaychú. Las maniobras que intentaron los médicos no lograron reanimarlo, pero los signos evidentes de violencia que presentaba en el cuerpo pusieron en alerta a los profesionales y el caso terminó en la justicia.
“La versión que da la mamá no se condice con lo que se ve en el cuerpo, no dio una explicación racional del estado del menor”, indicó al diario gualeguaychense El Día el fiscal a cargo de la investigación, Mauricio Guerrero. Es por eso que tanto la mujer como su pareja, padrastro de la víctima, quedaron detenidos bajo la peor sospecha: el homicidio.
Los indicios que sostienen esa hipótesis son concluyentes. “Se encontraba frío, pálido, sin presentar signos vitales, con un cefalohematoma frontal biparietal bitemporal, presentando signos de sangrado en oído derecho y nariz, un hematoma bipalpebral (en ambos párpados) bilateral, un hematoma en tórax izquierdo de aproximadamente cuatro centímetros, también dos hematomas en región anterior miembro inferior izquierdo y pequeñas lesiones ulceradas generalizadas a predominio de sus cuatro miembros”, reveló una fuente cercana a la causa, según difundió R2820 Radio.
Además de la tortura por los golpes que se manifestó claramente durante la operación de autopsia, la historia clínica del menor sumó todavía más horror a la trama de violencia detrás de su muerte. El nene había sido internado anteriormente por infecciones originadas por la presencia de sarna en su organismo, quemaduras por agua caliente y una derivación a servicio social por alto riesgo social debido al mal estado de higiene y la carencia de vestimenta y calzado.
Ante tanta evidencia, señalaron, la madre se mostraba tranquila pero no fue capaz de explicar de manera coferente lo que le había ocurrido a su bebé. “La hipótesis principal del caso es una muerte violenta agravada por el vínculo, sin descartar la posibilidad de imputar alevosía”, precisó Guerrero, quien dio intervención a la Defensoría y al Ministerio Pupilar, como así también al Copnaf (Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia de Entre Ríos) por la gravedad del caso.
Por último, el fiscal pidió la detención de la mujer y del padrastro de la víctima. Poco después, el Juzgado de Garantías, a cargo del juez Ignacio Telenta, autorizó el allanamiento a la vivienda ubicada en el barrio La Cuchilla como así también la correspondiente muestra de sangre y orina para detectar la posible presencia de estupefacientes en ambos detenidos, ya que por declaraciones de vecinos “ambos adultos estaban inmersos en una situación de consumo problemático”.