Desheredar a los hijos porque no los cuidaron en la pandemia: una polémica que crece en España
Muchos adultos mayores se sintieron abandonados en el peor momento del coronavirus. Miles de consultas y mucho debate.
Antonio se animó a contar su historia, de espaldas, en uno de los noticieros más vistos de España: “Tengo tres hijos. Los veía poco y nada. Con el confinamiento desaparecieron por completo”.
“La ley habla de la herencia a los hijos, pero no tiene en cuenta qué tipo de hijos son”, lamentó Antonio. “(Que me hereden) es algo que yo quiero evitar”, se sinceró.
Su testimonio se suma a la angustia de numerosos mayores españoles que, durante la pandemia, se sintieron abandonados por los suyos.
Y ese sentimiento se está empezando a traducir en un nuevo fenómeno social: el de los hombres y mujeres que desearían desheredar a sus descendientes porque consideran que no los cuidaron.
A pesar del coronavirus, la población mayor de 65 años, los más vulnerables al Covid-19, creció entre 2020 y 2021 en España.
Población que envejece
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 1 de enero de 2020, el año en el que comenzó la pandemia en Europa, había 9.218.381 personas mayores de 65. En la misma fecha de 2021, eran casi 90 mil más: había 9.307.511 adultos de 65 años en adelante.
“Nadie reclama en un juzgado ni denuncia a sus hijos diciendo: ‘Me tienes que cuidar’. Pero cada vez recibimos más consultas por parte de personas que manifiestan su voluntad de no dejar sus bienes a sus herederos porque se han sentido abandonados”, comenta a Clarín Marcelo Cornellá, presidente de la Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada (ACUMAFU), un municipio de la Comunidad de Madrid a 40 kilómetros del centro de la capital.
“Llevar el apellido no basta -agrega Cornellá-. El concepto de familia es acercamiento, ayuda mutua. Cuando hay una prolongada ausencia entre padres e hijos se deja de ser familia.”
Miles de consultas
Desde que se inició la pandemia, hace dos años, ACUMAFU recibió unas 4.000 consultas por este tema. La asociación ofrece asesoramiento gratuito. “Asesoramos a nuestros mayores gratis con convenios que tenemos con estudios jurídicos”, dice Cornellá.
“La ley que regula el derecho civil español pertenece al Código de 1889. Según este Código Civil, uno no tiene la libertad de no dejar nada a sus hijos porque existe lo que se llama ‘la legítima’, que es la obligación de dejar dos tercios de la herencia a los hijos”, explica el presidente de la asociación que inició una campaña en la plataforma de peticiones online change.org para impulsar la actualización del Código Civil español.
Navarra es la única comunidad autónoma donde sus habitantes no tienen la obligación de dejar un tercio de su patrimonio a sus herederos. En el resto de España, sí.
El Tribunal Supremo español creó jurisprudencia en un par de casos en los que falló a favor de la persona que se negaba a dejar su herencia a sus hijos. La ley contempla el haber negado alimentos al padre o a la madre y el maltrato físico o verbal grave.
Maltrato psicológico
“El daño psicológico es difícil de probar pero apuntamos a que se pueda alegar maltrato psicológico y justificar una ausencia prolongada de los hijos de, al menos, cuatro años. Si no querías saber de él o de ella,¿por que sí quieres saber de su dinero?”, dice Cornellá.
“Si no te cuidan que no hereden”, es la consiga de la petición de ACUMAFU para recolectar firmas online.
“Tenemos ya más de 3.000 pero como los protagonistas de esta historia son, casi todos, personas mayores, muchos han firmado en papel y todavía no hemos volcado en la web todas esas firmas”, aclara el presidente de la asociación.
El petitorio señala: “En la actualidad en Código Civil español no permite la libertad de testamento. Por ley, y no en todas, las comunidades autónomas, debido a la existencia de las ‘legítimas’, dos tercios del caudal hereditario está reservado por ley para los hijos, y en caso de no tener descendientes, la mitad de la herencia correspondería a los padres del fallecido”.
“Esta normativa arcaica y caduca, carece de fundamento alguno -afirma el petitorio-. Contraviene la Constitución, en derechos fundamentales como la igualdad, la libertad y la propiedad privada.”
Y subraya: “No existe un ‘derecho’ a recibir por ley las propiedades de otra persona, en contra de su voluntad. Reivindicamos el derecho a poder hacer testamento libremente”.
“Vemos que los jóvenes de ahora viven un alejamiento generacional y se distancian de todos los estereotipos de la familia. Se desentienden de sus mayores y eso de cuidar a los mayores es, para una parte de la población, un mandato antiguo”, analiza Cornellá.
“Tal vez la educación que les damos a nuestros hijos y esa idea de que cada uno haga su vida hace que no los impliquemos en la vida familiar y ese desapego termina en un abandono que se enquista”, agrega.