En las últimas horas, Pablo Damián Grottini, de 42 años, empleado de una funeraria de San Nicolás, fue detenido, acusado de homicidio calificado por el medio empleado, por el móvil y por el vínculo. La fría letra del lenguaje judicial apenas deja entrever la hondura de un drama que, de ser como sospechan los investigadores, revelaría una trama inconcebible, pergeñada por una mente criminal movilizada por la codicia y dispuesta a todo para conseguir sus fines. Incluso, acabar con los de su propia sangre: su madre, su hija y su hermano, asesinatos ocurridos en 2019, el año pasado y el último fin de semana.
Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales y judiciales. Se investiga si detrás de los homicidios hay un móvil económico. El velo de esta terrible historia comenzó a descorrerse el último fin de semana, cuando la madre de Grottini, Teresita Di Martino, murió en el hospital San Felipe. El deceso sorprendió a los médicos, porque la mujer evolucionaba favorablemente.
La mujer había llegado al hospital traslada por su hijo. Grottini sostuvo que su madre estaba descompuesta. “La paciente refirió sentirse mareada y angustiada por la muerte de otro hijo y de su nieta, ocurridas tiempo atrás”, explicó la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 12 de San Nicolás, en un comunicado de prensa.
Di Martino fue sometida a una serie de estudios que dieron como resultados “parámetros normales”, pero continuó internada en observación y se le colocó un suero para su hidratación.
“Estuvo a solas al cuidado de su hijo en el box número 3 de la guardia del hospital, que es un espacio cerrado, para un solo paciente. La salud de la paciente fue controlada por el personal médico. Se encontraba estable, incluso en condiciones de ser dada de alta. No presentaba ninguna complicación clínica y tampoco patologías previas que ameritaran su internación. Tampoco se le suministró ninguna medicación más allá de la solución fisiológica”, se agregó en el comunicado.
Pero, de pronto, Grottini avisó al personal médico que el “suero perdía”. “La enfermera de turno, luego de constatar que la vía estaba pinchada, atravesada de lado a lado, cambió el suero, observando que el hijo de la paciente tenía sus prendas de vestir mojadas”, explicaron fuentes judiciales.
La ropa mojada de Grottini fue el primer indicio que alertó al personal médico y a los enfermeros. Una hora y media después, el hijo de la paciente avisó que su madre estaba dormida. Pero, en realidad, estaba muerta.
“El personal médico constató que el nuevo suero que había colocado la enfermera también se encontraba pinchado, esta vez con un solo orificio en la manguera. Además, en el box, se halló una ampolla de un ansiolítico abierto, la cual no había sido prescripta para ningún paciente ese día. Tampoco se correspondía con la marca que utilizan en el nosocomio”, sostuvieron las fuentes consultadas.
Era el comienzo de una investigación por averiguación de causales de muerte y la revelación abrió una caja de Pandora: la fiscalía advirtió que el hermano de Grottini había muerto en julio de 2019 y que la propia hija del acusado -de 10 años, con un retraso madurativo-, en julio de 2021. Los dos estaban internados cuando fallecieron. Ambos estaban al cuidado del ahora imputado.
El Juzgado Garantías N°1 San Nicolás autorizó la detención de Grottini, que se cumplió anteayer en su casa de Tucumán 829, en Villa General Savio. La fiscal María Belén Baños, a cargo de la investigación, provisionalmente, le imputó los tres homicidios.
Sano, deportista y guardavidas
“De diversos testimonios, todos concordantes al estado de nerviosismo e inquietud que evidenciaba el imputado en el hospital (sin correspondencia con el cuadro clínico de su madre) y a la insistencia para que su progenitora quede internada junto a él en una habitación privada, surgió la información de que meses atrás la hija del imputado, y en el año 2019 su hermano, habían fallecido en circunstancias similares, inesperadas y repentinas, por cuanto ninguno presentaba patologías previas ni síntomas actuales -al momento de las consultas- que hubieran hecho previsibles sus fallecimientos”, se explicó en el citado comunicado de prensa.
El hermano de la víctima, Germán tenía 32 años cuando falleció. “Era un deportista sano y guardavidas”, dijeron fuentes judiciales. En julio de 2019 ingresó en una clínica local por mareos, náuseas y somnolencia, según su historial médico.
“El médico que lo atendió declaró que no pensaban dejarlo internado más de 24 horas. Le habían colocado suero. El cuadro era leve y la evolución rápida y favorable. Quedó internado en una habitación al cuidado de su hermano y su madre”, se afirmó en el comunicado de prensa difundido por el Ministerio Público Fiscal.
En determinado momento, cuando la madre del paciente volvió del quiosco, descubrió que su hijo no reaccionaba. Estaba muerto.
Dos años después, en julio pasado, la hija de Grottini ingresó en el hospital con dolores en el pecho. Los resultados de los estudios médicos no arrojaron nada fuera de lo normal, pero se decidió dejar en observación a la niña con suero.
Horas más tarde, encontrándose la niña junto a su padre, se constató que el suero estaba dañado, el cual no fue cambiado por uno sano porque se encontraba bien, en condiciones de ser dada de alta. A los pocos minutos, el padre dio aviso al personal de guardia que la niña no estaba bien, constatándose de inmediato que la misma había palidecido y se encontraba débil y mareada, de manera repentina”, explicaron fuentes judiciales.
Debió ser trasladada a terapia intensiva. Quedó al cuidado de su padre. La niña, poco después, falleció.
“A los testimonios del personal de salud actuante en cada uno de los casos y al levantamiento de evidencias físicas, se sumaron los resultados de los análisis de los dispositivos informáticos hallados y secuestrados en la casa del imputado, pruebas que también lo incriminaron”, se afirmó en el citado comunicado de prensa.
“Vuela alto”
En su perfil de la red social Facebook hay publicaciones de Grottini para su hija y su hermano. Por ejemplo, el 26 de julio pasado, el sospechoso posteó una foto con su hija con el siguiente texto: “Hija, cumpliste tu sueño, encontrarte con tu tío. Pero papá nunca te va a olvidar. Vuela alto, muy alto”.
Un mes después, Grottini subió a Facebook una foto de su hija para recordarla para su cumpleaños: ”Donde quieras que estés muy feliz cumple besos, al cielo!!. Un posteo similar hizo para el cumpleaños de su hermano.
Tres días antes había subido una foto de su hermano Germán para recordarlo en el segundo aniversario de su muerte. “Ya dos años que te fuiste, tu partida nos llenó de dolor, pero nos queda el consuelo de encontrarnos en el cielo”, fue el texto que escribió para acompañar la imagen.
En ese momento, no había sospechas de que él podría estar involucrado en las muertes de su hermano. Menos en el de su hija.
Ahora, tras su detención, su perfil de Facebook se llenó de comentarios sobre los homicidios. “Hipócrita, asesino”, escribió una persona sobre un posteo donde el sospechoso recordaba a su hija.