La medida fue ejecutada por el equipo que lidera el veterinario municipal, Matías Gioffre, que además envío muestras al Instituto Pasteur para indagar en las causas de la ferocidad que mostraban los animales.
Luego del ataque contra un niño el pasado domingo en Villa Belgrano, se decidió secuestrar los animales y tenerlos en custodia en un galpón del Vivero, lejos del contacto de la gente y solo atendidos por la profesional veterinaria.
Al no tener el municipio un lugar exclusivo para estos casos, se entendió que esta era la mejor alternativa, ya que la llave de acceso solo la tenía la médica veterinaria y ningún empleado podía ingresar al galpón.
Continuó su relato, agregando que ellos siempre están con una necesidad de infraestructura, pero que, “ante la urgencia de deber darle continuidad a un protocolo, lo que se hizo fue llevarlos a un lugar de aislamiento”.
Gioffre informó que el último suceso, que vio como víctimas a la propia veterinaria y a un empleado que ayudó a socorrerla, sucedió en momentos en que se acercaron a los animales para darles agua y comida, lo que se hacía una vez al día. Fue en ese momento que el macho, que cada vez se mostraba más agresivo, se soltó y atacó a la veterinaria y a un empleado municipal que corrió presuroso a socorrer a la mujer.
Gioffre señaló que ahora están a la espera de los resultados que remita el Instituto Pasteur. “No podemos permitirnos cometer errores en el que un animal esté incubando una enfermedad como rabia y genere más daño sobre las personas”, concluyó su explicación el veterinario municipal.