Luego de 22 días desde que inició la invasión a Ucrania, Rusia no ha conseguido hacerse con la capital del país, Kiev. Las tropas rusas han obtenido los puertos del sur, casi todo el este del país, sin embargo, no han obtenido la ciudad más importante de todas.
Desde el primer ataque, Rusia fracasó. Cuando intento tomar el aeropuerto de Hostomel. Las fuerzas ucranianas derribaron el primer avión y luego se retiraron. Además, los feroces 60 kilómetros de maquinaria rusa han quedado empantanados.
“Están teniendo enormes dificultades. Siguen sin resolver sus problemas de logística y abastecimiento en toda la campaña del norte de Ucrania. Claro que es tan incomprensible que esto suceda a un ejército del tamaño y el poder de fuego como el ruso que tendríamos que plantearnos la cuestión de si Rusia tiene realmente la intención de asaltar Kiev. De otra manera no se entiende”, analizó la inteligencia británica consultada por el diario Telegraph.
Según Estados Unidos, 7.000 soldados rusos han muerto desde el inicio de la invasión mientras que el 10% del equipo del ejército invasor también fue destruido. Esta situación "hace preguntarse si el ejército sobre el terreno tiene la voluntad de seguir luchando", agrega el análisis.
"El asalto a Kiev, sería sumamente costoso en vidas y equipos. Tendría que intervenir decididamente la aviación. Y estar dispuestos a convertir en escombros una ciudad que es entrañable para la historia rusa”, continúa.
Múltiples medios occidentales afirman que algunas tropas rusas se mueven desde el territorio de Osetia, Georgia, hacia el frente ucraniano con el objetivo de reforzar sus fuerzas con tropas más descansadas y experimentadas. Por el momento, Moscú necesita el doble de soldados y equipos para quedarse con Kiev informa Occidente.
Según el general retirado, David Petraeus, Rusia carece de las fuerzas necesarias para la contrainsurgencia. Y para ocupar una ciudad de seis millones la va a necesitar.
“Rusia busca cada vez más generar tropas adicionales para reforzar y reemplazar sus pérdidas de personal en Ucrania”, es el análisis que hizo ayer el Ministerio de Defensa británico.
“Para ello, Moscú está redistribuyendo fuerzas desde lugares tan lejanos como el distrito militar oriental de Rusia, la flota del Pacífico y Armenia. También está tratando de explotar cada vez más fuentes irregulares, como empresas militares privadas, sirios y otros mercenarios”, agregó.
“Los rusos están desesperadamente faltos de personal”, dijo al Guardian, Jack Watling, investigador del Royal United Services Institute (RUSI).
“Han avanzado a lo largo de múltiples ejes y han dividido sus fuerzas. Si estuvieran operando a un ritmo elevado y hubieran sido capaces de hacer lo que se propusieron, entonces tendría sentido, pero dada la escasa motivación de las tropas lo que en realidad han conseguido es fijarse en varias batallas urbanas independientes, y en cada una de ellas carecen de la masa necesaria para tomar las ciudades que están asediando por asalto", agregó.
La defensa ucraniana ha sido eficaz gracias a las donaciones que ha estado recibiendo de Europa y Estados Unidos.
Ayer, Joe Biden anunció una nueva ayuda de 800 millones de dólares, donde se incluyen misiles antiaéreos Javelin y Stinger.
Según Chris Donnelly, ex asesor de la OTAN, uno de los mayores problemas es que Rusia ha enviado reclutas quienes tienen baja moral. “Durante años, en cierto sentido, los rusos trataron de construir un ejército sin soldados, principalmente porque eran conscientes de la vulnerabilidad de sus propias tropas y de su disposición a luchar”.
La llegada de 16.000 sirios tampoco está bien visto por los expertos ya que "los sirios son muy buenos en la lucha en el desierto. Pero en Ucrania el terreno es totalmente diferente. En principio, tienen que soportar un frío de varios grados bajo cero al que no están acostumbrados", opinó Jack Watling del RUSI.