Estados Unidos respaldó las negociaciones que lidera Martín Guzmán, ministro de Economía, con el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque puso en duda la viabilidad del sendero fiscal.
Durante una reunión este miércoles en Washington, el directorio ejecutivo del organismo habilitó de manera informal a cerrar el acuerdo de refinanciación de 44.000 millones de dólares. Para el gobierno se trata de un nuevo guiño a los avances con el organismo en busca de un programa que permita refinanciar la deuda contraida por la Argentina durante la gestión de Mauricio Macri.
Esto, debido al aval de la administración de Joseph Biden a aspectos básicos del programa económico. La reunión duro casi cuatro horas pero finalizó con la instrucción de la Casa Blanca y la alineación de las posiciones de Alemania, Japón y Canadá.
Según señalaron las mismas fuentes, el tema central del encuentro tuvo que ver con las condiciones que debe cumplir la Argentina para volver a acceder a otro préstamo de “acceso excepcional”, tal como ocurrió durante el gobierno de Mauricio Macri, que excede ampliamente el monto máximo al cual puede acceder el país según su cuota en el organismo.
El Acuerdo de Facilidades Extendidas (EEF, según las siglas en inglés) que busca el Gobierno para repagar el Stand-By solicitado por Macri en 2018 tendría un monto de alrededor de US$ 40.252 millones.
El organismo lo que hace con los países que no pueden pagar es volver a prestar para que les cancelen los vencimientos y evitar atrasos. De esta manera el Gobierno de Alberto Fernández recibirá el mismo trato que la administración macrista.
Pero no fue todo a favor. El acuerdo también recibió algunas críticas por parte de Estados Unidos, el país con más peso dentro del directorio, especialmente en torno al camino fiscal que tomará la Argentina y la falta de reformas estructurales para garantizar una reducción del gasto público.
Julie Kozack y Luis Cubbedu, negociadores del staff del Fondo, encabezaron la presentación y respondieron preguntas del directorio, pero no todas pudieron contestarlas. "¿Y cómo van a bajar los subsidios?", les preguntaron. "No sabemos los porcentajes", indicaron los técnicos.
La aprobación final del acuerdo depende de las naciones del G7, que controlan el board. Este paso es indispensable para que luego el Congreso de la Nación lo trate. El Gobierno planea que eso suceda antes del 22 de marzo, cuando la Argentina debería pagar 2.800 millones de dólares. El presidente Alberto Fernández pretende inaugurar las sesiones ordinarias, que son el 1 de marzo, con las negociaciones cerradas.