Entre cosechas y siembras, el trigo es la nave insignia de la campaña 2021/22
El cultivo icónico del sudoeste bonaerense logró otro récord: 21,8 M/T y un rendimiento de 3.400 K/H. La cebada alcanzó un rinde medio nacional de 4.500 K/H. La soja, el maíz y el girasol afrontan distintas etapas de siembra.
A pesar de haber transitado el ciclo en un escenario climático en configuración La Niña, una favorable distribución de las precipitaciones, la inversión en tecnología por parte de los productores y el clima seco (que impidió el desarrollo de enfermedades) y agilizó la cosecha, permitieron que en promedio una de cada tres hectáreas sembradas supere sus máximos rindes históricos.
Son los argumentos esgrimidos, en el Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que sintetizan el cierre de la campaña triguera 2021/22 e insumen otro récord de producción nacional de 21,8 millones de toneladas.
El ciclo 2021/22 comenzó con una favorable intención de siembra, recuperando superficie en sectores del centro del área agrícola nacional que, durante el ciclo previo, habían recortado área debido al impacto de la sequía durante la siembra.
La superficie implantada durante la campaña 2021/22 se elevó a 6,6 millones de hectáreas, la segunda mayor superficie sembrada en 22 años.
De esta manera, la campaña finaliza con un rinde —también récord— de 3.440 kilos por hectárea a escala nacional, apenas por encima de la marca histórica de 3.430 K/H registrada durante la campaña 2010/11.
Esta es la síntesis del resto de los cultivos de fina (cosechados) y de gruesa (en diferentes estadíos de siembra):
En cebada
De acuerdo con los registros de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el ciclo entero del cultivo estuvo atravesado por un escenario climático adverso, del tipo La Niña, con lluvias por debajo de los promedios históricos, pero con recargas en momentos claves, que aportan superficie significativa al total nacional implantado.
De esta forma, las regiones Núcleo norte, Núcleo sur y el norte de La Pampa-oeste de Buenos Aires, que en su conjunto aportan el 33 % del área nacional, finalizaron la cosecha alcanzando récords regionales de rinde.
Esto significa que —en promedio— una de cada tres hectáreas sembradas en nuestro país finalizó la cosecha con rindes récord durante el ciclo que acaba de culminar.
En paralelo, salvo el sudeste de la provincia de Buenos Aires, el resto de las regiones lograron superar las productividades del ciclo previo, pero sin registrar nuevos máximos históricos.
Favorecida por una nueva semana sin precipitaciones, se dieron por concluidas las labores de recolección de cebada 2021/22.
Tras informar un rinde medio de 45,4 quintales por hectárea y una merma del —2 % con respecto a la campaña 2020/21 (rendimiento medio 2020/21: 46,5 Q/H), la producción acumulada se eleva a 5 millones de toneladas.
Pese a un rendimiento medio menor, la producción nacional registró un incremento interanual del 22 %, como consecuencia de la expansión interanual del 27,8 % del área implantada (área sembrada campaña 2020/21: 900.000 Tns.).
El norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires dio por concluida la cosecha de los cuadros remanentes reportando rendimientos heterogéneos, con localidades como Carlos Tejedor informando mínimos de 25 y máximos de hasta 50 Q/H.
A nivel regional, el rendimiento medio se ubicó en 46,3 Q/H; 0,4 Q/H por debajo a la campaña 2020/21. Al mismo tiempo, sobre el centro de Buenos Aires la región informó —en la Bolsa de Cereales porteña— un rendimiento medio de 51,8 Q/H, un incremento interanual del 4,3 % con respecto a la campaña 2020/21 (rendimiento medio 2020/21: 49,6 Q/H), favorecido por las abundantes lluvias registradas durante los meses de septiembre y octubre, mientras el cultivo se encontraba iniciando su período crítico.
Finalmente, el sur de La Pampa-sudoeste de Buenos Aires informó un rendimiento medio regional de 33 Q/H, mientras que el sudeste de Buenos Aires hizo un rendimiento de 52,2 Q/H. Dichos valores representan mermas interanuales del —9,3 y —7 %, respectivamente, como consecuencia de la falta de humedad y de las altas temperaturas registradas durante el período crítico para la definición de los rendimientos.
Durante la campaña 2021/22 se registraron lluvias acumuladas por debajo a la media; sin embargo, una distribución regular y la reactivación de las precipitaciones en momentos puntuales para el cultivo, permitió amortiguar las mermas, permitiendo alcanzar el segundo rendimiento más alto de los últimos cinco años (rendimiento medio campaña 2020/21: 46,5 Q/H).
La soja
El progreso nacional de la siembra sojera se eleva al 92,5 %, y la estimación de área —para la campaña 2021/22— se reduce en 100.000 hectáreas como consecuencia de la falta de humedad superficial sobre el sur del área agrícola.
La nueva estimación de superficie de la Bolsa de Cereales se ubica en 16,4 M/H.
A esta semana, el 8,5 % del área está ingresando en etapas críticas de inicio formación de vainas (R3), mientras que la condición hídrica adecuada/óptima cae 18 % desde la publicación previa, situándose en el 40 %.
