La simpática abuela de 70 años que engañó a las autoridades y viajó en avión gratis durante 20 años
Acumuló más de 30 viajes en los que recorrió ciudades de Estados Unidos y Europa. Cómo hacía para subir a los aviones sin tener ni siquiera identificación.
Una mujer mayor, amable y adorable camina dentro de un aeropuerto de Estados Unidos. Conoce todos los trucos para viajar en avión sin gastar un centavo, y si no le funcionan simplemente sonríe, pide disculpas y se marcha esperando por una nueva oportunidad. Es conocida por las autoridades como una "polizón en serie" que ha logrado recorrer el mundo, sin siquiera contar con una tarjeta de embarque, o identificación durante casi dos décadas.
La estadounidense Marilyn Hartman tiene 70 años, y un increíble e inagotable talento para engañar a las autoridades aeroportuarias. Al punto tal que logró acceder a 30 vuelos de manera gratuita apelando a su simpatía. Aquí toda la historia de la mujer que dejó en ridículo a las fuerzas de seguridad más importantes del mundo.
Sus días de gloria en los cielos terminaron el martes 16 de marzo del 2021, cuando fue arrestada minutos antes de tomar un vuelo en el Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago, en lo que fue una nueva violación de una libertad condicional, en este caso por un arresto previo en el año 2018. Desde entonces la justicia aseguró que le daría una sentencia estricta para que ya no pueda volver a escabullirse entre los aviones.
La abuela escurridiza
A pesar de su largo historial, Hartman afirmó que no es una "mente maestra del crimen". En diálogo con CBS2, la mujer relató que sus aventuras comenzaron en el año 2002. Sí, cuando los controles para los pasajeros aumentaron sus exigencias tras el atentado a las Torres Gemelas en 2001, ella inició sus fintas aeroportuarias.
"La primera vez que pude pasar, volé desde Chicago a Copenhague", dijo la mujer. "La segunda vez que volé a París". En su país realizó varios viajes internos, con visitas a ciudades como Seattle, Phoenix, Filadelfia, Atlanta o Jacksonville. Un fiscal la definió como "persistente, si no implacable".
Según informó el Daily Mail, la mujer confesó a la Justicia en Estados Unidos que simplemente caminaba entre los otros pasajeros, pasando de un control al otro hasta llegar a la sala de espera. Luego ingresaba al avión y buscaba un asiento donde ubicarse sin ser descubierta.
"Lo que tengo que decir es que nunca he podido subirme a un avión sola. Siempre me dejaron pasar. Me refiero a que pude pasar por las líneas de seguridad sin una tarjeta de embarque", declaró con cierto orgullo sobre sus engaños recurrentes.
Doce años después de haber abordado un vuelo sin pagar ni un dólar, tuvo su primer altercado con la justicia. En agosto de 2014, en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, las autoridades la detuvieron después de haber viajado desde San José sin boleto.
Un juez la dejó en libertad condicional pero al día siguiente estaba de regreso en el aeropuerto de Los Ángeles. La policía volvió atraparla, y esa vez la Justicia la condenó a seis meses de prisión.
Pasado aquel tiempo, nuevamente fue detenida. En este caso el viaje había sido desde Minnesota a Florida y, según los informes, los oficiales no la detuvieron en el aeropuerto sino que la sorprendieron registrándose en un hotel de lujo, con el nombre de otra persona. Fue acusada de fraude por suplantación de identidad y otros delitos.
Pidiendo disculpas, haciéndose la desentendida y apelando a la ternura que lograba generar en las autoridades, la mujer volvió a las andanzas. Cuatro años más tarde, al arribar al aeropuerto de Heathrow, en Londres, procedente de Chicago y sin un boleto. Fue detenida y enviada de regreso a casa.
La sentenciaron a 18 meses de libertad condicional y asesoramiento sobre salud mental. Además se le prohibió estar en cualquier propiedad del aeropuerto sin tener un boleto de avión existente. De esta manera, los oficiales ya estaban preparados para cuando la vieron regresar al aeropuerto O'Hare de Chicago, en octubre de 2019.
No tenía tarjeta de embarque, ni identificación y, como había violado la libertad condicional, se le ordenó que permaneciera recluida tras las rejas sin derecho a fianza. Pero con la pandemia de coronavirus que cambió todo en 2020, la mujer salió de la cárcel del condado de Cook en una iniciativa oficial de liberar a los detenidos de bajo riesgo durante los días de mayores casos de Covid 19.
El último intento
El 16 de marzo del 2021, las señales de GPS del monitor electrónico que llevaba durante su arresto domiciliario, guiaron a los oficiales hasta la Terminal 1 del aeropuerto de Chicago. Esta sería la gota que rebalsó el vaso. Cansados de sus reincidencias las autoridades se decidieron a darle una condena con prisión efectiva a la dulce abuelita, que desde ese día quedó tras las rejas esperando su sentencia.
"Que ella pueda repetir eso una y otra vez, es simplemente alucinante", dijo el experto en seguridad de la aviación Jeff Price. La genialidad de su modo de operación está en su simplicidad", agregó y advirtió: "Son los tipos de planes poco sofisticados que suelen ser los más exitosos".
Desde la cárcel, ella se defendió en la entrevista con CBS. "Soy bipolar. Y esto es algo que he rechazado durante años. Cuando tomé el avión, no estaba feliz. No estaba 'Oh, voy aquí o allá', en realidad estaba en un estado mental deprimido". Y cerró: "Quiero la oportunidad de disculparme con las personas que he lastimado".
La condena
Finalmente, el jueves 3 de marzo del 2022, Marilyn Hartman regresó a la corte para verse cara a cara con la jueza del condado Cook, Peggy Chiampas, la encargada de definir el futuro de la "polizón en serie". Hartman se declaró culpable de delitos graves de allanamiento de morada y fuga de monitoreo electrónico.
Sin embargo, esta vez no hubo sonrisa que la dejara escapar. Chiampas la condenó a 18 meses de prisión por el cargo de allanamiento de morada y dos años por el cargo de fuga, que Hartman deberá cumplir de manera consecutiva, según la jueza. A su vez ordenó al Departamento Correccional de Illinois que continúe brindando tratamiento de salud mental a la mujer mientras esté bajo custodia.
La jueza confió en que la mujer pueda dejar esta historia atrás con tratamiento psicológico. "Espero, y por favor no lo tomes a mal, que no te vuelva a ver en este tribunal", le dijo.