"Crónica de un final anunciado": dos interpretaciones, un libro de Garía Marquez y lo que auguraba el futuro para la delegación de Huanguelén, en la que estuvo hasta las últimas elecciones, Ariel Alvarez, espada de Fabián González en la localidad pero que lejos estuvo de satisfacer las expectativas. Fue por eso que la gente de Huanguelén respiró aliviada cuando Moccero le dio una licencia (vieja treta para no decir que fue un despido) y nombró en su lugar a Raúl Schwab, un hombre bien visto, con diálogo con propios y extraños y una persona siempre dispuesta para tratar de solucionar los inconvenientes que la comunidad le pueda plantear.
Sin Alvarez en la delegación y tras un breve interinato de "Raulito", el intendente escuchó a los vecinos y supone, no con cierto criterio lógico, que Schwab responde mucho más a las necesidades políticas del jefe comunal, pues es un hombre de acción y compromiso.
Falta ahora que Moccero empiece a tener en cuenta a Huanguelén de verdad y quizás algunos de los graves problemas que atraviesa la localidad se puedan solucionar y puedan descansar un poco los concejales de Juntos Eugenia Perez y Ezequiel Filipuzzi, que junto a Mayra Rojo oportunamente, se 'cansaron' de exigir soluciones para problemas, graves en algunas oportunidades y tan simples a veces que daba vergüenza que no se solucionaran.