El analista económico de MDZ Radio, Carlos Burgueño, habló en Uno Nunca Sabe sobre la necesidad que ya impera de tener billetes de mayor denominación. Sin embargo, contó por qué el Gobierno argentino está al tanto de esto, pero se niega a hacer un papel moneda superior al de mil pesos.
El billete de mil pesos ya cumplió 4 años. Comenzó a circular en diciembre de 2017, durante el Gobierno de Mauricio Macri. Hoy, pese a los altos números de inflación anual que se acumularon en este período, continúa siendo ésta la divisa de mayor numeración de la economía local.
Burgueño empezó diciendo que suele suceder en épocas de alta inflación que crezca el comercio en negro, para el cual se necesita dinero en efectivo. "Por supuesto que no lo estoy justificando, digo que es un fenómeno que se da, teniendo en cuenta que tenemos una inflación del 60% anual, entonces surge gran parte del movimiento en negro".
Además, mencionó que "es complicado, porque necesitás muchos billetes para cubrir cosas". Y a partir de esto reveló el motivo por el cual el Gobierno no quiere hacer divisas de mayor denominación, siendo que "ya a esta altura deberíamos tener un papel moneda de 2 mil pesos e incluso de 5 mil, que ayuden por lo menos en las transacciones altas".
"El Gobierno se niega a hacer billetes de mayor denominación porque eso sería avalar la inflación", aseguró Burgueño. Y dijo que esto además trae aparejado otro problema: "A la tarde los cajeros automáticos se quedan sin plata, porque la cantidad de dinero que entra en un cajero es limitada. Y es simple, en lo que va del año hubo una inflación acumulada del 16%, entonces el cajero tiene 16 % menos de capacidad de guardar plata, por ende se queda sin plata antes".
Aquello se suma a que la gente necesita más efectivo. Entonces allí se produce un combo que termina trayendo problemas a más de un ciudadano que necesita sacar dinero.
