En un clima de total incertidumbre sobre el futuro del organismo, Juntos por el Cambio pedirá ocupar los dos lugares que debería designar el Congreso, uno por cada cámara, para integrarse al Consejo de la Magistratura a partir de la semana próxima. El lunes 18, el organismo que selecciona y controla a los jueces tendría que comenzar a funcionar con 20 miembros, en la actualidad tiene 13, bajo la conducción del presidente de la Corte, Horacio Rosatti.
Sin embargo, el kirchnerismo rechazó esa postura y aseguró que el Consejo recién podrá funcionar una vez que el Congreso sancione una nueva ley que reemplace a la que el máximo tribunal declaró inconstitucional con su fallo de diciembre del año pasado.
“Es una locura total volver a la integración de 1997″, afirmó el senador Oscar Parrilli (Neuquén), en diálogo con este diario. “Hay que esperar a que se sancione la ley”, agregó.
En línea con lo que sostuvo cuando se discutió el proyecto de reforma, que aprobó el Senado la semana pasada y que debe tratar la Cámara baja, Parrilli calificó como “una aberración jurídica” la decisión de la Corte, que en diciembre impuso un plazo de 120 días para que el Congreso dicte una nueva norma o, de no hacerlo, el Consejo vuelva a la ley de 1997, que fue reemplazada en 2006 por el texto redactado por Cristina Kirchner que fue declarado inconstitucional.
El senador oficialista, habitué de la mesa chica de la vicepresidenta, fue más allá y lanzó una dura advertencia a la Corte. “Espero que no hagan como Rambo y el presidente de la Corte ocupe la presidencia del Consejo como si fuera un golpe de Estado, un golpe institucional”, sentenció.
En línea con el senador neuquino pero sin las críticas al tribunal, el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, dijo que esperará a que venza el plazo impuesto por la Corte para que el Congreso sancione la nueva ley que reglamente el Consejo de la Magistratura para tomar una decisión.
“El lunes citaré a presidentes de bloques una vez que se haya caído la chance de tratar la ley y lo charlaremos con madurez”, le dijo Massa a este diario.
Sin embargo, para el jefe del bloque radical de Diputados, Mario Negri (Córdoba), “los dos cargos que faltan nombrarse corresponden a Juntos por el Cambio”, y le advirtió a Cristina Kirchner y Massa, que “deberán aceptar el fallo de la Corte Suprema”.
“No es que pueden tomar decisiones personales, si les gusta o no les gusta”, advirtió el cordobés, quien consideró que “sería un serio problema institucional si alguno de los dos se niega a firmar las resoluciones para designar al senador y al diputado por la segunda minoría”.
Negri está en sintonía con los líderes de los bloques radical y Pro de la Cámara alta, Luis Naidenoff (Formosa) y Humberto Schiavoni (Misiones), respectivamente, quienes se preparan para pedirle a Cristina Kirchner que designe a un senador de Juntos por el Cambio como cuarto representante de la Cámara alta.
Si la nota será elevada antes del viernes o el lunes próximo, cuando ya haya vencido el plazo impuesto por la Corte, lo definirán los líderes parlamentarios de la coalición opositora en las próximas horas.
Con sus declaraciones, Parrilli no sólo rechazó las pretensiones de Juntos por el Cambio de sumar dos representantes en el Consejo, sino que también desmintió las versiones, agitadas desde usinas oficialistas, que ubicaban a Cristina Kirchner designándolo en el organismo como representante del bloque de Unidad Ciudadana. Esa bancada se disolvió en 2019 cuando se integró al Frente de Todos, pero existía en 2018, cuando fueron designados los seis representantes que enviaba el Parlamento al Consejo, tres por cada cámara, que tienen mandato hasta noviembre de este año.
Lo llamativo del caso es que Parrilli no era senador en 2018 y que una de las integrantes de aquella bancada de Unidad Ciudadana, María Pilatti Vergara (Chaco), ya integra el Consejo de la Magistratura en representación del Frente de Todos de la Cámara alta.