René Favaloro: su legado profesional y humano
Pasan los años y su ausencia se extraña cada día más. El 29 de julio de 2000, René Favaloro puso fin a su vida y –al mismo tiempo- empezó a esculpirse un mito sobre su figura que no expirará jamás.
La bala que le partió el corazón –órgano emblemático si los hay para ese prócer de la medicina- dejó un legado profesional y humano que trasciende generaciones.
Cada 12 de julio -aniversario del natalicio de René Favaloro- se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Medicina Social.
Herederos de una medicina inclusiva
Para sentirse profesionalmente heredero de René Favaloro debe entenderse a la medicina como una herramienta de acceso público. Mucho más si se trata de una práctica médica de alta complejidad.
En el Hospital El Cruce de Florencio Varela concurren ambos factores. Es un efector que hizo propio el legado de Favaloro; en la teoría y también, en la práctica.
“En El Cruce somos varios los médicos que venimos de la Fundación Favaloro. Él quería ser recordado como docente y no como cirujano. Tuve el honor de compartir sus últimos cuatro años, como Jefe de Residentes de la fundación y primer asistente. Cuanto más tiempo pasa, más se agiganta su figura”, dijo a LA BRÚJULA 24 el doctor Marcelo Nahin (MN 84982), Jefe de Cirugía Cardiovascular de El Cruce.
“Era una persona sacrificada, llegaba muy temprano y se iba tarde. No le temblaba el pulso en poner una cirugía en Navidad o en el último día del año”, agregó sobre quien es mundialmente conocido por haber desarrollado el bypass coronario con empleo de arteria mamaria interna.
Nain, nativo de la ciudad de Azul y radicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, destacó que Favaloro anteponía la enfermedad del paciente a todo lo demás.
“Si no tenía cómo cubrir la cirugía, pedía a los médicos que no cobren honorarios, la fundación no cobraba gastos quirúrgicos y de internación y el paciente se operaba gratis”, explicó.
Favaloro tenía una frase como proclama: “todos somos educadores. Cada acto de nuestra vida cotidiana tiene implicancias, a veces significativas. Procuremos entonces, enseñar con el ejemplo”.
Con reconocimiento sudamericano
Desde su inauguración en 2008, El Cruce tuvo hitos que lo fueron haciendo merecedor del reconocimiento tanto dentro como fuera del país, de la misma manera que el prestigio de René Favaloro atravesó todo tipo de fronteras.
Hace pocos meses se realizaron en este hospital público del conurbano cuatro trasplantes en un mismo día; en simultáneo de corazón, hígado y riñón, y luego de médula ósea.
“Lo hizo posible El Cruce, el cuarto hospital público más importante de Latinoamérica”, subrayó Nain, elegido por concurso de antecedentes como Jefe de Cirugía.
“Es la primera vez que se concursan cargos. De los cinco integrantes del jurado, tres fueron externos y todo el personal del hospital podía votar”, dijo al destacar la transparencia de la selección.
El recorrido médico
A El Cruce se llega derivado de otros centros de salud. Pacientes provenientes de Bahía Blanca o la región han pasado por ese efector del conurbano bonaerense.
“Este hospital nació para dar medicina de alta complejidad a vecinos de la zona sur del conurbano. Luego tomó prestigio y hoy es el hospital público número uno del país; para patologías específicas, recibe a pacientes de otros países”, manifestó Nain.
Con la reciente realización del trasplante hepático número 400, El Cruce quedó a la cabeza de intervenciones quirúrgicas de ese tipo en Argentina, superando en ese rubro a reconocidos y prestigiosos nosocomios privados.
“Los quirófanos de neurocirugía operan todos los días y a cualquier hora y, en cirugía cardiovascular, está al tope de todos en el país”, resaltó.
Vigencia de la cirugía cardiovascular
Se plantea en algunos ámbitos académicos si la cirugía cardiovascular va a desaparecer por el avance de tratamientos endovasculares y la hemodinamia.
“A personajes famosos de la televisión les han puesto 12 o 13 stents; ese paciente pierde la chance de resolver su problema coronario con cirugía. A la gente le sugiero que, antes de decidir, vea a su cardiólogo de confianza”, advirtió Nain.
En este punto se refirió a la operación a un hombre de 57 años que recibió un corazón de cerdo modificado genéticamente. La intervención se hizo en el Hospital de Baltimore (EEUU) a un paciente que sufría una enfermedad cardíaca potencialmente mortal.
“Debieron alterarse 10 genes del corazón del cerdo para morigerar el rechazo del órgano y hacerlo más humano”, explicó el médico, y agregó: “Esta noticia es impresionante. Nunca deja de emocionarme cuando retiro un corazón que no funciona y veo vacío el mediastino o caja torácica para luego colocar el nuevo y verlo cómo empieza a latir”.
Un centro de salud precursor
En Canadá (con una población de 40 millones de habitantes), sólo un médico cirujano está hoy por hoy capacitado para operar la hipertensión pulmonar crónica, una enfermedad todavía poco conocida en el mundo.
En Gran Bretaña (67 millones de habitantes) se da la misma circunstancia y, en España, son dos los profesionales habilitados para efectuar esa práctica médica.
En Argentina, El Cruce es el único hospital donde se realiza esta compleja intervención, que requiere de la participación de personal especializado que ese centro de salud tiene el orgullo de tener.
“Los pacientes deambulan años por los consultorios sin un diagnóstico acertado. Se llama hipertensión pulmonar tromboembólica crónica y se produce por coágulos que se generan en las venas profundas de las piernas y suben por el sistema venoso e impactan en el pulmón. Los trombos se endurecen, encarnan en las arterias pulmonares y el pulmón comienza a recibir poca sangre para oxigenarla. El paciente camina 50 metros y se cansa”, explicó.
Un avance de la medicina que sigue el latido de los descubrimientos que René Favaloro le hizo a la medicina mundial.
La vocación, primero de todo
El jefe de Cirugía Cardiovascular de El Cruce tiene puntos de contacto con Bahía Blanca.
“Conozco gente y médicos. Mi hermano, Javier, es abogado, trabaja en el Banco Nación y cada tanto lo visito. Tengo primos hermanos y una hermana de mi mamá vivió en Bahía. Hace varios años me invitaron a dar una charla para un congreso en el Teatro Municipal y, en algún momento, tuve un ofrecimiento laboral”, dijo Nain.
El azuleño destacó la vocación del médico para desarrollar su labor. Hoy, en tiempos de pandemia, más que nunca, resaltó.
“La del médico es una de las profesiones que mayor satisfacción moral brinda. El llanto de una persona a la cual uno le salvó la vida o el abrazo de familiares te hace temblar hasta la última fibra de tu ser y ahí uno cae en la cuenta que para eso está en este mundo”, indicó.
Con una medicina de calidad y humana como la que brinda El Cruce, el hospital de alta complejidad de Florencio Varela, parece estar garantizada la vigencia del legado que ha dejado una eminencia de la medicina mundial como René Favaloro.