Se cumplen 25 años del asesinato de José Luis Cabezas
Se realizarán actos en todo el país para recordar al reportero gráfico asesinado por una banda ligada al empresario Alfredo Yabrán
Hoy se cumplen 25 años del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas en la localidad bonaerense de Pinamar, un hecho que será recordado con distintos actos a lo largo y ancho del país.
Cabezas fue asesinado por una banda vinculada al empresario postal Alfredo Yabrán y en el ocaso de los 90 conmocionó a la opinión pública. En la actualidad, familia y compañeros del trabajador de prensa que se desempeñaba en la revista Noticias luchan por mantener viva su memoria y deploran que todos los acusados por el crimen se encuentren en libertad.
Un año antes de su asesinato, Cabezas había logrado fotografiar al enigmático propietario de la empresa OCA, durante la cobertura de verano que realizaba junto al periodista Gabriel Michi.
“Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente. Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía”, era la frase que por entonces se le atribuía al dueño del emporio postal.
A 25 años del crimen, Michi no duda sobre el efecto que causó aquella captura de Cabezas. “Con su foto, José Luis logró ponerle rostro al personaje más oscuro y poderoso de los años 90. Con esa foto reveló muchos de los secretos que el poder no quería que salieran a la luz”, señaló.
El homicidio fue cometido en tiempos en que el entonces gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, en representación del Partido Justicialista, buscaba suceder a Carlos Menem, quien ejercía su segundo mandato como presidente y buscaba un tercero.
La emblemática foto de Yabrán caminando en la playa fue publicada en la tapa de la revista Noticias en marzo de 1996. La investigación judicial posterior determinó que el empresario tomó la revelación de su imagen como una afrenta que no estaba dispuesto a perdonar.
Un mes antes del crimen, el policía de la bonaerense Gustavo Prellezo, condenado como uno de los autores materiales del hecho, se reunió con Yabrán en Buenos Aires, en las oficinas que el empresario tenía en Carlos Pellegrini al 1100. En esa reunión, “Don Alfredo” le confió que quería “pasar un verano tranquilo sin fotógrafos ni periodistas”.
Michi asegura que el objetivo “de máxima” que tenían ese verano él y Cabezas era entrevistar a Yabrán. En ese marco, el 24 de enero de 1997 ambos concurrieron a una fiesta que ofreció en su casa de Pinamar el empresario Oscar Andreani, donde llegaron en un Ford Fiesta de color blanco. A las 4 de la madrugada el periodista se retiró y el fotógrafo lo hizo una hora después, en el vehículo en el que se desplazaban.
A la mañana siguiente, el cuerpo de Cabezas apareció adentro del Ford Fiesta quemado con alcohol metílico, en una cava de las afueras de Pinamar. El cadáver tenía sus manos esposadas y dos proyectiles de un arma calibre 32 alojados en la cavidad craneana.
El asesinato develó vínculos entre el gobierno, políticos y empresarios. Tras varios meses de instrucción, el juez federal de Dolores, José Luis Macchi, procesó y dictó prisión preventiva en mayo de 1989 para Yabrán como instigador del crimen. Tras permanecer algunos días en condición de prófugo, el empresario postal se suicidó en un campo de su propiedad ubicado en Entre Ríos, donde permanecía oculto.
Prellezo, quien estaba al servicio de Yabrán, y un grupo de delincuentes conocidos como “Los Horneros”, fue quien encabezó la autoría material del crimen.
El expolicía bonaerense fue condenado a reclusión perpetua en febrero de 2002, pero sólo pasó tras las rejas 13 años pese a que la sentencia fue ratificada en las máximas instancias judiciales de la provincia y del país.
Actualmente, permanece en libertad condicional desde diciembre de 2017 y desde 2010 en su vivienda bajo el régimen de prisión domiciliaria. Se recibió en la cárcel de abogado y escribano e intentó obtener una matrícula, pero ante una denuncia presentada por la familia Cabezas, el Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados la Capital Federal resolvió excluirlo en noviembre de 2020.
