De madrugada, salió la “negra” y un pescador se llevó 3,5 millones de pesos en un torneo que causó furor
El ganador de “Las 24 horas de la corvina negra” obtuvo una pieza de casi 2 kilos y se llevó el premio en Claromecó.
En plena madrugada, ante la inmensidad del Atlántico, la caña se puso tensa y asomó la ilusión. En el concurso de pesca en mar abierto más importante de América, “Las 24 horas de la corvina negra”, Paolo Bisso un pescador de Tres Arroyos, tuvo su premio a la constancia y la paciencia.
Consiguió la pieza ganadora, un ejemplar de 1,905 kilogramos que se transformaron horas después en 3,5 millones de pesos, que constituyen el primer premio del certamen que se realiza desde hace 60 años en las costas de Claromecó, Reta y Orense, las tres playas del partido de Tres Arroyos, que repartió cifras millonarias.
“Gané el mundial de la pesca”, festejó Bisso cuando llegó al puesto de coronación. Es una metáfora que parece bastante acertada. En la edición 2022 del concurso participaron 3.484 competidores.
Las extensas playas ubicadas a 550 kilómetros de la Capital Federal se convierten en una ciudad sobre la arena mojada por el mar. Se estima que entre cinco mil y siete mil personas pasaron la noche del sábado al domingo acampando a metros de las olas. Es un paisaje único que no encuentra equivalencia por estas latitudes.
La competencia puso en juego 20 millones de pesos en premios. Además del concurso de corvinas (negras y rubias desde determinado peso) había premios para quien obtiene la pieza de mayor peso y también se sortea dinero entre los participantes.
La pieza mayor: un chucho de 21 kilos
Como no ocurre desde hace años, según explicaron desde la organización, esta vez el podio lo ocuparon tres pescadores que obtuvieron piezas de corvinas negras. Juan José Cima (un pescador de la localidad de Copetonas, con una de 1,774 kilogramos) y Paola Gargaglione (de Tres Arroyos, 1,699 kilogramos) acompañaron al ganador en los primeros tres lugares.
Transformaron esos ejemplares en premios de 1,7 millones y 1,5 millones. En total hubo 50 clasificados y además una prueba paralela para la “Pieza de mayor peso”.
En este caso, Tiago Iván Campos, de la localidad de Aparicio, se llevó el primer lugar con un chucho de 21,5 kilogramos. Un volumen para nada despreciable. Como tampoco el premio que consiguió el joven de 23 años y estudiante de Veterinaria: 1,5 millón de pesos.
El certamen que es un clásico de todos los veranos en el sudeste de la Provincia está organizado por el Club de Cazadores de Tres Arroyos. Tiene una tradición tan extensa como las costas de las playas de esta región.
Sólo se interrumpió la edición 2021 por la pandemia de coronavirus. Pero en épocas de gloria llegó a convocar a casi 6.000 concursantes.
Las cañas se extienden a lo largo de 40 kilómetros desde Orense hasta Reta. Hay fanáticos que se instalan desde el jueves y el folclore que rodea al campeonato es un hito en las temporadas veraniegas de esta región bonaerense.
“Este año tuvimos una convocatoria que superó las expectativas. Tal vez favorecidos por el buen clima que acompañó a las dos jornadas de certamen”, dijo el presidente del club, Pablo Goizueta.
Las condiciones del tiempo resultan un aliado clave. Este fin de semana, en Claromecó casi no hubo viento y estuvo soleado desde el primer minuto de iniciado el concurso, el sábado a las 15.
Viejos pescadores recuerdan noches hostiles, con temporales y sudestadas en las que había que tolerar temperaturas de menos de 10 grados o lluvias frente a las costas abiertas. Verdaderas travesías para los concursantes.
Esta vez fue todo más amigable. Y se advirtió en la procedencia de los convocados. Llegaron desde Viedma, Trelew, Bahía Blanca para citar algunos participantes del sur. O de Alejandro Korn, San Vicente o Lomas de Zamora, para elegir del AMBA. Y por supuesto de los diferentes distritos de la región sureste.
Bisso viajó con su padre y amigos y armó su campamento en la zona del “caracolero” -así se conoce el sitio de pesca que está a unos kilómetros al sur de la villa de Claromecó-. Despúes de cenar un asado y una sobremesa se tiró un rato a descansar.
Hasta que uno de los integrantes de la comitiva lo despertó para que volviera a probar. Ahí fue cuando picó la negra. Eran las 2.15. “Yo tengo menos suerte que el “Chavo del 8” pero esta vez se me dio vuelta y me tocó. Salió todo redondo. Todavía no lo puedo creer”, contó el pescador después que terminó la ceremonia del consagración.
Se escribió una nueva página de la historia de este certamen que entusiasma y tiene el atractivo de ser el más prolongado de los que se realizan en todo el cono sur. Hay que tener mucha persistencia y motivación para mantenerse sobre la lengua de las olas un día entero, tirando anzuelos en busca de esa pieza deseada.
El ganador de hoy hace 20 años que participa. Y hasta la madrugada de este domingo, nunca había pescado ni una mojarra. Esta vez fue su hora.