Un conductor tucumano se tragó un sobre de leche en polvo para intentar pasar un test de alcoholemia y burlar el control de los inspectores de tránsito.
Los agentes se percataron de que el joven tenía una sustancia blanca en la boca, pero se negó a responder qué es lo que había consumido.
El sujeto terminó soplando la pipeta y el resultado fue positivo: tenía 1.97 de alcohol en sangre.
"Te dio 1.97 pibe, bajate, vamos. Andá a ponerte talco en la boca", sostuvo el inspector tras verificar el resultado.
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