De la diversión a la tragedia: tres chicos muertos por un voraz incendio
El hecho tuvo lugar en la calle 52 y las vías, en La Plata, cuando las víctimas estaban jugando en un carro usado para vender comidas y se desató un foco ígneo. Se informó que los tres tenían entre 80% y 90% del cuerpo quemado
En los pasillos del barrio berissense José Luis Cabezas los vecinos no salían del asombro y el estupor ayer, mientras continuaban preguntándose cómo una tarde de juego y diversión entre tres niños terminó convirtiéndose en una tremenda tragedia.
No hay precisiones aún sobre cómo se originó el foco ígneo que terminó acabando con la vida de una nena de 11 años, de su pequeña hermana de 4 años y de un amiguito de ambas, un nene de 5 años
Si bien esta tragedia enlutó puntualmente a dos familias dejó en todo este sector una sensación de pesadumbre y dolor ya que todos los esfuerzos que se hicieron para salvar a los chicos no surtieron el efecto deseado.
Hasta el momento se tiene la certeza de que los tres chicos se encontraban jugando en un espacio común de este complejo habitacional cuando se desató el incidente fatal. Así lo confirmó a la policía la madre de las dos hermanas fallecidas.
Alrededor de las 15 de ayer, un fuerte despliegue de seguridad combinado con un fuerte olor a humo y el ruido de sirenas de los vehículos pertenecientes al cuerpo de bomberos y de ambulancias confirmó que algo grave estaba sucediendo en el interior del pasillo que se inicia en la calle 52 y las vías, a pocos metros de la entrada de la Facultad de Psicología de la UNLP.
Si bien el caso es materia de investigación, se supone que la imaginación propia de su edad potenciada por la circunstancia de diversión y esparcimiento los condujo a entretejer una historia que terminó desarrollándose en torno a un carro que, según pudo saber este diario, venía siendo utilizado para vender comida.
Justamente, en el barrio sospechan que este pudo haber sido el hilo conductor del juego que estaban compartiendo y lo que terminó desencadenando la tragedia.
En este marco, estiman que es muy probable que al toparse con este rodado los niños hayan decidido jugar a la venta de comidas.
También consideran probable el hallazgo fortuito de algún material inflamable y de algún artefacto para generar una llama. Estas conjeturas podrían confirmarse en las próximas horas cuando se conozcan los resultados de las pericias realizadas en el lugar por la policía científica.
Hasta el momento el único indicio con el que cuentan los investigadores es un colchón quemado que apareció en el interior del carro.
GRITOS, HUMO Y ANGUSTIA
Lo concreto es que, según indicaron testigos a la policía, de un momento a otro, las llamas se apoderaron de este carro de ventas. De inmediato, en el barrio comenzaron a escucharse gritos desgarradores y desesperados pedidos de auxilio.
Al principio algunos de los residentes creyeron que el fuerte olor a humo que había impregnado el ambiente y que había reducido el nivel de visibilidad considerablemente provenía de un foco ígneo que se estaba desarrollando en el interior de una morada.
Ante esta situación, los vecinos decidieron actuar de forma inmediata. Se sabe que en este barrio hay una fuerte densidad poblacional y que las viviendas están construidas con un alto grado de proximidad.
Si bien el motor principal del auxilio era el sentido de solidaridad que impera entre los vecinos también se podía percibir un cierto atisbo de preocupación y angustia por la posibilidad de que el fuego pudiera trasladarse a las casas linderas.
Con baldes y botellones, los vecinos avanzaron en medio de la densa capa de humo intentando hallar la propiedad que estaba en llamas. Y al llegar prácticamente al final de un pasillo se encontraron con el dantesco cuadro.
UNA TRAMPA MORTAL
Tres niños se encontraban tendidos en el suelo en estado de inconsciencia mientras varios adultos intentaban sofocar las llamas que aún persistían en sus prendas.
Trascendió que la tarea para rescatar a los menores del lugar fue muy ardua ya que quedaron atrapados en el interior del carro. Ese factor terminó siendo determinante para que el cuadro se agravara aún más.
Se proyecta que tras desatarse el fuego, el calor, el humo y los objetos que estaban guardados en el rodado se conjugaron para generar una trampa mortal.
Mientras se aguardaba la llegada de los equipos médicos, los bomberos ingresaron al lugar para sofocar el incendio que se estaba desarrollando en el carro y de este modo evitar que continuara expandiéndose.
En ese marco de zozobra y desconsuelo, un familiar de la nena de 11 años le puso fin a la espera. Tomó a la pequeña en sus brazos, la cargó en su auto y la trasladó al Hospital San Martín.
Los esfuerzos del hombre, que según pudo saber este diario es el tío de la víctima, y de los médicos que atendieron la urgencia no pudieron revertir el grave estado en el que se encontraba la nena.
Según informaron fuentes policiales, la pequeña identificada por la policía como Solange Yupanqui, falleció camino al nosocomio.
Por la tarde, el caso sumó una segunda víctima. La policía confirmó que se trata de Jeremías Astor Vázquez de 5 años quien se encontraba en grave estado en el Hospital Larraín de Berisso.
Finalmente, al cierre de esta edición, la policía confirmó el fallecimiento de la nena de 4 años, hermana de la víctima fatal de once, a raíz de una falla multiorgánica.
Al igual que su hermana, la pequeña, identificada como Kendra Yupanqui, presentaba entre un 80% y 90% del cuerpo quemado
A raíz de la gravedad de sus heridas, anoche estaba previsto trasladarla al Hospital Garrahan para recibir tratamiento pero murió en el Hospital Larraín al que había sido trasladada por un patrullero.
