Expoagro convocó está semana a más de 100.000 personas en el autódromo de San Nicolás para mostrarles todo lo que hay y lo que va a haber en el campo argentino. Maquinaria, semillas, camionetas, agroinsumos, infraestructura, tecnología, conocimiento, servicios, investigación… es un espectáculo atractivo para cualquiera con un mínimo de curiosidad, pero especialmente para quienes están en la producción agropecuaria. Clarín Rural conversó con un contratista, un productor agrícola y un ganadero para compartir visiones y entender cómo es la transformación tecnológica que se expresa todos los años en la Capital Nacional de los Agronegocios.
Paseando por la muestra y conociendo las novedades en materia de equipos forrajeros se lo pudo ver a Leonel Arese, quien junto a Javier Roth maneja la empresa familiar Futuro Ganadero. Con base en Laprida, provincia de Buenos Aires, y brinda servicios de picado en buena parte del centro y oeste bonaerense, en La Pampa y el sur de Santa Fe.
“Arrancamos en 2005 con una picadora usada y hoy tenemos seis. Todo lo que generamos lo re invertimos en fierros, somos francamente fanáticos de los fierros y apostamos el 100 por ciento de nuestros recursos a la empresa para brindar un mejor servicio a nuestros clientes, tener lo último en tecnología, capacitarnos, hacer viajes”, comenta en diálogo con Clarín Rural.
Entre las claves de su negocio, remarca la necesidad de tener siempre la tecnología y los equipos mejor preparados, con telemetría, y darle la posibilidad al cliente de saber en tiempo real el rinde de su cultivo en materia seca. “También, tener buenos tractores para hacer el compactado y para que tenga una buena calidad, es lo que diferencia a algunas empresas que tenemos en el rubro”, agrega.
Con la telemetría, explica, se obtiene un montón de información que permanentemente se está volcando a una computadora o un celular: el consumo de gasoil, si la máquina está parada en el potrero, la razón de una detención, cuánto material procesó en el día, cuántos kilos tiene el productor en un silo bolsa o aéreo… “Es decir, es una herramienta muy importante para tratar de hacer más eficiente el trabajo. En algunas picadoras viene de fábrica y en otras se la coloca, pero los clientes siempre la piden. Hay muchos productores que ya hacen siembra variable de semilla y de fertilizante, y la telemetría es una herramienta que el productor usa para mejorar su producción”, detalla Arese.
Luego dice que otro punto central para brindar un buen servicio es la tecnología usada en el transporte. “Imaginemos que una hectárea promedio en la zona núcleo entrega unos 50.000 kilos de materia verde por hectárea y se la transporta a distancias de 4 ó 5 kilómetros. O sea que el crecimiento de las picadoras trae aparejado el crecimiento de transporte”, remarca.
Otro de los que anduvieron curioseando lindo en la expo de San Nicolás fue Leonardo Elgart, ingeniero agrónomo, productor y asesor en agricultura de precisión desde el 2004. Elgart hace base en la localidad bonaerense de Tres Arroyos y se dedica fundamentalmente a la ambientación, prescripciones, mapas y dosis, entre otras cuestiones.
Según recordó, en sus comienzos había disponibles softwares pagos muy rudimentarios y el trabajo de imagen era muy pesado y engorroso. "Había que entender mucho para hacerlo andar. Hoy es muy fácil ingresar a la agricultura de precisión, hay herramientas que democratizaron el alcance de esta tecnología", enfatizó agregando que también hay un cambio generacional, que está más aggiornada a la tecnología.
El productor explicó que hay muchas herramientas destinadas a ser más eficientes en la agricultura. La primera son los software que analizan, estudian, interpretan y mapean los campos. Y luego están las herramientas que tienen que ver con el equipamiento. "Las empresas de equipamiento empujaron la entrada de los softwares", apuntó.
Ahora, para Elgart, se sumó una tercera área que para él es la más importante: la agronomía. "Los profesionales que intervienen en las decisiones de manejo tienen el ojo puesto a nivel lote. El resultado más grande es aplicar los insumos necesarios en los lugares que se necesita. Es no tirar de más en los sitios que no va a haber respuesta y potenciar los sitios donde hay respuesta. No impactamos en el rinde final, y es loco eso”, comentó.
Respecto a Expoagro dijo que todos los años le llama la atención que hay empresas emergentes que cada vez tienen más participación. "Lo que más me sorprendió fue cómo las empresas de otras industrias, como la metalmecánica, se están metiendo en el segmento con herramientas de agricultura de precisión. Hay 3 o 4 opciones de agricultura de precisión en la misma maquinaria", detalló.
En representación de los ganaderos, en Expoagro estuvo presente Carlos Odriozola, criador y cabañero de Rauch, en plena Cuenca del Salado. Mientras miraba la amplia oferta de tolvas y mixers contó que en su campo está por empezar a incorporar caravanas electrónicas en parte del rodeo, pero reconoce que en la ganadería de datos, es decir el uso de chips y sensores para simplificar las mediciones de todo tipo de parámetros -como en la agricultura de precisión-, todavía queda un largo camino por recorrer. “Es complicado, la adopción todavía viene muy lenta, pero tiene mucho potencial”, dijo.
Odriozola empezó como criador puro y con el tiempo fundó una cabaña Limousin para ir mejorando la genética de su propio rodeo. Más tarde decidió hacer un feedlot para transformar localmente sus granos, recriar y terminar toda la hacienda y obtener así un mejor flujo económico. “Los corrales a veces dan ganancia, otras veces no, pero nos permiten tener animales para vender todo el año. Además ahí mismo se recría y se sirve a las hembras de reposición”, explicó.
En la ganadería hay herramientas tecnológicas que tardan más en penetrar, pero la innovación es permanente en términos organizacionales, y la búsqueda de eficiencia también se ve reflejada en el mejoramiento genético del rodeo y en la calidad de la nutrición.
“La genética es la primera herramienta tecnológica que tiene la ganadería para mejorar su productividad. Otro factor importante en ese sentido son los avances en nutrición, todos los nuevos productos, semillas forrajeras, y sobre todo el conocimiento que se logra con ensayos permanentes que hacen las razas para conocer con precisión la tasa de conversión que se alcanza con cada raza o con cada dieta, y para conocer y caracterizar la calidad de carne obtenida”, dice Odriozola.
Después remarca que de fondo, en cada uno de los vectores tecnológicos que incorpora, la ganadería tiene un solo objetivo muy claro, un nuevo paradigma que se impone y que tiene que ver con la medición de su huella ambiental. “Eso es lo más importante, el gran desafío que tenemos por delante y lo que va a motorizar la transformación de la actividad de acá en adelante. Hay que mostrar cómo se produce, medir el balance de carbono, aumentar la captura y capitalizar esa captura”, concluye.
Eficiencia, reducción de costos y menor impacto ambiental a través del manejo de datos y la incorporación de tecnología son los denominadores comunes del campo argentino, que esta semana se juntó en San Nicolás para entender el presente y mirar el futuro.