Jorge Lanata y Elba Marcovecchio se casaron el sábado por la noche en las instalaciones del Dok Haras, ubicado en Exaltación de la Cruz. Rodeados de sus seres queridos, en un selecto grupo que superó los 100 invitados, los novios disfrutaron de una romántica velada donde recibieron las felicitaciones de sus allegados. Una de las que dejó ver algunos momentos de la celebración fue Yanina Latorre, y a través de sus historias de Instagram fue quien retrató el reencuentro del periodista con Santiago Chano Moreno Charpentier, con quien lo une una gran amistad.
La panelista de LAM (América) grabó parte de la ceremonia religiosa y la llegada de los novios al amplio salón, que contó con barra de tragos e iluminación tenue para la entrada triunfal. Cuando Jorge llegó a la mesa principal, donde estaban sentadas sus dos hijas, Bárbara y Lola -fruto de sus relaciones anteriores con Andrea Rodríguez y Sarah Stewart Brown, respectivamente-, notó que también lo esperaba el ex líder de Tan Biónica. Al verlo manifestó su emoción y le pidió que se acercara para darle un abrazo.
El reencuentro fue rápidamente captado por los fotógrafos contratados para el evento, y luego el periodista abrazó también a su primogénita. Cabe recordar que a ocho meses del incidente con la policía en el que casi pierde la vida, la última semana Chano se internó por voluntad propia en la clínica de rehabilitación Vida Sana Puiggari, en Entre Ríos, para continuar su tratamiento contra las adicciones y realizarse chequeos médicos.
Se fue a poner a punto para el casamiento, porque el sábado va a estar en la mesa principal de Jorge Lanata. Son muy amigos y quiere estar ahí de la mejor manera”, había anticipado Maite Peñoñori el jueves en Intrusos. “Este tipo de situaciones lo ponen en una prueba constante y él quiere aliviar el estrés porque sabe que va a estar bajo la mirada de todos”, señaló el periodista Pablo Layus en el ciclo de espectáculos de América.
Por otro lado, durante toda la semana el novio aseguró que no habría baile en su fiesta de casamiento. Tampoco carnaval carioca, ni videos emotivos, otros dos aspectos ineludibles de cada evento de esta índole. Sin embargo, las redes sociales demostraron que había sido una maniobra distractiva. Fue Diego Leuco, uno de los más activos en las redes, el que deschavó a Tommy Muñoz, reconocido DJ, a quien pescó con los dedos en las perillas.
“Los rumores indicaban que no iba a haber música, pero si está usted acá…”, lo encaró el hijo de Alfredo con impulso periodístico. “Claramente va a haber música un ratito, así que te quiero ver bailar”, contraatacó Muñoz, reconocido por su paso televisivo por el programa Nunca es tarde. De hecho, Tommy compartió varias historias en la previa, ajustando la maquinaria al ritmo de Tiago PZK.
En el clip se pudo ver también la disposición de las mesas, con varios ramos de flores a tono con la decoración. Cuatro tenedores junto a cuatro cuchillos y dos copas por persona completaron el despliegue para la cena, que tuvo lugar minutos después. Otra de las grandes estrellas de la fiesta fue el menú de cinco pasos, que corrió por cuenta de Eat Catering y tuvo también maridaje de vinos. La primera entrada consistió en tapadito de langostino con alioli de leche de tigre, batatas confit y papas crocantes, acompañado por un rosado pinot noir; y la segunda, una burrata piccola, carpaccio de remolacha, manzanas, nueces y cremolata de choclo ahumado, maridado por un Pinot Noir.
Como plato principal, trucha a la parrilla, puré de zcchini bien cremoso, tomates y huevito de codorniz, y para acompañarlo un chardonnay. El cuarto paso marcaba gigoy de cordero horneado lentamente con pesto de hierbas frescas, portobellos rellenos, papas solano y pepitas de granada. En este caso, se aconsejaba un tinto, en los varietales cabernet sauvignon o malbec. Para el postre, quinto y último paso, la carta ofrecía nuevo milenio de chocolate, morena de maracuyá, helado de pistacho y crema de vainilla, con vino semillón.