¡Se renueva el sueño de La Trochita!: llegaron tres locomotoras a la Comarca Serrana
Pronto serán restauradas y exhibidas en Sierra de la Ventana. Desde la Asociación Amigos de La Trochita remarcaron la importancia de proteger el patrimonio y recuperar el trazado original del ramal 111 que unía a Sierra de la Ventana con el ex Club Hotel de la Ventana.
En una época en que parece tan difícil cumplir con los sueños y, sobre todo, poner en valor nuestra historia (para reconocer de dónde venimos y hacia dónde vamos), la Asociación Amigos de la Trochita, de la Comarca Serrana, no solo no bajó los brazos sino que acaba de dar un paso al frente en un proyecto colectivo que apunta al desarrollo turístico de la región: recuperar el trazado del ramal 111 que unía a Sierra de la Ventana con el ex Club Hotel de la Ventana.
La Asociación acaba de ingresar a la comarca tres locomotoras Brookville, de 1960 y 1970, que compró a la salina Barrancas, de Villarino, con la idea de restaurarlas y exhibirlas (en principio) a través de una muestra estática en el Museo de la Trochita de Sierra de la Ventana.
Jorge Tesán, fue contundente: “Queremos tener el tren de trocha angosta funcionando otra vez”, dijo.
La Trochita de Sierra de la Ventana, a la que hace referencia, tuvo su viaje inaugural el 17 de diciembre de 1913. Su misión era trasladar pasajeros de la alta sociedad porteña, y también llegados de Europa, hacia el elegante Club Hotel y Casino de Villa Ventana, una obra paradigmática de la Belle Epoque, que se construyó literalmente en medio de la nada.
Para brindar el servicio, en aquel entonces, se trajeron desde Leeds (Inglaterra) un par de locomotoras a vapor (SV1 y SV2), dos vagones para pasajeros y diez vagonetas tipo tolvas. Los coches tenían una capacidad de 27 personas en Primera y 8 en Segunda.
El ramal 111, fue construido por la Compañía de Tierras y Hoteles de Sierra de la Ventana.
Cuando el ex Club Hotel dejó de funcionar, el ramal empezó a ser desguazado y a formar parte de la desidia y del abandono, y quedó no operativo hasta la actualidad.
Sobre el destino de su formación original hay pocas certezas y menos posibilidades de recuperarla.
“La última información que tenemos es que una de estas locomotoras fue a parar a las salinas de Córdoba, en el año 1934, y luego perdimos el rastro. Hay una versión de que en el año 2000 se vendió de una salina todo lo que era chatarra y entre ello la locomotora, pero no podemos corroborarla”, dijo Tesán.
También comentó que, de este tipo de locomotoras, hay una en la India que aún está en servicio.
“La nuestra era del tipo 062, con dos ruedas de apoyo y seis de tracción. Eran locomotoras tanque, porque tenían tanque de agua incluido. Se ralearon de servicio en el 20”, contó.
Las locomotoras recientemente adquiridas, no son a vapor, sino diesel, y son representativas de una época de prosperidad en el transporte ferroviario. Un atractivo que, sin dudas, atraerá a más turismo a la comarca.
“No son las máquinas que funcionaron en aquel momento, que eran a vapor. Esas casi ya no existen. Hoy es muy complejo conseguirlas, son muy caras. Seguramente tendremos que conseguir alguna pero son valores muy altos”, destacó Tesán.
"La finalidad de esta compra es hacer una muestra estática en el Museo y luego poder hacerla circular por el ramal 111 cuando lo tengamos habilitado ya que necesitaremos alguna maquina diesel para trabajos de servicio y movimientos cortos. Queremos ser optimistas de que en un plazo un muy lejano las vamos a tener circulando”, dijo.
La concreción del proyecto depende hoy de ciertos trámites que deben agilizar las autoridades municipales en relación a las tierras por las que atraviesa el ramal, que se encuentra en campos privados, aunque su recorrido se asienta en lotes estatales.
“El proyecto de recuperar La Trochita es más que atractivo, no solo como una inversión, que sí lo es para quien haga el emprendimiento, sino para el desarrollo turístico de la región”, indicó.
Hoy, la estadía promedio, según especialistas, en la comarca es de entre 4 y 5 días por turista o grupo familiar.
“Este proyecto alargaría un día más la estadía y aumentaría el movimiento para todo el desarrollo de la comarca. Es muchísimo el dinero que quedaría circulando en hotelería, restaurantes, complejos, excursiones”, sostuvo.
Es sabido que el crecimiento del turismo tiene una espiral exponencial en función de las inversiones que se hagan y de la oferta de atractivos con que cuente cada destino.
La extensión de la traza por la cual circulaba La Trochita era de 18,66 kilómetros, y en su trayecto describía 42 curvas. La distancia entre rieles de la formación era de 76,20 centímetros.
El Club Hotel hacia el cual trasladaba a los pasajeros de la alta sociedad porteña y también extranjera, era un edificio de 6.400 metros cuadrados. Contaba con 173 habitaciones, 58 baños, canchas de tenis, casino, cancha de golf de nueve hoyos, cancha de polo y un parque monumental de 126 hectáreas. Fue destruido por un incendio en 1983.
Los objetivos de la Asociación Amigos de La Trochita
“Cuando iniciamos con la Asociación, teníamos tres ideas: recuperar la historia, poner un museo y recuperar la traza. Las tierras están en un estado de semi abandono entre medio de campos privados, pero pertenecen al Estado”, señaló.
Los dos primeros objetivos los cumplieron con creces: en el Museo llevan a cabo una muestra permanente de material que fueron consiguiendo, restaurando y poniendo en valor, durante años.
“Seguimos trabajando en el predio en el Centro Cultural sobre unas casillas de 1903 que hemos restaurado. Este año haremos el resto del edificio. Lo hacemos con recursos propios, eventos y aportes de los socios, por eso tiene un ritmo lento”, indicó.
También adelantó que la Asociación se encuentra trabajando en conjunto con Trenes Argentinos para conseguir material para poder hacer el tendido de las vías.
El año pasado, inauguraron una caminata, con carteles indicadores, que fueron vandalizados.
“Hay una calle, que da contra la vía, que marca el lugar en el que comenzaba el camino de acceso a La Trochita. Allí colocamos cartelería. Nos tiraron los carteles y los cortaron. No tenemos pruebas concretas de quiénes lo hicieron”, dijo.
“Es algo muy molesto porque esto lo hacemos con esfuerzo personal y económico de cada uno de los miembros de la Asociación y que sea destruido nos pone muy mal. Algunos anónimos han afectado el material que exhibimos en el Centro Cultural”, comentó.
Por ello, planean poner cámaras de vigilancia para un mayor cuidado de las recientemente adquiridas locomotoras.
El proyecto de volver a hacer funcionar a La Trochita interpela a la comunidad y la llama a ser protagonista de un presente próspero para la comarca, con bases sólidas en una historia que solo espera que la rescatemos del olvido.