Un delincuente tenía Covid-19 y salió a robar armado, pero murió linchado por vecinos enfurecidos
Al ladrón se le cayó el revólver en medio de un atraco y la víctima lo tomó a golpes de puño. Después, otros vecinos se sumaron a la golpiza. Finalmente, murió este lunes.
Un ladrón de celulares acabó de la peor manera este lunes, cuando se confirmó su muerte en el Hospital Padilla, de Tucumán, tras permanecer internado durante varios días. Según fuentes del centro de salud, el delincuente sufrió varios paros cardiorrespiratorios producto de las heridas recibidas. También estaba infectado con coronavirus.
Rubén Albornoz salió a robar en motocicleta el pasado domingo 16 de enero en la ciudad tucumana de Concepción. Lo acompañaba un cómplice. El modus operandi era sencillo: llegaban en moto, uno de ellos se bajaba con un arma, robaban los celulares y escapaban a toda velocidad.
Según informó La Gaceta, a las 21 horas de aquel día asaltaron a tres mujeres de una misma familia, se llevaron sus teléfonos celulares y se dieron a la fuga.
Una hora después, intentaron hacer lo mismo con otro grupo de personas. Sólo que esta vez, una de las víctimas se defendió y, tras un breve forcejeo, consiguió que Albornoz dejara caer su arma de fuego al piso. Allí, lo tomó a golpes de puño y patadas.
No pasó mucho tiempo hasta que el resto de los vecinos, cansados de la inseguridad, decidieron hacer justicia por mano propia y se sumaron a la golpiza. El ladrón quedó inconsciente y en grave estado. Cuando llegó la Policía, fue trasladado hasta el hospital local.
Finalmente, este lunes murió. Su cuerpo no resistió los golpes y en horas de la mañana el hombre sufrió un paro cardiorrespiratorio. Además, Albornoz había dado positivo en el test de Covid-19.