Las lluvias registradas durante la primera semana del corriente mes le brindan fluidez a la incorporación de cuadros sobre el NEA. La región aguarda por nuevas precipitaciones —a lo largo de los próximos días— que permitan avanzar sobre los últimos cuadros presupuestados para la campaña.
Al mismo tiempo, el NOA informa una demora interanual del —52,5 % como consecuencia de la falta de humedad superficial.
De no registrar lluvias en los próximos diez días, y producto del cierre de la ventana de siembra, parte de la superficie podría ser destinada a cultivos como maíz o poroto e, incluso, quedar fuera del ciclo productivo, afectando la estimación de superficie a nivel nacional.
Paralelamente, sobre el centro del área agrícola las altas temperaturas registradas y la ausencia de reservas hídricas encienden las alarmas, según se precisa desde la Bolsa de Cereales.
A esta semana, un 13 % de los cuadros de soja de primera se encuentra iniciando su período crítico (R3), concentrándose sobre ambos núcleos, el centro-norte de Santa Fe, el norte de La Pampa-oeste de Buenos Aires y el centro-este de Entre Ríos.
Dichas regiones reportan daños por plagas tales como bolillera, trips y arañuela y se prevén pérdidas en los rendimientos potenciales.
Al sur, la falta de humedad superficial junto al cierre de la ventana de siembra, impide la implantación de 100.000 hectáreas.
Los cuadros correspondientes a siembras tempranas se encuentran iniciando floración (R1), bajo condiciones hídricas regulares y con un pobre crecimiento reportando lotes heterogéneos y manchoneados.
El maíz
Durante los últimos siete días, las condiciones del tiempo caluroso y la falta de precipitaciones se mantuvieron en gran parte del área agrícola nacional.
En este contexto, la incorporación de lotes se concentró en los sectores que, aún, poseen humedad en los primeros centímetros del perfil.
Luego de relevar un importante progreso intersemanal, el avance de siembra registrado se ubica en el 86,4 % de la actual proyección de 7.300.000 hectáreas para la campaña 2021/22 (500.000 Has. más que las sembradas el ciclo previo).
El 45,6 % de los cuadros de maíz temprano, a lo largo del país, se encuentra con una condición del cultivo entre regular y mala. Esta condición es consecuencia de las insuficientes reservas hídricas con que cuenta el cultivo en los perfiles, mientras transita el período de definición de rendimiento bajo una alta demanda atmosférica.
De mantenerse este panorama durante los próximos días, el potencial de rinde de los lotes se verá afectado de manera irreversible.
Hacia la provincia de Córdoba sólo quedan por sembrar lotes puntuales de planteos tardíos en los departamentos del norte provincial.
En los Núcleos norte y sur, parte de los cuadros tempranos del cereal transita el período de definición de rendimiento con reservas hídricas regulares.
Hacia la zona centro-este de Entre Ríos, los planteos tardíos y de segunda ocupación se encuentran expandiendo hojas. En las zonas oeste de Buenos Aires y norte de La Pampa, Cuenca del Salado y el centro de Buenos Aires, se comenzaron a relevar cuadros con signos de estrés hídrico vinculados a los ambientes más elevados del terreno.
El girasol
El avance de cosecha del girasol cubrió el 10,4 % del área apta, entregando un rinde promedio nacional de 20,4 quintales por hectárea, acumulando un volumen parcial superior a las 350.000 toneladas.
El presente avance de cosecha refleja un progreso intersemanal de 5,5 % y un adelanto interanual de igual magnitud, según destacó la Bolsa de Cereales.
Mientras avanza la recolección de lotes en los núcleos girasoleros del noreste del área agrícola, el cultivo se adentra en etapas críticas en el extremo sur, bajo condiciones de déficit hídrico. Este escenario pone en riesgo la proyección de producción que, a esta semana, se mantiene en 3,5 M/T.
El clima seco permitió que la cosecha avance rápidamente en la NEA, registrando un progreso intersemanal 25 puntos porcentuales.
Luego de recolectar el 60 % de su área apta, el rinde medio regional asciende a 17,8 Q/H, superando los 13,6 Q/H cosechados en la región durante similar fecha del ciclo previo.
En el centro-norte de Santa Fe, la recolección de lotes cubrió un 30 % del área apta. Con el avance de cosecha, el rinde medio descendió esta semana 1,5 Q/H y se ubica en 24,1 Q/H, aún muy por encima de los 15,3 Q/H promedio a similar fecha del ciclo previo.
Hacia el extremo sur de la región agrícola, el cultivo se adentra en etapas reproductivas en la región bonaerense. Más de la mitad del área sembrada en estas regiones ya transita etapas de floración, en su gran mayoría bajo condiciones hídricas restrictivas y afectadas por el golpe de calor.
El presente escenario pone en riesgo —se indicó desde la Bolsa de Cereales— la generación de rinde en zonas claves para el cultivo, comprometiendo la proyección de producción nacional para la campaña en curso.