Los otros condenados por el asesinato fueron el expolicía Aníbal Luna (condenado a prisión perpetua y en libertad condicional desde 2017); el exjefe de Seguridad de Yabrán, Gregorio Ríos (condenado a perpetua como instigador del hecho y en libertad condicional desde 2008); y el comisario Mario “La Liebre” Gómez (condenado por liberar la zona en la que ocurrió el crimen, recuperó la libertad en 2006 tras una decisión de la Cámara de Casación bonaerense).
Además fue sentenciado el policía Sergio Cammaratta, quien murió en el penal de Dolores en 2015, sindicado por la Justicia como responsable de haberle hecho “un seguimiento” a Cabezas cuando trabajaba en Pinamar en el verano de 1997.
De la banda “Los Horneros”, reclutados por Prellezo, fueron desvinculados de la causa José Luis Auge (que recibió condena en el juicio que se hizo en 2004 pero quedó en libertad cuatro años más tarde); y Sergio Gustavo González (sentenciado a prisión perpetua recibió una reducción de la condena y salió de la cárcel en 2006, aunque tiene una causa por drogas radicada en los tribunales de CABA).
Por su parte, también de la banda de “Los Horneros”, fue desvinculado de la causa Horacio Braga (quedó en libertad condicional diez años después del crimen, y a mediados de 2018 cumplió su condena con la Justicia), mientras que Miguel Retana, sentenciado a prisión perpetua en 2000, murió por una afección originada por el SIDA en la cárcel un año después.
Argra y el Sindicato de Prensa llamaron a sostener la memoria
“José Luis Cabezas era unx de nosotrxs: un trabajador de prensa empeñado, tozudamente, en lograr la imagen que quería mostrar y por lo que ya había recibido advertencias para que no siguiera buscando. Recordarlo a 25 años de su muerte, con tantas generaciones nuevas de periodistas que poco o nada saben de él, creemos que es una tarea obligada que nos atañe”. Así se expresaron ayer el Sindicato de Prensa de Rosario (SPR) y la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra) en un documento difundido en la víspera de un nuevo aniversario del crimen.
Ambas organizaciones subrayaron que recordar a Cabezas es “defender el valor indispensable del trabajo periodístico en una sociedad tan mediatizada como desinformada, es bregar por el compromiso y la responsabilidad profesional, es luchar por un sistema de medios plural, equilibrado y diverso que sólo podrá garantizar el Estado a través de políticas públicas que construyan democracia informativa”.
ambién, defender “el derecho impostergable de toda la ciudadanía a la información, exigir justicia real y gritarcontra la impunidad de la que gozan, “entre tantos otros, los miembros del poder hegemónico que utilizaron las estructuras del Estado para especular, negociar, robar, espiar, e invocar sin medias tintas el deseo de una Gestapo sindical para perseguir, encarcelar y vulnerar los derechos más elementales de lxs trabajadorxs y de los distintos sectores de nuestro pueblo”.
“Ya son 25 años los que nos separan del terrible asesinato de José Luis Cabezas, el reportero gráfico de la Revista Noticias que mostró por primera vez el rostro de Alfredo Yabrán, empresario y socio privilegiado del menemismo. El 25 de enero de 1997 se hizo llegar un mensaje a toda la sociedad que pretendió ser aleccionador para cualquiera que osara incomodar a los dueños anónimos del poder, cuya deliberada invisibilidad les permitía operar cómoda e impunemente”, recordó el documento. Y advirtió: “Ese poder no ha parado de crecer. Hoy es un entramado robusto, hiperconcentrado, donde lo económico, lo financiero, lo judicial y lo mediático se conjugan mucho más orgánicamente”.
“Su objetivo sigue siendo el mismo, pero sus estrategias están adaptadas a los tiempos que corren. En tiempos de enorme concentración comunicacional, c se construye el relato único y las campañas de desinformación”, subrayó.