Este lunes empieza el juicio contra cuatro de los cinco acusados de violar en grupo a Paula Martínez, la joven de Florencio Varela que durante cinco años luchó para que se hiciera justicia mientras soportaba el hostigamiento y las amenazas de los familiares de los detenidos y a fin de 2021 se suicidó.
El debate se llevará a cabo los días 4, 6 y 7 de abril en los Tribunales de Quilmes. Cristian Chávez, Rubén Chávez, Diego Domínguez y Gustavo Carbonel se sentarán en el banquillo de los acusados imputados por abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos o más personas. En tanto Mauro Nair Goncalves, el quinto imputado por el ataque, sigue prófugo y hay una recompensa de 4 millones de pesos para quien aporte algún dato sobre su paradero.
“Exigimos una condena ejemplar para los abusadores y torturadores de Paula mediante un juicio con perspectiva de género. ¡Basta de violaciones grupales!”, fue el pedido que se escuchó el viernes pasado en una conferencia de prensa encabezada por Sandra Zapata, la mamá de Paula, y Romina Doncel, especialista en trata de personas y violencia de género, coordinadora del equipo de profesionales que interviene. Un día después, denunciaron, recibieron nuevas amenazas por parte de familiares de los detenidos.
“El día sábado la familia de uno de los imputados (Chávez) rompe la restricción perimetral y se acerca a 20 metros de la casa de los hijos de Paula, como modo de hostigamiento y amenaza. La situación es crítica. La familia de Paula está amenazada”, indicó el comunicado difundido por Doncel.
“Si absuelven a los imputados la familia podría cruzarse con los abusadores en el almacén del barrio ya que son vecinos. Esta situación es sumamente crítica y pedimos responsabilidad a las autoridades encargadas de pronunciar sentencia”, agregó el texto, en el que exigieron la pena máxima para los acusados y que se deje de revictimizar la memoria de Paula y de su familia.
Durante la misma conferencia que se llevó a cabo en la sala Borges de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Sandra Zapata, la mamá de Paula, expresó: “Mi hija era una guerrera y por eso sigo la lucha”. “La guerra está declarada; así como me ven, con lágrimas en mis ojos, con el alma partida y el corazón roto, sigo de pie y sigo la guerra”, completó. Después, la mujer señaló que mientras atacaban a su hija los abusadores filmaron la situación pero que ese video nunca apareció.
El brutal ataque a Paula Martínez
El 10 de diciembre de 2016 Paula Martínez había ido a una fiesta invitada por una conocida, aceptó un trago que le ofrecieron y cuando recuperó la consciencia, habían pasado tres días. Paula fue drogada, raptada y violada por un grupo de hombres a los que conocía: eran todos vecinos suyos.
El día del abuso, el primo de la chica que la había invitado a su cumpleaños fue quien le dio la bebida con la que supuso que la drogaron y después, cuando ella manifestó que se sentía mal, se ofreció a acompañarla a su casa.
En el camino los interceptó una camioneta blanca con varios hombres en su interior, la obligaron a subir y la llevaron hasta una vivienda cercana, en donde abusaron sexualmente de ella alrededor de tres horas.
