Luego de las tormentas registradas a finales de marzo, la imagen de la playa de Pehuen Co cambió notablemente, con barrancos de cuatro a seis metros y una profunda preocupación por parte de los vecinos por una estética que alcanzó niveles indeseados y tristemente anunciados.
María Carbajo, residente permanente de la villa, docente jubilada, y ex fomentista con una larga trayectoria en el trabajo social de esa localidad, recordó, en diálogo con La Nueva. que, en principio, hay dos palabras "que creo son clave: erosión y dragado".
Por un lado, sostuvo que la erosión costera es un fenómeno natural que se origina por la interacción de los procesos climáticos, meteorológicos, hidrodinámicos y sedimentarios con la morfología costera y con la batimetría del fondo de la zona cercana a la playa (dragado), lo que ocasiona un retroceso de la línea de costa.
Por otra parte, indicó que el dragado es un proceso que consiste en remover material del lecho marino, siendo su objetivo principal garantizar tanto la operatividad como la seguridad en la navegación.
Si bien hay algunos fenómenos que afectan al planeta -continuó-, como la elevación del nivel del mar, la frecuencia y los efectos de temporales, y el cambio climático, también "podemos decir que en nuestras playas del sector céntrico tenemos problemas con la 'disponibilidad de sedimentos' y el 'espacio funcional' que impiden que la dinámica sedimentaria pueda tener lugar".
"Viendo la situación actual, donde la erosión ha avanzado notablemente y consultando mi archivo, releí la nota de La Nueva. del 20 de septiembre de 2019, donde decía que la iniciativa de la colocación de bolsones (llenos y mantenidos con la arena de la paupérrima playa con maquinarias que contribuyen a la erosión) serviría como paliativo hasta que Hidráulica de la provincia tome cartas en el asunto".
"Cabe destacar que la provincia estaba en el tema desde el año 2010, cuando luego de una visita de vecinos y fomentistas al Ministerio de Infraestructura, elaboraron un proyecto para la defensa costera de Pehuen Co", agregó.
"Y allí, ineficiencia, desinterés, desinformación, oídos sordos, etcétera, de los tomadores de decisiones hicieron que estemos hoy mucho peor".
"Entonces, creo que algunas predicciones agoreras como 'el mar engullirá las playas' o 'la mitad de las playas de arena podrían desaparecer este siglo' se harán realidad", subrayó.
"Siguiendo con la búsqueda de información averigüé que hace muchos años en 'La Feliz' existía una playa que se llamaba de los 'ingleses', que sufrió en la década del 50/60 un progresivo deterioro y 'desapareció'.
"Años después (1997/98), una obra de 33 millones renovó la cara veraniega de Mar del Plata. Recuperaron un espacio equivalente al que pueden ocupar unos 80.000 bañistas y el puerto ya podía recibir buques de gran calado. La playa del ejemplo es hoy la famosa 'Varese'".
Luego añadió que "todo me hace reflexionar sobre la información insuficiente destinada al público. Y escuchamos sobre obras rígidas o livianas, tal vez mixta. Y allí tenemos un muy buen ejemplo en 'la Barraca': obra mixta que incorporó material geotextil, bolsas de arena, piedras, que estuvo a cargo de Ricardo Caputo (en ese momento inspector de Minería de la provincia) y cuyo resultado puede verse pese a que no tuvo el mantenimiento adecuado".
"En otros lugares del planeta los puertos contribuyen a la atenuación del impacto de sus actividades sobre la erosión con el relleno de la playa o sembrado de arena con el producto del material dragado (refulado) en lugar de verterlo hacia el interior del océano".
"Todo lo expresado demuestra los límites de las responsabilidades o actuaciones parciales frente a la erosión costera y también la necesidad de tener una aproximación preventiva basada en la planificación, la vigilancia, la evaluación y los principios de una gestión integrada de las zonas costeras", remarcó Carbajo. (LaNueva)