Escenario político: el candidato bahiense que se mueve en la cima del poder
¿Hay lugar para un tapado en la carrera por la sucesión de Héctor Gay? Con un Frente de Todos cada vez más complicado por la crisis nacional, es probable que los principales adversarios del Pro sean sus socios de Juntos por el Cambio.
La aceleración irrefrenable de los precios se consolida como el principal drama de los argentinos y, luego de un índice récord en marzo (6,7 % según el INDEC), abril pinta peor de lo esperado por el Frente de Todos.
En la Casa Rosada se esperanzaban con que el número del cuarto mes se ubique en torno al 4 %, lo cual sigue siendo alto, pero al menos mostraría una inclinación a la baja. Sin embargo, desde medios oficialistas como C5N anticipan que cuando el INDEC dé a conocer las cifras la semana próxima, abril cerrará ente el 5 y 6 %. Con esos parámetros, la inflación anual se proyecta cómodamente por encima del 60 %. Y hay proyecciones más aterradoras.
Una referencia es el dato de abril de IPC Online, una consultora bahiense cuya medición web le permite tener resultados antes que el resto. Sus tendencias vienen reflejando con precisión las curvas inflacionarias nacionales en los últimos tiempos. Este domingo dieron a conocer que el mes pasado se registró un alza del 6,67 % en Bahía, acumulando un 24 % durante el primer cuatrimestre. Si se proyectan esas cifras al resto del año, este 2022 podría terminar con un incremento general de los precios superior al 80 %. Catastrófico.
Incluso en el escenario menos desfavorable, del 60 %, la inflación se posicionaría un escalón por encima del escandaloso 50 % anual en el cual dejó la vara Mauricio Macri y que se constituyó en la explicación fundamental de su derrota.
La inflación creciente es una soga en el cuello de cualquier gobierno y no hay razones para pensar que el gobierno de Alberto Fernández logrará zafar, salvo que meta un volantazo "inesperado", por usar una palabra de moda.
Nadie gana una elección si se le desbordan los precios. No pasó jamás.
Transferido al plano bahiense, el tornado inflacionario complica aún más a los aspirantes peronistas. Si ya de por sí en los últimos turnos electorales Cambiemos demostró mayor potencia, ahora la camiseta del Frente de Todos se convierte en un ancla más pesada.
En el PJ entienden que la buena imagen de algunos dirigentes en las encuestas, como Federico Susbielles y Marcelo Feliú, es un activo que los mantiene en carrera para disputar la jefatura comunal. No obstante, esa cualidad puede resultar insuficiente en un contexto nacional desfavorable para la coalición que integran. De hecho, el Frente de Todos tuvo su momento de gloria a nivel país en las elecciones de 2019 y ni siquiera ese empujón fue suficiente en Bahía, que se viene convirtiendo en un distrito cada vez más anti K / anti PJ.
Es decir, no es un mero problema de individualidades sino de alineamientos. Ahí es donde llegan desperfilados.
En el gobierno municipal, controlado por el Pro, se da un fenómeno particular. El intendente Héctor Gay se está mostrando con bastante frecuencia al lado de Susbielles, su último rival en las urnas. Por estos días se los vio juntos gestionando obras educativas con el ministro Jaime Perczyk y también en una reunión con autoridades de Energía para captar inversiones vinculadas con el petróleo offshore. Y no sería de extrañar que aparezcan más imágenes de ambos difundiendo nuevos anuncios en el futuro inmediato.
La explicación formal es bastante básica. Este no es un año electoral y, por lo tanto, la prioridad es la gestión, con lo cual el jefe comunal se apoya en un referente del FdT que lo ayude a abrir puertas en los gobiernos nacional y provincial para obtener recursos para el distrito.
En una interpretación de corte más político, se podría decir que Gay eligió opositor. Al caminar junto al titular del Puerto lo eleva a la categoría de contraparte e intenta reducir al potencial candidato peronista más detestado en Alsina 65, que es Feliú.
No obstante, en el actual contexto, todo eso tiene otra vuelta de tuerca. El Pro no cree que sus adversarios más peligrosos de cara a 2023 estén en el Frente de Todos, al que consideran con casi nulas chances de ser competitivos, sino que están mirando de reojo a sus socios de la coalición.
Luego de las internas del año pasado en la Sexta, la UCR quedó revitalizada. Aunque, al revés de lo que esperaban en el comité, los dejaron sin protagonismo en el gabinete municipal, donde el último referente radical fue Emiliano Alvarez Porte.
