Un nene había quedado atrapado en el balcón de un quinto piso, en un edificio en Caballito. Caminaba de un lado al otro sin noción del riesgo que corría. Las persianas estaban cerradas. La escena fue registrada por una mujer que pasaba por la calle. Desesperada, ella empezó a gritar para que alguien lo ayudara. Los vecinos alertaron a Alejandro, el encargado del edificio vecino, que acudió a socorrer al niño con una riesgosa maniobra.
Todo ocurrió el sábado a las 10 de la mañana en la calle Acoyte al 175. Alejandro, sin dudarlo, cruzó de balcón a balcón con el riesgo de caer al vacío para rescatar al niño.
“Una señora de la zona me tocó el timbre y me dijo que había una criatura en el balcón del quinto piso”, contó Alejandro, en diálogo con TN. “Les toqué el timbre, golpeé la puerta y nadie me contestó. Fui al departamento vecino, entré y, sin dudarlo, salté al balcón”, relató.
Así, el encargado contó que encontró al niño jugando, sin noción de lo que ocurría. El hombre tomó al niño e ingresó al departamento a través de una de las dos persianas que se encontraba “unos centímetros” levantada. “La criatura fácilmente pudo haber pasado cuerpo a tierra”, consideró.
Una vez adentro del inmueble, Alejandro buscó a los padres del menor para anoticiarlos de lo ocurrido. “Empecé a aplaudir en la casa, diciendo ‘¿hay alguien acá?”, narró el hombre, y agregó: “Los padres estaban durmiendo. Según lo que me dijo el padre, fue un descuido. Uno de los dos se olvidó de cerrar la persiana”, reconstruyó el encargado del edificio.
“El padre se despertó, le comenté toda la situación, que la criatura estaba del lado de afuera y que casi se cae”, repasó Alejandro, quien aseguró: “El tipo no podía creer lo que estaba pasando”.
Según el encargado, la pareja y el menor se mudaron hace unas dos semanas al edificio. Al ser consultado por la respuesta de los padres a la situación, Alejandro dijo: “Después de todo lo que pasó, les toqué timbre, pero no me contestaron. Por ahora no los vi ni me agradecieron”.
Y concluyó: “Los vecinos habían llamado a la policía, pero no pensé ni un segundo y crucé porque [el niño] ya se estaba empezando a trepar, fue un acto sin pensar”.