Sistema previsional: todas las pistas indican que los cambios apuntan a subir la edad para jubilarse
El periodista Ismael Bermúdez consideró que el Gobierno quiere apuntalar ese esquema, por ahora, voluntario.
Aunque el Gobierno jure y perjure que no realizará, en cumplimiento de los compromisos que asumiría con el Fondo, ninguna reforma al sistema previsional, el análisis de algunos números no hacen más que acrecentar las dudas.
Es que si bien tanto el ministro Martín Guzmán tuvo que salir, cual bombero a un siniestro, a aclarar en sus redes sociales que “no habrá ninguna reforma jubilatoria” y que tan sólo se realizará “un estudio focalizado en los regímenes especiales alcanzados por la Ley 27.546 (N de R: consagra el Régimen Jubilatorio para magistrados y funcionarios del Poder Judicial y Ministerio Público de la Nación)”, hay algunas cuestiones que invitan a sospechar que la verdadera intención es emprender cambios bastante más ambiciosos de un sistema previsional que, se sabe, nunca ha sido del agrado de los técnicos del FMI.
Prueba de ello es un paper del año 2018, donde el organismo dice que el sistema de reparto argentino es demasiado “generoso”, no incentiva el ahorro individual para la vejez y no está preparado para un mundo donde la gente vive más tiempo.
Pero para hablar de este tema, La Nueva entrevistó al periodista económico Ismael Bermúdez.
Considerado uno de los referentes indiscutidos en su área, Bermúdez escribe regularmente en el matutino porteño “Clarín” sobre temas previsionales y de la seguridad social.
Recibió en 1997 el Diploma al Mérito en Análisis Económico y, en 2017, fue laureado con el Konex de Platino, ambos otorgados por la Fundación Konex, entre otros reconocimientos, destacándose el Premio a la Trayectoria del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de CABA, en el mismo año.
Los tramos salientes, a continuación.
--El ministro salió a aclarar que analiza cambios en las jubilaciones de jueces y diplomáticos, pero que no habrá reforma generalizada. Sin embargo, en términos de ahorro potencial del gasto público es un porcentaje ínfimo, y ya se hicieron reformas ¿qué hay detrás?
--En rigor, el acuerdo que el Gobierno estaría a punto de firmar con el Fondo Monetario, y que se filtró a la prensa en la semana, no se refería a ningún régimen en particular, sino que hablaba de evaluar a los regímenes especiales en general. Esto despertó bastante malestar, porque dentro de estos regímenes están las jubilaciones de los docentes, de forma que los sindicatos de la actividad reaccionaron, lo que forzó al ministro a hacer esta aclaración.
“Sin embargo, hay que tener en cuenta que las jubilaciones de los magistrados y diplomáticos abarcan a un universo de unas 8.000 personas, al tiempo que, en 2020, ya se introdujeron modificaciones que adaptaron bastante el régimen que poseen al general. Ocurre que, al tratarse en general de salarios y, por ende, aportes jubilatorios muy altos, los haberes son también muy altos. Por eso, no se entiende bien qué quiere hacer el Gobierno, y habrá que conocer los detalles de lo que se firme, algo que hasta ahora no se sabe con precisión”.
--Despierta sospechas, además, el hecho de que el FMI se pronunció abiertamente en contra de sistemas previsionales como el argentino.
--Exacto. Pero el tema acá es que el Fondo parte de un diagnóstico totalmente erróneo para el caso nuestro, que es el de pensar que el problema principal radica en el envejecimiento de la población, producto de que la gente vive más tiempo, y no hay trabajadores activos suficientes para financiar las prestaciones.
“Pero en Argentina, el gran problema del sistema jubilatorio es la elevada evasión en el pago de los aportes patronales, algo que se manifiesta en los altos índices de informalidad laboral. Entonces, como los sucesivos gobiernos no se han dedicado a resolver esto, pasa que cuando a un trabajador informal le llega la hora de jubilarse, no puede hacerlo porque no tiene aportes suficientes o directamente jamás los tuvo. Y ahí es donde sale el Gobierno con las moratorias previsionales, recargando al sistema previsional con una función para la que no fue pensado originalmente”.
“Esto se agrava cuando, en forma bastante recurrente, se quiere ayudar a las empresas y se les perdonan las deudas previsionales. Y yo creo que es necesario que el Gobierno las asista en momentos complejos, pero con recursos que vengan de otras fuentes, no del dinero necesario para sostener al sistema previsional”.
--Entonces, ¿por dónde cree que vendrán los cambios del sistema si se arregla con el FMI?
--Por el lado de subir la edad jubilatoria, algo que el propio Fondo ya ha recomendado en el pasado. Es más, el propio borrador del acuerdo que se filtró dice que se tratarán de implementar mecanismos que favorezcan la prolongación voluntaria de la vida laboral de las personas, y las recientes declaraciones del ministro Moroni (Claudio, al frente de la cartera laboral) quien se pronunció de acuerdo con esta idea.
--¿Y cómo funcionaría?
--Antes de la reforma jubilatoria de Macri, si alguien tenía 30 años de servicio y 65 de edad, la empresa para la que desempeñaba tareas lo intimaba para que diera inicio a su trámite jubilatorio. Actualmente, el empleado tiene la opción de continuar trabajando por cinco años más si así lo quisiera.
--¿Cómo se comportó la nueva fórmula de movilidad?
--Primero que nada, hay que recordar que los jubilados perdieron casi 20 puntos de poder de compra con la fórmula de Macri (N de R: la ley 27.426, que ajustaba las jubilaciones en base al IPC y los salarios), al tiempo que les "robaron" un trimestre de actualización por el empalme con la fórmula anterior, algo de lo que nadie jamás se hizo cargo. Con los DNU del gobierno actual, que ajustaban en base a lo que al Gobierno le parecía, todas las que estaban apenas por encima de la mínima perdieron.
"Ya con la actual movilidad en vigencia (N de R: la de la ley 27.609, que se aplicó en 2021, y ajusta por la recaudación tributaria de la Anses y el mejor valor entre dos índices que siguen a los salarios), se pudo equiparar el poder de compra y hasta mejorarlo en algunos casos, pero, claro, usando bonos que se dan por única vez y que no entran en la base de cálculo, lo que impide una verdadera recuperación".
"El tema es que por un lado, el Gobierno ofrece pagar con cláusulas de ajuste antiinflación a bonistas, que en muchos casos, son grandes fondos especulativos que poseen títulos argentinos en cartera. Y yo me pregunto, si el Gobierno argentino le reconoce la inflación a un bonista, ¿por qué no a un jubilado? Por eso, la movilidad debería tener la misma cláusula de ajuste".