En Donado al 300 no ocultan sus crecientes ansias por competir para la intendencia y creen que tienen chances de ganarle la primaria al Pro, lo cual los dejaría a las puertas de Alsina 65. En el cubilete están los nombres de Martín Salaberry, Lorenzo Natali y del propio Alvarez Porte, quien se paseó el viernes por Bahía y la zona con el primer dirigente lanzado a la lucha por la Gobernación, el exministro vidalista Cristian Ritondo.
En la agenda de Ritondo, vale subrayar, se anotó una visita al despacho de Gay. Allí también lo esperaba la senadora Nidia Moirano, a quien se le dio notable protagonismo en las imágenes del encuentro difundidas por la comuna. Una señal más de que en este momento es la persona elegida por los amarillos para instalar en la carrera por la sucesión de Gay.
Pero hay una figura más.
"Yo voy a ser candidato a intendente", dice ante quien quiera oírlo el senador provincial y presidente de la Coalición Cívica bonaerense Andrés de Leo
Su nombre circula menos que otros aunque no hay que dejar de prestarle atención, por varios motivos. Uno, que es el único dirigente de la región que participa de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, allí donde confluyen desde Mauricio Macri a Horacio Rodríguez Larreta, pasando por Martín Lousteau, Patricia Bullrich y Gerardo Morales. La verdadera cocina de la coalición.
A De Leo incluso se lo vio en primer plano en la foto de la última reunión, donde se emitió el famoso comunicado cerrando las puertas de la alianza a Javier Milei. Esa cercanía con la cúpula le permite consolidar relaciones, construir respaldos y anticipar movimientos.
Si bien "Lilita" Carrió lo piensa como precandidato de la Coalición Cívica para la Gobernación, De Leo ya avisó que solo le interesa competir por el Ejecutivo municipal.
Es que en la avalancha de encuestas que encargan a diario todos los espacios políticos, en Bahía su nombre aparece competitivo dentro del esquema de Juntos. ¿En qué sentido? Fuera de Gay, que por lejos es el más conocido de todos los dirigentes de esa alianza, ninguno de sus potenciales sucesores tiene un gran capital de imagen. En esa ausencia de un emergente indiscutido, más de uno se puede sentir con aspiraciones.
El nivel de desconocimiento de De Leo se ubica en el orden del 50 %. Sin embargo, quienes entienden de instalación de candidatos aseguran que lo más complicado no es subir el conocimiento sino revertir imágenes negativas. El legislador tiene saldo a favor entre imagen positiva y negativa, por lo tanto está en condiciones de crecer.
Y, según quienes apuntalan sus anhelos, cuenta con números similares o a veces hasta mejores que los de Moirano, dependiendo de la encuesta. No hay que olvidar que las estadísticas tienen algo de dato y mucho de interpretación.
Eso sí, para aumentar el nivel de conocimiento y encarar una campaña se necesita plata. Ahí es donde se le puede complicar al lilito contra la billetera del Pro y el aparato de la UCR. La CC no tiene tanta espalda ni apellidos convocantes de nivel nacional como para atraer aportantes, sobre todo si Carrió se mantiene cuasi retirada.
Pero antes que pensar en un perfil de campaña, la Mesa Nacional de JxC (de donde De Leo obtiene información privilegiada) debe definir el método de designación de candidaturas. Todo el mundo descuenta que habrá primarias en Nación, Provincia y Municipios, pero ya no es tan seguro que haya fórmulas puras del Pro, de la UCR y de la CC sino que puede haber cruzamientos. Por ejemplo, juntar en una boleta a los halcones Bullrich y Morales y, en otra, a las palomas Larreta y Facundo Manes.
Cualquiera sea la decisión, está claro que esos ordenamientos nacionales moldearán las postulaciones en provincias y municipios.
¿Y qué pasa si la Coalición Cívica se queda sin presencia en las fórmulas ejecutivas de Nación y PBA por falta de nombres de peso? En 2021, donde el protagonismo se lo robó la interna entre Manes y Diego Santilli, la CC no pudo encabezar ninguna lista y se tuvo que ordenar detrás de los amarillos. ¿Un escenario similar en 2023 complicaría a sus aspirantes distritales, como De Leo en Bahía, que quedarían huérfanos de líderes con quienes referenciarse? A simple vista, sí. Pero quienes conocen al senador nacido en Indio Rico y radicado aquí hace muchos años dicen que no le pasa por la mente refrenar sus planes.
"Voy a ser candidato a intendente", insiste. Cree que está en igualdad de condiciones para competir y, según trata de convencer a los suyos en reuniones privadas, "yo sí tengo un plan para gobernar la ciudad en la etapa que viene".