En el trigésimo segundo día de la invasión rusa a Ucrania, inteligencia británica ha informado que los contraataques del Ejército ucraniano y la falta de suministros "han permitido a Ucrania volver a ocupar ciudades y posiciones defensivas hasta 35 kilómetros al este de (la capital) Kiev".
"Es probable que las fuerzas ucranianas continúen intentando hacer retroceder al Ejército ruso a lo largo del eje noroccidental entre Kiev y el aeródromo de (la ciudad de) Hostómel", a unos 70 kilómetros, apunta el último parte de la inteligencia militar.
Según el informe del ministerio de Defensa Británico, "en el sur de Ucrania, las fuerzas rusas todavía tratan de esquivar Mykolaiv mientras intentan avanzar en dirección oeste hacia Odesa".
Sin embargo, el avance hacia la ciudad se ve frenado "por problemas logísticos y la resistencia ucraniana", indica su análisis, difundido en Twitter.
Más ayuda desde Londres
Ayer se festejó en Bruselas una nueva cumbre de la OTAN, en ella, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció un nuevo paquete de ayudas militares y financiamiento contra Ucrania que incluye el envío de 6.000 misiles adicionales al ejército ucraniano.
Desde el inicio de la invasión, hace más de un mes, las autoridades británicas suministraron 4.000 armas antitanque que pueden dispararse por una sola persona desde el hombre. También, facilitaron misiles antiaéreos Starstreak, para repeler los ataques de la aviación rusa.
Por último, el Reino Unido destinará 25 millones de libras (30 millones de euros) en apoyo financiero a las fuerzas armadas ucranianas, que se suman a los 400 millones de libras (480 millones de euros) que ya se han comprometió en ayuda económica y humanitaria.
Por último, Boris Johnson, lanzó un duro mensaje contra Vladimir Putin: "Creo que la realidad es que Vladímir Putin ya ha cruzado la línea roja hacia la barbarie".